
De manera errada, mucha gente piensa que Gintama es un manga que solo sabe hacer el estúpido, pero es incorrecto y es algo que me gustaría desmentir en la reseña de este volumen n.º 6. Si bien es cierto que la obra de Hideaki Sorachi destaca —sobre todo— por su humor absurdo, también tiene momentos muy duros.
Hasta ahora hemos podido disfrutar de unas cuantas sagas bien épicas, cargadas de momentos solemnes y escenas muy potentes. No obstante, pocas sagas pegan tan duro como la de Okita Mitsuba, la hermana de Sougo.


Postrada en la cama, padece una grave enfermedad pulmonar que la está consumiendo poco a poco. Por si fuera poco, su prometido la está utilizando para intentar «comprar» al Shinsengumi. Y ahí no termina la cosa.
En realidad, siempre estuvo enamorada de Hijikata Toushirou, quien la rechazó años atrás —pese a estar profundamente enamorado de ella— al saber que estar juntos sería un peligro para ella, pues su papel en el Shinsengumi era una fuente constante de peligro.
Reseña del manga Gintama n.º 6 | Portada, sinopsis y edición

Mitsuba, la hermana de Okita, llega a Edo con la idea de casarse. Sin embargo, su prometido, que es comerciante, es sospechoso de dedicarse al contrabando de armas. Hijikata no para de debatirse entre pensamientos contradictorios… ¿¡Qué hará!? ¡También hacen su aparición el arma biológica Río-tsu, un policía hard boiled y una fiesta con Kyûbee!
Colección | Gintama volumen n.º 6 de 26 |
Autoría | Hideaki Sorachi |
Género | Acción, aventura, ciencia ficción, comedia, drama |
Formato | Rústica con solapas |
Tamaño y páginas | 12,8 x 18 cm. con 560 páginas en b/n |
Precio | 18,95 € |
Traducción | Marc Bernabé y Ayako Koike (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 16 de abril del 25 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Todo alrededor de Mitsuba tiene un matiz triste que se aleja del humor absurdo y la parodia constante de Gintama. Tanto es así que es una de las pocas sagas en las que no hay casi bromas y en la que la muerte es algo más que una consecuencia.
Sougo y Hijikata abandonan por momentos su labor como protectores de Edo y buscan la muerte de aquel que solo buscó aprovecharse de la persona a la que, de una manera u otra, amaban. Y aunque sea un criminal, se toman la ley por su mano… y no están solos.
Gintama es el rey del humor absurdo, pero también sabe ponerse serio

El resto del Shinsengumi demuestra que son algo más que una organización gubernamental. En el fondo, cuando las cosas se ponen crudas, son una familia cuyos miembros no están unidos por la sangre. El sentido de la camaradería va más allá de lo profesional.
No es algo nuevo, pero esta es una de las sagas en las que más énfasis se hace en este punto. Todo sea dicho, la saga de Sougo y su hermana empezó en el quinto tomo y no se extiende demasiado en esta sexta entrega.
Pese a ello, marca un antes y un después en la idiosincrasia del manga, pues nos muestra que Gintama es algo más que ese shonen con el que te puedes echar unas risas mientras no piensas en nada. Cuando quiere darte un puñetazo en el estómago…
Ay, cuando quiere hacerlo. Cuando esto sucede, no te lo esperas, provocando que la reacción sea más intensa de lo normal. Te pilla por sorpresa, logrando que el impacto sea incluso mayor. En Naruto u One Piece estamos algo más acostumbrados.
Es un mundo en guerra en el que, en mayor o menor medida, la tragedia, la epicidad o el dolor están a la orden del día. Gintama es más buenrollero. El mundo, aunque un tanto extraño, suele ser más luminoso. Al menos en apariencia.
Algo más que una historia que sabe cómo hacer buenas parodias

En las sombras hay dolor, y es que la relación entre los Amanto y los humanos siempre trae consigo toda clase de dolores de cabeza. Por supuesto, no son los únicos, y es que la propia humanidad es capaz de lo peor incluso en los momentos en los que más unida debería estar.
Hasta cierto punto, Gintama da hasta algunas lecciones de racismo, pues te enseña que no importa de dónde vengamos: hay gente buena y gente mala en todas partes. En este caso lo lleva al límite, pues habla de razas alienígenas, pero la idea está ahí.
Al menos así lo he entendido yo en muchas ocasiones, siendo este un tomo en el que me queda más claro que nunca. Por supuesto, eso no significa que haya abandonado su esperpéntico sentido del humor. Este sigue ahí con la misma —o más— fuerza que nunca.
Poco a poco, el autor intercala (ya sea de manera intencionada o no) muchos momentos en los que va del humor a la tensión, la tristeza o el dolor de manera muy hábil. Gracias a esto, estos tienen mucha más fuerza de lo habitual.
Y como no podía ser de otra manera, la comedia sigue siendo la principal protagonista del manga. Eso no ha cambiado ni cambiará. Si bien es cierto que a Hideaki Sorachi se le da muy bien hacer tramas más serias, lo que de verdad le gusta es el humor.
Conclusiones del tomo n.º 6

A estas alturas de la película, no creo que os haya sorprendido de ninguna manera, pues es algo que hemos visto desde el primer momento. Y no va a cambiar, cosa que me alegra. Si Gintama me gusta tanto y ha tenido tanto éxito es precisamente por eso.
En un mundo repleto de shonen en donde los protagonistas están obsesionados con el entrenamiento y la fuerza para proteger a los suyos, donde el mal está siempre acechando y en donde los poderes especiales son el pan de cada día, Gintama sabe darte algo diferente.


- Tiene un plante de personajes principales y secundarios increíble.
- Es tremendamente divertido y su sentido del humor es genial.
- Narrativamente, funciona muy bien y tiene un gran ritmo.
- Es fácil entenderlo todo muy rápido gracias a lo bien que explica todo su autor.
- Gintoki es uno de los mejores protagonistas que nos ha dado el shonen en mucho tiempo.

- El dibujo al principio es un poco espeso y puede mejorar mucho.
- A veces se pierde demasiado a sí mismo.