Reseña de Don’t call it mystery n.º 1 | La magia de un buen diálogo

En nuestra reseña de Don't call it mystery n.º 1 os hablamos de un relato conversacional en donde el misterio y la psicología lo son todo.

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Poco a poco, Distrito Manga, filial de Penguin Random House que inició su andadura en el mundo del tebeo nipón hace poco más de un año, sigue expandiendo sus fronteras con obras de las que —en muchos casos— no teníamos mucha información. Así pues, poco a poco nos estamos redescubriendo ante un abanico de trabajos bastante singular. Esta situación se ha dado, por ejemplo, en nuestra reseña de Don’t call it mystery.

Normalmente, es bastante habitual que las editoriales recién nacidas escojan un target concreto y se desarrollen a partir de él. No obstante, con Distrito Manga estamos descubriendo que no es así. A su manera, se están abarcando muchos tipos de historias muy diferentes. La obra de Yumi Tamura es una de ellas.

Sobre todo porque es una lectura que se construye fundamentalmente a través de los diálogos. Después de un primer volumen muy, muy singular, nos hemos dado cuenta de que —en realidad— no ha pasado casi nada y que toda la acción se ha desarrollado en solo dos escenarios. Pese a ello, no solo nos sentimos completamente atrapados por su narrativa, sino que no podíamos dejar de leer.

Nos quedamos con ganas de más cuando, siendo realistas, no estaba sucediendo nada. A grandes rasgos, la conclusión de su primer arco y el inicio del segundo nos presentaron a un personaje que no podía dejar de hablar, pero con un gran poder de observación y una inteligencia muy construida sobre la lógica y la reconstrucción de escenarios. ¿Cómo? Pues ahora lo veremos, aunque antes nos detendremos —brevemente— en la edición.

Reseña de Don’t call it mystery n.º 1 | Portada, sinopsis y edición

Totonô Kunô es un estudiante universitario cuyo pasatiempo favorito es resolver misterios, pero todo se tuerce cuando la policía se planta en la puerta de su casa y lo acusa de ser el principal sospechoso del asesinato de un compañero de clase. Según parece, el joven vivía en las cercanías y han hallado pruebas que indican que el culpable es Totonô. Cuando da comienzo el interrogatorio, los agentes descubrirán que, tras su rostro calmado y pelo afro, se encuentra un detective la mar de perspicaz. Pese a que todos los indicios apuntan a él, ¿será capaz de hallar al culpable que anda incriminándole y salir impune de esta acusación de asesinato?

ColecciónDon’t call it mystery vol. 1 (en publicación)
AutoríaYumi Tamura
GéneroJosei, drama, misterio
FormatoRústica con sobrecubierta
Tamaño y páginas13,1 por 17,9 cm con 192 páginas en b/n
Precio8,95 €
MaquetaciónYellowkidworks
TraducciónMaite Madinabeitia (Daruma)
Fecha de lanzamiento30/03/2023

Ciertamente, empieza a ser algo bastante habitual que destaquemos el buen hacer de Distrito Manga en la producción e impresión de tebeos nipones. Tanto por traducción como por impresión y maquetación, la editorial está realizando un trabajo muy notable. En esta ocasión, lo cierto es que es más de lo mismo, aunque aquí sí que hemos encontrado un par de cortes en el paginado que se ajustan demasiado al borde

Por lo demás, está muy bien. De hecho, hemos disfrutado mucho de su lectura gracias a la gran adaptación idiomática del mismo. En un relato conversacional tal como este, es algo muy, muy importante, por lo que debemos valorar de manera muy notable el trabajo de la traductora.

Dicho esto, también recordamos que el tomo ha sido impreso con materiales procedentes de empresas responsables con el medio ambiente. Este es un detalle que encontramos en casi todas sus obras y que tampoco queremos olvidar.

Un manga que lo construye todo mediante el diálogo

Reseña Don't call it mystery n.º 1
Reseña Don’t call it mystery n.º 1

Dicho esto, ¿qué podemos esperar de Don’t call it mystery? Pues, para empezar, una historia en la que no sucede nada y al mismo tiempo ocurren muchas cosas. ¿Y cómo es esto? Empecemos por el principio. De buenas a primeras, Yumi Tamura —la autora— nos presenta a un joven cualesquiera llamado Totonô Kunô. Un día, mientras está cocinando en casa, recibe una visita de la policía; es el principal culpable de un caso de asesinato, por lo que debe acompañarles.

Lejos de llevarse por la presión, Totonô accede a ir con ellos, intercambiando con ellos unos primeros diálogos bastante insulsos. No obstante, poco a poco, nuestro protagonista demuestra que no es un chico muy normal. Al menos no si prestamos atención a su forma de hablar y/o de interpretar la situación. Hablador como él solo, demuestra una increíble capacidad de percepción.

Es un tipo muy observador que, mediante pequeños detalles, es capaz de discernir que alguien está teniendo problemas con su esposa, que una agente de policía perdió hace poco a su mascota y se siente frustrada en el trabajo, etc. Armado con una capacidad de observación sin precedentes y una inteligencia construida con base a la lógica, es capaz de desentrañar pequeños misterios que, poco a poco, van construyendo una historia mayor.

