La relación de Kitsune Manga y El ratón de biblioteca está siendo una de las más gratas sorpresas de 2020 y 2021, pues nos ha permitido redescubrir el precioso mundo creado por Miya Kazuki allá en 2017. No es una novedad, ya que fuimos conquistados con su peculiar premisa desde el lanzamiento de su primero volumen. Atrapados sin remedio alguno, nos hemos dejado llevar por la fantasía ante cada nueva aventura de nuestra protagonista: Myne. No por nada, nuestra bibliotecaria preferida ha llegado a España acompañada de una magnífica edición.
El manga ha sido lanzado al mercado con presentación rústica y sobrecubierta a color con un precio de 8,50€. Se compone de 192 páginas en blanco y negro en formato 13 x 18 cm. Ha sido traducido por Makoto Morinaga. La maquetación y la impresión son excelentes, con materiales de calidad y una edición muy sobria. La traducción es igualmente buena. En resumidas cuentas, un nuevo tomo sobresaliente en términos de producción.
Sinopsis
En esta entrega, Myne conoce a Fridda, la nieta del decano del Gremio, para quien va a hacer unos exclusivos adornos para el pelo, y entre ellas surge una bonita amistad. Además, Myne y Lutz se preparan, entusiasmados, para sus trabajos de invierno, resueltos a convertirse en comerciantes de éxito con la ayuda de Benno. Todo parece ir sobre ruedas, hasta que Myne descubre qué enfermedad padece y el alto precio de la cura. La joven decide usar todos sus conocimientos para vender nuevos productos y recaudar dinero para el tratamiento, pero la enfermedad se apodera de ella una vez más… Las cosas no pintan bien para Myne.
El ratón de biblioteca V
Nuestra joven Myne ha descubierto, por fin, el nombre de su enfermedad: Devorador de Vida. Tras su encuentro con la joven Fridda, nuestra librera preferida aprende un poco más sobre su afección. Es más, descubrimos que la comerciante de cabellos rosas también la padece y que, a grandes rasgos, esta es la principal responsable de su aspecto infantil. Sea como fuere, la acción avanza con relativa velocidad, pues en cuestión de un instante nos vemos inmersos en una nueva negociación. El trato pronto se convierte en una inversión a largo plazo y, junto a Benno, se propone lanzar un nuevo producto al mercado.
La historia sigue su curso y, poco a poco, Myne establece sus planes de cara al futuro. El invierno está a punto de llegar, así que le toca preparase. Su familia comienza a recolectar recursos, pero prontamente se centran en la producción de flores para el pelo debido a su alta rentabilidad. Todo parece ir bien, pero la fiebre comienza a acosar a la joven de forma intermitente e inesperada. Al parecer, si controla sus sentimientos y evita la frustración, es capaz de frenar sus dolencias. Por desgracia, solo es un paliativo, pues más pronto que tarde empieza a sufrir incluso en momentos de felicidad.
Todo mientras ella y Lutz continúan con su aprendizaje como mercaderes. Benno está cada vez más interesado en ella, así que le compra nueva información en la que podría ser la conversación más seria entre el rubio y la peliazul. La tensión se respira por momentos, aunque siempre bajo un marco de cordialidad. Se nota que hay verdadero aprecio… y algo más. Es así como llegamos al final del quinto volumen, el cual cierra con un momento de pura tensión y clímax que —para no estropearos— no revelaré. Sea como fuere, la acción se precipita en el que podría ser el comienzo del final del primer gran arco argumental de El ratón de biblioteca.
Una historia que calienta el corazón
Por las buenas o por las malas, Myne termina aprendiendo que su presencia en este nuevo mundo es algo que debe tratarse con cuidado. Sus conocimientos pasados la convierten, sin lugar a dudas, en una mina de oro, así que tiene que tener cuidado. Siempre con un aire de benevolencia —a día de hoy no ha surgido un gran antagonista— son varios los que se han interesado por ella. Su espíritu crítico, su capacidad, su imaginación y sus productos son, a fin de cuentas, toda una novedad. Todo a través del cuerpo de una inteligente y tierna jovencita que no deja de inspirarnos en todo momento.
Y es que Myne y Lutz son muy monos. Es, haciendo uso del lenguaje más coloquial, muy «cuqui». Es una obra que henchida el corazón de buenos sentimientos y nos hace ver que el ser humano no es tan malo. Lejos de otras obras más oscurantistas, El ratón de biblioteca saca lo mejor de las personas. Todo a través de una narrativa que ha sabido mejorar el ritmo en cada volumen y que, poco a poco, se asienta cada vez más. La autora ha sabido dotar a su obra de una gran personalidad y de un buen ritmo, pero sin perder ese aire de tranquilidad de sus primeros compases. Ha crecido. Ya sea en argumento, estilo o ritmo, el manga sigue mejorando.
Se debe a que ha comenzado a desarrollar nuevas subtramas. Lejos del ahínco de Myne de crear libros, han surgido nuevas diatribas. Por ejemplo, tenemos a Lutz, que deberá enfrentarse a su familia para ser comerciante. También disponemos de la creatividad de la joven y de los nuevos productos que creará, de su impacto en la sociedad o de su misma enfermedad. El tomo cierra con lo que será (lo sé por el anime) una nueva línea argumental. Kazuki crea más focos de interés, pero sin perder el norte. Todas están relacionadas las unas con las otras, lo cual permite que la lectura sea orgánica y coherente. No deja temas al azar e hila muy bien cada pequeño diálogo o momento.
Conclusiones
El ratón de biblioteca continua construyéndose como una de las grandes revelaciones de 2020 y 2021. Siendo una de mis obras preferidas a día de hoy, me muero por saber más sobre sus personajes. Es una historia que captura y atrapa. No te deja escapar. Mezcla, además, muy sabiamente la madurez de su protagonista con la ternura de sus diseños. Aparte, es capaz de mantenerte enganchado sin que suceda nada y de sorprenderte cuando sucede algo. Quieres saber más. Una obra muy recomendable, sin lugar a dudas. Se merece una oportunidad.