Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 6, la magia del fútbol femenino

No importa que esta sexta entrega haya dedicado el 95% de sus páginas al partido que seguía pendiente tras la quinta. No importa que apenas se haya avanzado en la trama como tal. Todo eso da igual cuando los últimos minutos de un partido de fútbol son tan intensos como este y te dan tantos. Sin más, me han dejado casi sin palabras, y eso no es algo que suceda todos los días. Tanto es así que no sabía ni cómo arrancar esta reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 6. Tenía muchas dudas sobre la forma adecuada de encarar el tema…

Hasta que me he dado cuenta de que la única forma de hacerlo era expresar la profunda admiración que siento para con el autor y su obra. Y eso que, en realidad, Naoshi Arakawa ya me enamoró allá en su momento con Your Lie in April. Veía sobre avisado de que tenía un talento descomunal como narrador y guionista. Y, aun con esas, me ha vuelto a sorprender. Lo hace con casi cada tomo, pero pienso —sinceramente— que ha sido en este sexto volumen en el que ha alcanzado la madurez.

Hablo, por supuesto, dentro de la idiosincrasia de la propia Farewell, My Dear Cramer, puesto que esa «madurez» de la que habló ya la encontró en la susodicha Shigatsu wa Kimi no Uso. Una vez más, lo ha vuelto a hacer. Tanto es así que me da muchísima pena que solo quede un tomo para que la serie acabe, aunque tiene bastante sentido si tenemos en cuenta todo lo que ocurre en el sexto. Aunque solo lleve un partido a su término, ha hecho que casi todos sus personajes den un paso gigante hacia el frente.

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 6 | Portada, sinopsis y edición

Colección	Farewell, My dear Cramer vol. 6 de 7
Autoría	Naoshi Arakawa
Género	Shônen, spokon, comedia, deportivo, drama
Formato	Rústica con sobrecubierta reversible
Tamaño y páginas	15 x 21 cm 364 páginas en b/n
Precio	15,95 €
Maquetación	Guillermo Binnin (Drac Studio)
Traducción	María Lagóstena Zamora (Daruma)
Fecha de lanzamiento	11/01/2024
Reseñas	Reseña de volúmenes anteriores

El sexto volumen de Farewell, My dear Cramer nos ha vuelto a recordar que Distrito Manga es una de las editoriales que mejor calidad suele ofrecer, tanto la traducción como la calidad del producto en materia de impresión es muy alta. Así pues, sigue siendo un manga de mucha calidad que destaca tanto por el tamaño, la relación calidad-precio y los bordes interiores para facilitar la lectura.

Talento y esfuerzo

Pero… ¿Y por qué te ha gustado tanto este sexto tomo? Si os soy completamente sincero, me cuesta encontrar elementos empíricos mediante los cuales sustentar mis palabras. Sin más, ha sido un tomo que me ha llegado muy hondo en el planto sentimental. Y eso que, en realidad, no es especialmente dramático. Tampoco es que sea demasiado tenso y/o aborde cuestiones complejas. En realidad es bastante sencillo en lo que respecta a la ejecución, pero tiene algo…

Si tuviese que decirlo de forma resumida, diría que es porque sus protagonistas han dado un paso al frente descomunal. Dejando el resultado a un lado, pues no es tan importante como cabría esperar, da mucho de sí. Con determinadas jugadas y decisiones, las jugadoras demuestran un nuevo grado de madurez. Se entienden mejor a sí mismas y al equipo, pero no solo en el conjunto de las Warabi. Tanto ellas como sus rivales ofrecen mucho y nos recuerdan que, en el deporte, no hay nada escrito.

Cada cual debe entender cuáles son sus virtudes y sus defectos, que pueden hacer y que no, cómo pueden sacar las mejores posibles que se esconden tras sus botas y/o cómo pueden ir paso más allá. Sin ser el spokon definitivo ni el que más énfasis hace en la competitividad, Farewell encuentra el tono perfecto en casi todo momento. Y es que, como ya he dicho en otras ocasiones, este manga va más allá de un encuentro, pues mira de frente al futuro y examina las posibilidades y el potencial del fútbol femenino, el gran olvidado en no pocos países y estamentos.

Mirando hacia el futuro

Y es que, aunque es cierto que las cosas han cambiado en los últimos años —el manga se publicó en Japón entre 2016 y 2020—, todavía queda mucho camino por delante. Es por esto mismo que su mensaje sigue muy vigente hoy día. Ahora bien, no debemos pensar que el manga en su totalidad va de todo esto, puesto que lo cierto es que solo es una parte. Naoshi, con gran habilidad, examina las dificultades que pueden pasar las futbolistas más jóvenes cuando se enfrentan al mundo real.

¿Cómo puedes superar el muro del talento cuando no lo tienes? ¿Tienes que rendirte si no eres una prodigio? ¿Hay más de un camino? El mangaka examina todas estas cuestiones a través de distintas jugadoras, tanto del equipo protagonista como de sus rivales, y nos muestra que el mundo es enorme. Y eso que lo aborda desde el prisma del país del Sol naciente. Aunque allí el fútbol tiene cierta popularidad, no es lo mismo que en Occidente. Aquí tiene incluso más peso, más todavía cuando se ve constantemente la calidad que hay sobre el verde.

Esto mismo es lo que hace que este sexto volumen tenga tanto impacto. Siendo el partido más importante y más cerrado que hemos visto en toda la serie, consigue que todas las emociones se intesifiquen y que cada mensaje cale más. Empatizas mejor que nunca con cada escena y disfrutas como nunca de cada jugada. Y eso que, en realidad, el relato es muy realista. Aunque hay jugadas de ensueño, no abusa de la ficción para crear una narrativa irreal. Las jugadoras son humanas y tienen límites muy reales.

Reseña de Farewell, My Dear Cramer n.º 6 | Conclusiones

Esto es lo que hace que todo se sienta todavía más intenso. A diferencia de otras grandes series de fútbol como Blue Lock, por ejemplo, sabes que los milagros son más complicados. La lógica impera y, aunque el sueño siempre está vivo, nadie puede hacerlo todo sola. Es el conjunto quien obtiene resultados. Refuerza ideas muy positivas y, sin dejar de realzar la calidad individual de aquellas que tienen talento, potencia el impacto de las jugadoras más normales.

Todas tienen algo que hacer y he ahí lo bonito. Esto gana todavía más peso cuando entremezclas las inseguridades y esperanzas de las jugadoras de primero, segundo y tercero. Cada una está en un momento diferente de su vida y disfrutan o sufren de manera diferente. Lo bueno es que, más allá de eso, ante todo hay deportividad. Y rivalidad, por supuesto. Sea como fuere, al final te quedas con un mensaje muy bonito y muy positivo. Te deja con un buen sabor de boca independientemente de los resultados o las acciones individuales de cada personaje.

Ahora, con esto en mente, queda la curiosidad. Mucha curiosidad. Sabiendo que solo queda un tomo, uno es perfectamente consciente de que el autor se dedicará a cerrar líneas argumentales. Seguramente examine el futuro de manera general y nos ofrezca un cierre sin grandes concreciones, pero con mucho impacto.

• El manga está evolucionando a un gran ritmo.
• Como spokon ofrece un sentido deportivo realista y orgánico.
• Gran sensibilidad narrativa y buena construcción de personajes.
• Diseño atractivo, buena edición y mejor dibujo.

• Como es un manga corto, sabemos que se dejará muchos trasfondos sin resolver.