De tres puntos, colega; el manga de Chicho Terremoto por fin está completo en España y esta es nuestra reseña

Hace 45 años, un hombre llamado Noboru Rokuda decidió crear uno de los spokon humorísticos más famosos de su tiempo. Tres años después acabó el manga y empezó el anime. A España no se emitió hasta 1991, aunque no tardó en conquistar a buena parte de la población. Su irreverente —y ahora un tanto anticuado— sentido del humor gustó mucho. No obstante, por aquel entonces no se sabía lo que era un anime. No se diferenciaba de los dibujos animados convencionales.

En realidad no se le dio mucha importancia, pues no la tenía. Sin embargo, con el paso de los años, nos fuimos especializando. Aprendimos que Naruto, One Piece y Dragon Ball no solo eran series de origen japonés, sino que procedían de un tebeo llamado «manga», al igual que Doraemon… o Chicho Terremoto. Es más, con el tiempo descubrimos que su nombre original no era ese, sino Dash Kappei.

No fue el único cambio que vimos. Cuando se licenció el manga por primera vez, llegó con muchos cambios respecto a la original. La traducción, por ejemplo, modificó muchos diálogos para adaptarlos a la época. A veces, de hecho, se tomaron demasiadas libertades, alteraron parte de la esencia original. Por suerte, cuando Kimmo anunció que iban a relanzar la serie en formato kazenban, lo hicieron con una localización mucho más fiel.

Hoy os quiero hablar de eso y mucho más. En lugar de centrarme en las singularidades del décimo y último volumen, prefiero hablaros de la nueva edición al completo. A fin de cuentas, ha traído varios cambios consigo, aunque hay uno que destaca por encima de todos: ahora sí es un producto a la altura de las expectativas que sabe respetar el material original.

Reseña de Chicho Terremoto n.º 10 y su manga completo | Portada, sinopsis y edición

¡¡Los héroes se alzan valientemente para hacer frente al peligro que acecha al instituto Seirin!! ¡¡Daiba, el capitán Tachibana y hasta el profesor Umakawa luchan ahora junto a Kappei!!

¿¡En qué estado habrá quedado el corazón de Kappei mientras oculta su ira, en un estadio repleto de manchas de sangre y con el sol de la tarde poniéndose…!? ¡¡Hasta siempre, idiotas!!

Uno de los personajes más divertidos y recordados vuelve en una nueva edición completa con una traducción fiel al manga original que mantiene el estilo gamberro del anime que lo popularizó en España. Con extras y páginas a color.

Seguramente, uno de los aspectos más importantes de esta nueva edición es que incluye material adicional en forma de capítulos inéditos. Al término del décimo volumen, Kimmo agrega varios episodios nunca vistos en España, siendo esta una de sus adiciones más interesantes. Por supuesto, no es la única novedad que nos hace destacar esta nueva edición. Lo verdaderamente importante son la traducción y la impresión. La primera no solo es nueva, sino que respeta mucho más el material original. Asimismo, utiliza un lenguaje más moderno, por lo que se siente mejor.

En lo que respecta al manga como producto físico, ha respondido con buena nota a nuestras expectativas. ¿Y esto qué significa? Pues que tanto el formato (kazenban) como la maquetación y los materiales empleados son de nivel. Además, cuando juntas los 10 tomos en tu estantería, la sinergia entre ellos es alta. Hay buena cohesión general, por lo que podemos hablar de un manga de calidad. Chicho no solo ha vuelto, sino que lo ha hecho de la mejor manera posible.

Nostalgia en estado puro

Por lo pronto, pues, podemos decir que Dash Kappei y Kimmo Editorial han firmado un regreso por todo lo alto. Capaz de satisfacer a los nostálgicos, es justo lo que esperábamos, tanto por contenido como por diseño. Sobre este primero tampoco es que podamos ser demasiado tiquismiquis, pues ya sabemos cómo era el humor de aquellos tiempos. Sin excusarlo, no considero que debamos buscarle cinco pies al gato.

No es obviable, pero creo que no ensombrece sus otras muchas virtudes. Si tuviese que destacar una, hoy día creo que la más potente es la morriña. Para quienes crecimos con esta serie, es un valor que no debemos obviar. ¿Y cumple? Lo cierto es que sí, pues hablamos de un manga con una fuerza tremenda cuando hablamos de nostalgia. Es como volver a ser un crío, tanto para lo bueno para lo malo. Además, es un expositor muy interesante del arte de aquellos años.

Pero… ¿Ha envejecido mal? No, la verdad es que no. Si bien es cierto que el dibujo es menos preciso que el de otras obras contemporáneas, Chicho Terremoto sigue siendo un manga muy llamativo a nivel visual. El dibujo tiene un gran encanto, especialmente en las páginas a color. Ahí, de hecho, me gusta incluso más que muchos tebeos modernos, pues transmiten algo único. No sabría cómo describirlo, pero es simplemente único.

De tres puntos, colega

Sabiendo esto, ante la pregunta de si es una adquisición interesante para quienes vivimos la serie original, la respuesta es sí. Para lectores noveles es menos interesante, pues palidece ante otros grandes mangas deportivos. Pese a ello, no debemos menospreciar su calidad como spokon de humor. Tiene su aquel, y debemos entender su año de origen. Poniendo todo esto sobre la mesa, ya sabemos dos cosas: que la edición es buena y que es una oda a la nostalgia.

Entonces, ¿qué nos queda? Lo cierto es que solo me gustaría hablaros de una cosa más: ¿Qué tal está el manga en líneas generales? Si lo valoramos desde una perspectiva narrativa, lo cierto es que es una historieta bastante bien construida en lo que respecta al ritmo. Aunque a veces es demasiado extravagante, sabe mantenernos enganchados a la lectura gracias a la forma en la que nos cuenta todo. Tiene gancho y varios puntos de interés. Además, es muy claro, por lo que es fácil seguirle el ritmo, visualmente hablando.

Todo sea dicho, no es un manga de baloncesto al uso, puesto que en realidad se sale de este escenario en no pocas ocasiones para traernos toda clase de historias. Un poco errático por momentos, en ocasiones pierde el hilo. Más allá de eso, podemos decir que funciona bastante bien a largo plazo. Diría que en gran medida esto se potencia gracias al formato kazenban, pues le sienta realmente bien. Para terminar, diré que Chicho Terremoto es un buen manga dentro de su contexto y que Kimmo ha trabajado muy bien estos últimos meses. Su labor es casi impoluta, por lo que solo puedo cerrar aplaudiendo el trabajo realizado. Chapeau!

• Es nostalgia pura y dura.
• Los personajes progresan mejor de lo que recordaba.
• Las páginas a color y la edición son muy buenas.
• Destaca como manga de humor; es original cuando se trata de hacer tonterías.
• La traducción y las notas a pie de página son de calidad.

• El sentimiento spokon no destaca tanto.
• Tiene un sentido del humor verde algo feo en ciertos momentos.