Amor felino. Así de contundente es la presentación de nuestra reseña de Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura, un manga de —Keiko Yoshikawa— que lleva bastante tiempo entre nosotros. Y ciertamente, el título es muy descriptivo, pues os vais a encontrar precisamente eso: el día a día de un joven matrimonio que convive con sus cinco gatos. Secuela directa de Katagiri tiene muchos gatos, funciona a la perfección como obra independiente.
Por desgracia, esta primera —al menos hasta donde nosotros sabemos, aunque esperamos que eso cambie— no está disponible en España. Ciertamente, tampoco es que importe mucho, porque la obra de Keiko Yoshikawa no necesita introducción narrativa. Sé que ya lo he dicho con anterioridad, pero quiero recalcarlo de nuevo: se puede leer de manera independiente, así que la primera parte «no es necesaria».
Dicho esto, Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura es un manga tipo slice of life y comedia sencillo, amable y tranquilo. Es decir, es una de esas series a las que me gusta categorizar junto con un café recién hecho y una manta. O tirado en el césped, depende de la época del año. Sea como fuere, esto es lo que mejor la define. ¿Por qué? Porque lo que busca es ofrecerte un rato de distensión y paz. Fuera dramas. Just chill. Bueno, vale, pero, ¿y qué más? Pues a eso vamos.
Portada, sinopsis y edición
Ryo y Mihoko son una paraja de recién casados que se muda a Kamakura… ¡Pero no están solos en esta aventura, porque les acompañan sus cinco gatos! Los siete forman la familia Katagiri al completo.
¡Una comedia conmovedora que te va a hacer amar todavía más a los gatos!
Autora | Keiko Yoshikawa. |
Traducción | Elena Díez Antón. |
Precio | 7,50 €. |
Formato | Rústica de tapa blanda con sobrecubierta. |
Sorprende, de buenas a primeras, la calidad de la portada. De tapa blanda, cierto, pero en papel duro. Es resistente y recia al tacto, aunque tampoco probéis sus límites. Es un detalle que me ha gustado, pero que se quedaría en nada si el resto del volumen no cumpliese con los estándares de calidad. No es así. Por suerte, Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura n.º 1 se define como un buen ejercicio editorial
Odaiba Ediciones ha encuadrado bien las viñetas, ha maquetado bien los episodios y ha incrustado de manera adecuada él —eso sí, escueto— contenido adicional que subyace en las últimas páginas del manga. Buena traducción, buena calidad en los materiales y traducción muy notable. Esto es lo que nos hemos encontrado en el primer tomo de la serie. ¿Queréis un adelanto? Los siguientes parecen estar al mismo nivel, y eso es algo que nos gusta.
Como defecto, que los rótulos (algunos) japoneses no están tan bien encuadrados. Esto es algo habitual en la industria, pero sigue siendo un punto que debemos reseñar. Por ejemplo, en muchas viñetas veremos la traducción incrustada cerca de la representación fonémica japonesa original y/o textos con un reborde blanco bastante amplio que buscan ocultar el texto nipón original. Por lo demás, un buen tomo.
Reseña de Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura n.º 1
Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes. En primer lugar, ¿qué podemos esperar del guion y la narrativa? Mucho y muy poco al mismo tiempo. Me explico: Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura es un manga que sabe perfectamente qué es lo que quiere ofrecer. Así pues, es directo en la narrativa y no se anda por las ramas. Como tal, enfoca todos sus esfuerzos en representar de manera adecuada la vida del matrimonio protagonista: Ryū y Mihoko.
Bueno, su vida y la de sus cinco gatos: Hatsu, Giara, Mino, Sanchu y Yukke. A cada cual con su propia personalidad, presentarán toda clase de situaciones que los amantes de los felinos y/o los compañeros de vida —que no dueños, siendo un término que rechazo— entenderán a la perfección. Así pues, es un manga con el que resulta especialmente empatizar (ese ha sido mi caso) si estáis acostumbrados a los gatos. En ese mismo sentido, podéis esperar un guion que gire en torno a las vivencias de nuestra joven pareja y de sus amigos con siete vidas.
