Han pasado tres años desde que arrancó la aventura de Ōzora Tsubasa en España a través de su nueva edición en formato kazenban. Ahora, 16 volúmenes después, nos enfrentamos a los últimos compases del primer manga. Es decir, narra —probablemente— las sagas más queridas y conocidas por la afición. A fin de cuentas, arranca con los orígenes del futbolista japonés y finaliza con el torneo internacional sub-16. En esta ocasión, durante mi reseña de Capitán Tsubasa n.º 16, quiero hablaros precisamente de esto.
Durante la decimoquinta entrega de Capitán Tsubasa analizamos los primeros compases de la selección nipona sin Tsubasa, Misaki y Wakabayashi, tres de sus mejores jugadores. Ahora, tras sufrir una primera derrota contra el Hamburgo, saben que necesitan hacer algo para cambiar. Es por esto mismo que el guardameta, más conocido como Benji en España y LATAM, asume el papel de antagonista para meterle presión a sus compañeros.
Criticando su actitud en el campo, así como la ausencia de su eterno rival, les dice que no están preparados para competir. Esto se hace más evidente cuando pierden todos sus partidos de entrenamiento. Al final, esta situación provoca que los tres jugadores previamente mencionados se terminen uniendo a la concentración japonesa. Todo ello pese a que no fueron seleccionados oficialmente cuando inició el proyecto. Y no por falta de calidad, sino porque no estaban presentes.
Esto produjo que la Selección de Fútbol de Japón sub-16 fuese mucho más débil de lo que cabría esperar. Aunque el resto de compañeros son buenos futbolistas, hablamos de tres jugadores diferenciales. Esto se ve a simple vista cuando vuelven, siendo este decimosexto tomo el que marca su regreso al verde.
Reseña de Capitán Tsubasa n.º 16 | Portada, sinopsis y edición
Por fin se ha dado el pistoletazo de salida al primer Campeonato Mundial Sub-16, en Francia. ¡Regresa la pareja de oro formada por Tsubasa y Misaki! ¡El primer rival de la selección nipona sub-16, en la que también figuran Wakabayashi y Misugi, no es otro que Italia, con una férrea defensa casi inquebrantable!
| Colección | Capitán Tsubasa vol. 16 de 21 |
| Autoría | Yoichi Takahashi |
| Género | Deporte, drama |
| Formato | Rústica con solapas con s/cub |
| Tamaño y páginas | 12,8 x 18 cm con 336 páginas en b/n (ambos) |
| Precio | 13,95 € |
| Maquetación | Planeta Cómic |
| Traducción | Marc Bernabé y Verónica Carafell (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 22/11/2023 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
Aunque la edición (por culpa de la versión original, pues esto no es culpa de Planeta Cómic) sufre en algunos paneles por la presencia de no pocos personajes de pelo blanco muy pálidos y sin trazos definidos, el resultado general sigue siendo bueno. La traducción y la impresión es de calidad, lo cual se transcribe en un manga con una gran adaptación idiomática y un soporte recio. Le habría sentado bien incluir márgenes internos más grandes para facilitar la lectura, pero la maquetación sigue siendo mayormente positiva.
El fútbol es más que talento, pero este suma… y mucho
Lo bueno es que, llegados a este punto, ya sabemos perfectamente qué es lo que podemos esperar. Tras casi tres años disfrutando del regreso de Oliver Atom y Benjamin Price, conocemos más que de sobra las virtudes y defectos del que fue uno de los primeros grandes spokon de la historia. Ya no hay sorpresas negativas y, si has llegado hasta aquí con tu colección en activo, solo te queda disfrutar.
Especialmente ahora que el nivel promedio de los partidos ha subido y que ya no hay rivales débiles. En estos momentos, aunque pueda haber equipos con menor potencial cuyos partidos son menos relevantes por el bien de la narrativa, hablamos de los mejores del mundo con sus respectivas selecciones. Por supuesto, se enfatizan a ciertos jugadores, como la joven estrella alemana, pero todos tienen algo que aportar a su manera.
Sin duda, nos habría gustado bastante más que cada selección tuviese más de dos o tres jugadores reseñables, pero, de haberlo hecho, seguramente se habría alargado demasiado. Es por eso que usa una fórmula algo más clásica y centra casi toda su atención en un gran antagonista para seguir desarrollando el trasfondo de la selección japonesa.
La victoria puede depender de un solo jugador… Si se llama Tsubasa
Curiosamente, el regreso de Tsubasa me ha recordado —en cierto modo— a Blue Lock, puesto que evidencia una realidad bastante dura: un delantero (o jugador) diferencial es el método que tienen Japón, como otras muchas selecciones y equipos, de construir un equipo. Con y sin Ozora, Japón es un combinado completamente diferente. De esta manera, Capitán Tsubasa justifica las decisiones de Jinpachi Ego aun cuando es un manga muy, muy anterior.
Es un detalle curioso, pero que también se justifica por la forma en la que funcionan los mangas. Al destacar a un protagonista de una manera u otra, se potencia la narrativa desde su prisma más simple. Y no lo digo como algo negativo, sino facultativo. Capitán Tsubasa decidió que la acción girase en torno a Ozora y sus rivales, siendo este el núcleo de acción de la mayoría de encuentros.
Por suerte, esta singular línea narrativa ha evolucionado con el paso del tiempo y la saga del sub-16 es la que mejor lo evidencia. Aunque Tsubasa sigue siendo el núcleo de la historia y el manga no es lo mismo con que sin él, muchos otros personajes han cogido un peso mucho mayor sin necesidad de competir directa o indirectamente con el propio Ozora. Por ejemplo, Hyuga está creciendo como jugador individual y colectivamente, siendo esta una subtrama que aporta bastantes focos de interés.
Reseña de Capitán Tsubasa n.º 16 | Conclusiones
Sucede lo mismo con otros personajes, aunque está claro que el trío protagónico lo conforman estos dos junto con Wakabayashi; el portero, por méritos propios, aunque ha pasado mucho tiempo fuera de escena, es el mejor compañero de aventuras de Ozora. De hecho, no solo gana peso porque ha regresado tras una muy larga ausencia y/o por ser el responsable de que la selección nipona se reactive, sino porque ahora tiene verdaderos rivales en la portería.
Ahí, eso sí, Takahasi (el autor) opta por el camino fácil dentro de la selección al lesionar a su mayor rival mientras dura el torneo para simplificar su regreso al campo. Siendo sincero, creo que habría sido bonito que desarrollase un poquito más esta lucha por la portería, aunque Wakabayashi sea infinitamente mejor que casi cualquier otro portero nipón. Aunque otros han crecido muchos, su leyenda es demasiado grande y nadie se le compara.
El caso es que todo este conjunto de ingredientes nos permiten seguir disfrutando de una historia que, lejos de estancarse en el deporte juvenil, supo dar un paso al frente y abrir mirar para no dejarlo todo en un grupo de niños que se enfrentaban los unos a los otros en entornos esencialmente controlados. Aquí hay más nombres, más rivales y más variantes, lo cual siempre se agradece. El mundo es enorme y Capitán Tsubasa lo sabe.
- Es pura nostalgia.
- Sigue siendo un buen spokon.
- Tiene un gran valor coleccionista gracias a su gran edición.
- Algunos secundarios comienzan a tener más importancia.
- Nos empieza a enseñar que los protagonistas no ganan siempre.
- Abrir la trama al mundo y a Europa le da más bagaje.
- Ha envejecido algo peor de lo que nos gustaría reconocer.
- El dibujo sigue fallando en cuanto a proporciones y definición, y lo seguirá haciendo hasta el final.