De hecho, antes de que nos demos cuenta, todo ha empezado. La trama, al menos la del primer arco, apenas se mueve. Cuando parece que la historia va a emplear el típico cliché de contar con un ciudadano para desarrollar a cabo una investigación, todo termina. Kunô, sin moverse de la comisaria, une pistas y ata cabos, desarrollando teorías muy interesantes.

La introspección psicológica como dogma

Reseña Don't call it mystery n.º 1
Reseña Don’t call it mystery n.º 1

Todo ello mientras va desentrañando secretos —superficiales en su mayoría, pero con un gran trasfondo— de aquellos quienes dicen estar investigando su caso. Alejándose de la tópica americana, la autora desarrolla una trama en donde el 95% de los eventos se desarrollan en forma de diálogos y suposiciones.

Diálogos que, todo sea dicho, no solo son extremadamente potentes (reconocimiento especial a la traductora en ese sentido), sino que son capaces de atraparte desde el primer momento. En cierto modo, podemos decir que Don’t call it mystery es un relato conversacional en donde todo el peso de la narrativa recae en los diálogos. Ni más, ni menos. Sin duda, es un organigrama bastante curioso, porque no es habitual que un manga se centre tanto en el texto.

Por norma general, la mayoría de mangaka tratan de incidir en los lectores mediante un argumento interesante y eventos singulares, por ejemplo. De una u otra forma, siempre hay un gag, un evento o un acontecimiento que va haciendo que la acción transcurra. Aquí no. Aquí todo se desenvuelve mediante esas conversaciones, dejándonos con una narrativa bastante estática, pero directa y entretenida.

En cierto modo, recuerda mucho a El mentalista, aquella serie de ficción en la que un hombre resolvía casos de policía interpretando y analizando la psicología de los demás. Con Kunô encontramos algo parecido, pero sin llegar a esos extremos. Es más normal y verosímil, pues todo acaba naciendo después de una serie de extracciones muy lógicas y coherentes.

Dos historias cortas para empezar

Reseña Don't call it mystery n.º 1
Reseña Don’t call it mystery n.º 1

Sabiendo esto, ya sabemos cómo se podría plantear el desarrollo del manga en general. No obstante, todavía es muy pronto para hablar, por el hecho de que en este primer tomo solo tenemos un caso y medio. Así es, la primera historia es la de la acusación de Totonô, mientras que la segunda empieza con el secuestro de un autobús en el que se ve involucrado.

El primer termina pronto, mientras que el segundo se queda por la mitad. Inferimos, pues, que los arcos no serán excepcionalmente largos. Al menos así debería ser siempre si quieren mantener nuestra atención, pues una trama demasiado extensa en donde se converse una y otra vez con el mismo personaje sería, sin más, aburrida.

Aquí la gracia es ir intercambiando escenarios y caracteres (aunque ya intuimos que habrá —y nos parece muy bien, la verdad— algunos que serán bastante recurrentes) mientras el protagonista nos sigue conquistando con su ‘labia’. En ese sentido, podríamos decir que la ausencia de secundarios algo más interesantes es un defecto. Sucede lo mismo con la profundidad de la trama; no podemos esperar un desarrollo especialmente complejo a largo plazo.

Seguramente, todo se resuma —tampoco nos parece mal— en la introspección psicológica y el pasado de nuestro protagonista, junto con las interacciones y curiosidades de los secundarios que vayan entrando en escena. Es lo más lógico, así que con esto ya sabéis (más o menos) que os podéis esperar.

Reseña de Don’t call it mystery: conclusiones

Reseña Don't call it mystery n.º 1
Reseña Don’t call it mystery n.º 1

Por lo demás, lo cierto es que Don’t call it mystery es un manga bastante normal. El dibujo está bastante bien, pero tampoco sorprende demasiado. Si bien es cierto que el diseño de los personajes es bastante singular por su peinado, lo cierto es que tampoco es nada del otro mundo. Hablamos, por tanto, de un relato de realidad que no pretende sorprender con un arte que se salga de la norma.

De hecho, esto es tanto una virtud como un efecto. Funciona muy bien y nos permite conectar rápido con los personajes y la historia gracias a su normalidad, pero a cambio no sorprende en ningún momento. El trazo es limpio, los paneles están bien organizados y los diálogos ocupan un papel central. En general, funciona, pero deja muy de lado los escenarios.

No es esencialmente detallista y el dibujo no termina de romperlo. Ahora bien, tiene bastante personalidad. Al igual que la historia, el arte de Don’t call it mystery tiene algo que lo hace bastante indistinguible. Sin llegar a romper ninguna frontera ni presentar algo esencialmente novedoso, sabe diferenciarse de los demás.

Esto es algo que, siendo sinceros, nos ha gustado mucho. Ahora bien, bebe de ciertos tópicos que encontramos en otros mangas habitualmente categorizados en la demografía josei. Y aunque no nos gusta este sistema de organización (las demografías nos parecen una tontería), es verdad que podemos encontrar ciertas técnicas y manerismos que sí podemos adscribir tanto al josei como a Don’t call it mystery.

  • El protagonista tiene un carisma brutal.
  • El desarrollo de la historia tiene mucho gancho y la historia es entretenida.
  • Los diálogos son muy potentes.
  • Aunque nos gusta el dibujo, no trabaja demasiado los fondos y no es muy detallista.
  • Si bien nos gusta, todo ocurre en el mismo lugar y no hay mucha acción. No es bueno o malo, pero demarca mucho el interés que puede suscitar en el lector según sus preferencias.

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