Reseña de La brujita oficinista n.º 1

Fandogamia es una editorial de las buenas, así que no nos esperábamos que pudiesen sorprendernos por trigesimoquinta vez con una de esas licencias que no te esperas. Esto es lo que nos ha pasado con nuestra reseña de La brujita oficinista y su primer volumen. Muchos de nosotros no la conocíamos ni a ella ni a su autora, pero ya podemos decir que somos fans. Lo único que lamentamos es que la serie solo se extienda por dos volúmenes, puesto que aún no ha terminado y ya tenemos ganas de más.

Sobre todo porque es una de esas historias que te agarra de la manita y te lleva a dar un paseo en otoño por el parque mientras llueven hojas. Sincera, directa y tierna, La brujita oficinista sorprende a propios y extraños por emitir una calidez tal que hasta tú te sientes parte de su historia. Así de buena y de cercana es la narrativa de su autora. No obstante, estamos adelantando acontecimientos. Como suele decir Jack el Destripador, vayamos por partes. Empecemos, pues, hablando de la edición.

Portada, sinopsis y edición

Serie y volumen	La brujita oficinista (1 de 2).
Autor	Maka Mochida.
Género	Fantasía, romance, slice of life.
Demografía	Shōjo.
Precio	8 euros.
Formato	Tankobōn B6, #líneaYamanote. Inserto de una página a color (160 pags.).
Traducción	Sagoru.

Fandogamia sigue manteniendo sus estándares de calidad habituales. La brujita oficinista no es una excepción en ese sentido, pudiendo destacar tanto la maquetación como la traducción, la edición, etc. En resumidas cuentas, un producto de buena calidad que no decepciona en lo más mínimo.

Reseña de La brujita oficinista n.º 1

De buenas a primeras, La brujita oficinista nos presenta a Misono y Shizuka, dos jóvenes cualesquiera que trabajan en la misma empresa. Bueno, o eso serían si Shizuka no fuese una bruja. Perdón, una «brujita». No es la única, puesto que, aunque no llegamos a ver a ninguna otra, su presencia no se entiende como una cualidad única en el mundo, sino como una rara excepción. No son demasiado comunes, pero el mundo conoce su existencia y forman parte de la sociedad.

Así lo entendemos desde la primera página. Maka Mochida inserta, con gran habilidad, esta particularidad con una naturalidad tremenda a través de un evento muy cotidiano: Misono, el otro protagonista de esta historia, vuelve de camino a casa por la noche. Hace frío y lleva un café consigo, pero ya no está caliente. Shizuka se encuentra con él de camino a casa y, en cierto momento, utiliza su magia para calentar de nuevo el café.

Esta simple secuencia nos dice en tan solo tres páginas cuál es el enfoque que ha adoptado la autora y cuál será la dinámica del manga. Es por esto mismo que podemos alabar la capacidad narrativa y el guion de Maka, pues es capaz de contar mucho con muy pocas cosas. Curiosamente, lo hace descuidando mucho los escenarios, ya que centra casi toda su atención en el diseño de sus personajes.

Un manga que «te pone chiquito»

Aquí, en realidad, podemos decir que La brujita oficinista no destaca por ser un manga con un arte excepcional que te capture desde el primer momento. Tampoco lo pretende. Maka, muy consciente del tipo de historia que quiere contarnos, utiliza un estilo más bien desenfadado. Sus trazos son ligeros y sus dibujos son muy tiernos. Tanto es así que podemos hablar de una obra que desprende un calorcito muy agradable en todas y cada una de sus páginas.

No sorprendemos a nadie diciendo que, durante nuestra lectura, nos hemos encontrado sonriendo como unos tontos. Cada escena, cada diálogo y cada viñeta están diseñadas para golpearnos directamente en el corazón… Y lo consigue. Es por esto que nos ha gustado tanto La brujita oficinista. Sin grandes alardes, transmite muchísimo. Es un manga con mucho sentimiento con el cual resulta muy fácil conectar.

Sea como fuere, si estas fuesen sus únicas virtudes nos quedaríamos con un regusto agridulce. Por suerte, no es así. Si bien es cierto que el guion no sorprende demasiado y viaja por unos raíles relativamente marcados, ofrece una premisa relativamente original y algunos giritos bastante interesantes. No son nada del otro mundo ni rompen la dinámica habitual, pero te dan justo lo que necesitas para mantenerte conectado con la historia.

Si el amor existe, es esto

A fin de cuentas, Shizuka es una joven agradable, simpática y muy cercana. Prácticamente, todo el mundo la adora, pero tiene un gran defecto: no sabe decir no. Para su desgracia, no todo el mundo es tan bueno como cabría esperar, así que algunos conocidos se terminan aprovechando de ella. En muchos casos, sin mala intención, mas termina siendo la recadera.

Misono, su compañero de trabajo, no está contento con esta situación. Así pues, intenta depender de ella lo más mínimo. No obstante, son compañeros de trabajo y tienen una relación relativamente cercana, así que sí que se ayudan el uno al otro cuando es necesario. Es a través de este contacto que la relación entre ellos se va acercando. Por suerte, La brujita oficinista no es un manga de adolescentes que no entienden sus sentimientos.

Maka emplea un estilo mucho más directo. Con algún que otro desvío, en general toma el camino rápido para presentarnos una relación que empieza de cero y en la que ambos aprenden a apreciarse más a sí mismos. Se mejoran y se ayudan a crecer, y es por eso que nos ha gustado tanto como funciona la dinámica entre ambos. Todo ello con algunas sutiles y muy entretenidas pruebas, como la presencia de algún ex dando vueltas por ahí, una situación complicada, etc.

Reseña de La brujita oficinista n.º 1 | Una historia cautivadora

Dicho esto, podemos ir concluyendo nuestra reseña de La brujita oficinista y su primer tomo. En líneas generales, hablaríamos de primeras impresiones. Sin embargo, como solo son dos volúmenes, ya estamos en el ecuador de la historia. Consecuentemente, sabemos qué es lo que nos espera, más o menos, con la colección completa. Sin más, nos quedan saber qué misterios, sorpresas e historietas nos presentará Maka.

Porque, como curiosidad, aquí los capítulos son muy cortitos. La extensión del manga es buena, pero la narrativa se construye con relatos cortos que se interconectan los unos con los otros a través de sus propios personajes. Sabiendo esto, podemos esperar más de lo mismo en la segunda entrega. ¿Y qué es eso? Pues un gran manga que encantará a los amantes del romance y los slice of life.

Tierna. Encantadora. Agradable. Una historia que te encoge el corazón, en el buen sentido, y te hace recuperar la fe en el amor. Bueno, solo un poco, no nos pongamos melosos, pero ya nos entendéis. Es, sin más, una historia preciosa con el don de cautivar a sus lectores desde la primera hasta la última página.

Como curiosidad, el autor publicó hace poco una secuela. O lo que es lo mismo, el capítulo #43 de la serie después de dos años, así que tal vez podríamos tener un tercer tomo dentro de un tiempo.

• Directo al corazón.
• Un slice of life con un gran ritmo y buen interés.
• Divertida y entretenida.
• Carismática.
• Narrativa bien planteada.

• El dibujo podría estar más trabajado. Los fondos son algo pobres.