Llevo unos cuantos días pensando en qué escribir sobre el tomo n.º 3 de After God, puesto que los últimos eventos acaecidos en el manga me han dejado… Ha sido intenso, aunque tal vez un poco confuso. Sin entrar en grandes detalles, esta entrega nos deja con tres grandes elementos: un cliffhanger, una revelación bastante siniestra y una resolución. En general, podría decirse que todas entran con buen tino, pero no son fáciles de seguir.
Al menos no de buenas a primeras. El cliffhanger nos deja bastante rotos, puesto que alguien hace algo que no te esperas. Es inesperado. Tal vez demasiado, ya que —aunque me tocará leerme los dos primeros tomos para asegurarme— no había pistas sobre ello. Siendo sincero, este tipo de cambios no me terminan de convencer en la mayoría de las ocasiones. Que alguien oculte algo y no se pueda descubrir de ninguna manera tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

El lado positivo es que provoca un mayor grado de sorpresa. Es imprevisto, reaviva el interés y genera buenos picos de tensión. Por el otro, es como sacarse un as de debajo de la manga… de la chaqueta que nunca nadie lleva puesta y de la que no sabías ni de su existencia. No te lo ves venir debido a que no hay ningún indicio que te permita intuirlo. En cierto modo, se podría decir que hasta es jugar un poco sucio.
En el caso de After God, no llega a ese extremo. Sí, se siente como que Eno-sensei ha jugado al despiste ocultando todas las pistas —válgase la redundancia— a cambio de un buen giro de guion y una nueva perspectiva. Como gancho, funciona, cosa que aplaudo, pero tampoco le habría sentado mal no haber ocultado todas las cartas.
Reseña del manga After God n.º 3 | Portada, sinopsis y edición

Algunos puntos de la capital han sido invadidos por los dioses y declarados zona de peligro. Waka, una joven que ha jurado matarlos a todos, se ve involucrada en el ataque del dios serpiente y es secuestrada. Justo entonces descubre que en su interior reside un dios incontrolable. Obikawa, por su parte, anima a Tokinaga para que siga viviendo tras verse sacudido por las pérdidas durante el ataque. Pero, de repente, los hechos dan un vuelco inesperado.
| Colección | After God vol. 3 de 8 (serie abierta) |
| Autoría | Sumi Eno |
| Género | Acción, drama, fantasía, sobrenatural |
| Formato | Tapa blanca con sobrecubierta |
| Tamaño y páginas | 13 x 18 cm con 192 páginas en b/n |
| Precio | 9,95 € |
| Traducción | Maite Madinabeitia (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 2 de octubre del 25 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
Todo sea dicho, si tengo que poner ambos aspectos sobre una balanza, esta se inclina claramente a favor del manga, puesto que continúa dentro de ese abanico de historias que disfruto leyendo. Lo único malo es que, por periodicidad (y ahí la editorial no puede hacer mucho, pues publicar el mismo manga todos los meses es inviable tanto para ella como para el consumidor), cuesta seguirle el ritmo.
After God no es una lectura compleja en el sentido de que traiga tramas imposibles de seguir, pero sí que tiene un carácter bastante abstracto. Esto provoca que sea fácil perder el hilo cuando lees un tomo cada varios meses. ¿Y esto qué significa? Que seguramente necesites refrescarte la memoria con el anterior antes de empezar con este.
Esta singularidad es relativamente habitual en la industria del manga española cuando nos salimos de historias algo más sencillas y/o longevas. Cuando llevas mucho tiempo detrás de una misma lectura, es fácil atar todos los cabos. Cuando solo llevas tres tomos y lees mucho, cuesta más, y eso es precisamente lo que me ha ocurrido a mí.
Los secundarios dan un paso al frente

Por suerte, es un problema que se soluciona muy fácilmente, ya que es cuestión de ponerse con el tomo anterior y listo. Dejando ya esto a un lado, debo confesar que After God está utilizando muy bien a sus secundarios, siendo esta nueva entrega una de las que mejor lo escenifica. Personajes que aparentemente no iban a aportar demasiado, de repente se han vuelto claves de una manera u otra.
La historia va más allá de Tokinaga y Waka. Aunque siguen siendo los protagonistas de la historia, el mundo no gira completamente a su alrededor. El resto de intérpretes sobre el escenario también tienen cosas que aportar a la historia, y esto es algo que valoro de manera esencial. Por ejemplo, Minami, Oroka y Obikawa dan un paso al frente muy importante.
Por un lado, tenemos a este particular “matrimonio” que está esperando a un hijo bajo los influjos de los restos de un dios. Ambos son muy particulares, ya que al primero se le injertaron partes del Dios Serpiente y la segunda está esperando un hijo de él, con todo lo que eso conlleva a nivel biológico; mezclar a un dios y a un humano es algo inédito, por lo que Oroka es especial.

No obstante, hasta la fecha su presencia había sido relativamente residual. En este tercer tomo se convierten, de golpe, en los protagonistas de una nueva subtrama tan escabrosa como escalofriante. Demuestran en muy pocas páginas que son capaces de darnos mucho y, al mismo tiempo, nos dejan con un par de escenas de las que te dejan sin aliento.
¿Y si los dioses también fuesen ‘víctimas’?
Viendo lo mucho que Eno-sensei ha sido capaz de aprovechar a estos dos personajes, espero más de lo mismo del resto. Si es así, After God irá sumando puntos a medida que pase el tiempo, pues pocas cosas hay mejores que una historia capaz de sustentarse en más de uno o dos personajes. Por su parte, Obikawa va a dar mucho de lo que hablar. No quiero entrar en detalles, pero…
Digamos que ahora tiene un papel indispensable dentro de la historia, y esto es algo que no me esperaba (por lo que comenté al principio). Bajo esa premisa, After God es capaz de ir un poco más allá, ofreciéndonos una historia que no se limita a matar dioses por supervivencia. De hecho, hasta cuestiona la situación tanto de estos como de los humanos, trayendo algún que otro dilema ético que aún no se ha terminado de explotar.


De la misma manera, ahonda en algunas de sus capacidades mientras explora el lado más oscuro del manga. Es uno de los tomos más duros en muchos sentidos. Pese a que no trae escenas tan grotescas como la del anterior, se sigue recreando en los detalles y pega más duro en el plano psicológico. Empieza a golpear y lo hace con saña. Y no lo digo en el buen sentido.
En resumen, After God sigue siendo una lectura interesante y entretenida que gustará especialmente a quienes gusten de narrativas algo más oscuras que no tienen miedo de mostrarnos una visión más funesta de la vida. Sin llegar al concepto de horror, destaca por ser bastante gráfico y por no andarse por las ramas. Si gustas de este tipo de historias, probablemente deberías echarle un vistazo.


- El dibujo es muy bueno.
- La premisa es atractiva y tiene un gran ritmo narrativo.
- Los personajes están bien construidos en primera instancia.
- Impacta mucho desde el primer momento.
- Genera curiosidad y te deja con ganas de más.

- Simplifica demasiado algunas cuestiones que resaltarían más con un desarrollo más profundo y complejo.