Es por esto que puedo hablar de un manga que ofrece mucho, pues destaca —de buena manera— como historia tipo slice of life. Es tranquila y sosegada, ofrece narrativas con las cuales podremos empatizar muy fácilmente y, además, se construye a un buen ritmo. En líneas generales, es una lectura sincera y cuidada, con un estilo muy desenfadado, y una prosa ligera. Una vez más, lo resalto: sabe qué es lo que quiere, y consigue ofrecerlo.
Una narrativa sencilla, tanto para lo bueno como para lo malo
Por el lado contrario, esto nos impide disfrutar de cualquier tipo de giro argumental y/o revés narrativo. Carece, por lo tanto, de un interés concreto más allá del desarrollo del matrimonio y su relación tanto con el entorno como entre ellos mismos. Parte de la base de una mudanza, ofreciendo pequeños momentos de distensión y humor con base a los gajes habituales de un cambio de domicilio, pero poco más
Por eso podemos decir que también ofrece muy poco. Depende, por lo tanto, de aquello que estéis buscando. Presuponiendo que sí estáis interesados en un relato tipo slice of life, encontramos otras tantas virtudes. Véase, por ejemplo, el dibujo. Como tal, Yoshikawa Keiko no es un gran artista, pero es bueno en su trabajo. ¿A qué me refiero con esto? Es simple: el trazo es visualmente agradable y el trazo es muy limpio. La maquetación y el diseño son sutiles y, en general, tiende a resaltar a los gatos como animales muy monos y graciosos.
Por el otro lado, no enfatiza demasiado el diseño de los escenarios ni ofrece grandes escenas; el arte, desde su punto de vista, cumple con lo esperado, pero no sorprende. Esta, sin embargo, es una cualidad muy propia del slice of life, pues de otra forma perdería ese toque refrescante y afable que tanto le caracteriza. Es, como quien no quiere la cosa, una cualidad inherente del género que debemos valorar positivamente. Al menos en este manga, pues es lo que hemos venido buscando.
Amantes de los gatos, reuníos
Llegados a este punto podemos hablar del elemento central de esta historia: los gatos. A fin de cuentas, Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura es un manga que expresa un profundo amor por nuestros queridos amigos felinos. Este es, sin duda alguna, el eje central de la narrativa, ya que nos presenta todo tipo de ocurrencias gatunas. Es interesante ver como cada uno de ellos reacciona a diferentes estímulos según su personalidad.
Además, me gusta que el autor exteriorice sus sentimientos y pensamientos mediante cuadros de pensamiento o diálogos. Es una manera bastante interactiva de comprender cuáles son sus preocupaciones… Desde el punto de vista de un humano. Ciertamente, yo mismo me he visto en varias de las situaciones que el autor expone, y eso es algo que también me ha gustado.
No obstante, creo que la historia pierde un poco de fuelle si no tienes animales en casa y/o no te gustan demasiado. Es más, si no eres muy de gatos… Sinceramente, no creo que Diario de nuestra vida entre gatos en Kamakura sea un manga de tu agrado. No por nada son los grandes protagonistas de la obra. Dicho esto, he disfrutado de la lectura. Tanto es así que dentro de poco os traeré la segunda reseña. Mientras tanto, me despido, aunque solo durante unos días.
- Lectura agradable y tranquila. Ideal para momentos de distensión.
- El dibujo es muy ameno y el trazo es limpio.
- La edición y la traducción son buenas.
- Ideal para quienes tenemos gatos.
- Ofrece una visión muy interesante de nuestros amigos felinos.
- Es una serie corta (en total hay cuatro volúmenes), así que no parece que tengamos tiempo de cansarnos.
- No sorprende demasiado y el dibujo es bastante plano (es algo típico de los slice of life).
- Algunas adaptaciones fonéticas no disponen de la mejor gráfica.
- Si no te gustan los animales… No, no es para ti.