¡Qué ganas teníamos de traeros nuestra reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 4! Tras una larga espera —en realidad ha sido solo dos meses, pero a nosotros se nos ha hecho eterna— por fin podemos seguir con las desventuras y singularidades de Shikimori e Izumi. Y mira qué teníamos ganas, porque este particular slice of life nos ha conquistado desde el primer momento en que llegó a nuestras manos.
Eso sucedió en junio de 2022 gracias a Distrito Manga, editorial responsable de su serialización en España. Al menos si hablamos del manga, puesto que nuestra primera incursión con esta romcon llegó en abril de 2022 cuando Crunchyroll se decidió a licenciar y distribuir su adaptación animada. Desde aquel entonces somos fans de la que podría ser una de las parejas más cutes de la industria.
Sea como fuere, hoy no queremos hablaros de cuánto tiempo llevamos siguiendo a Keigo Maki y su obra. No. Como ya hemos comentado con anterioridad, nuestra intención es continuar con nuestro serial de reseñas. Y ahora que ya hemos asentado varios conceptos, podemos centrarnos en otros bien distintos que, de una u otra manera, hemos ido dejando olvidados. Dicho esto, ¡vamos al lío!
Reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 4 | Portada, sinopsis y edición
Tras la romántica cita de Izumi con Shikimori para ver los fuegos artificiales, ¡el verano ha finalizado! Ahora toca volver al instituto con energías renovadas, justo cuando comienzan los festivales culturales. En la clase de los tortolitos han decidido que para el festival harán una cafetería con los animales como motivo principal. Mientras Izumi prepara los disfraces, se queda tres horas a solas con Kamiya, la capitana del equipo de baloncesto y que… ¡Está colada por Izumi desde hace mucho tiempo!
La aparición de una rival no pondrá las cosas fáciles a Shikimori y puede que lleve a más de un malentendido… ¿Supondrá este obstáculo el fin de la relación entre nuestros protagonistas?
| Autoría | Keigo Maki |
| Volúmenes | 4 de 12 (serie abierta) |
| Género | Shōnen |
| N.º páginas | 144 |
| Precio | 8,95 € |
| Lanzamiento | 12/01/2023 |
| Reseña | Reseña de volúmenes anteriores |
Antes de comenzar, como viene siendo habitual, hemos querido detenernos en la edición. Así pues, la primera mención que queremos realizar tiene nombre propio: Eduardo Ozores Díez, traductor de DARUMA responsable de la localización al español. ¿Y por qué queremos citarle? Pues porque ha realizado un trabajo excepcional con la adaptación idiomática. En ese sentido también podemos destacar a Oliva Osanz, de Drac Studio, ya que su trabajo en la maquetación también es digno de elogio.
Por consiguiente, tomando estas dos referencias, podemos determinar que, una vez más, Distrito Manga ha hecho un buen trabajo con la impresión de su producto. Esto viene siendo la norma casi que desde el primer día, pues nos recordamos ningún lanzamiento que es haya visto emponzoñado por un mal trabajo de producción. En general, la colección completa está respondiendo a nuestros estándares de calidad, aunque sucede lo mismo con el resto de sus productos.
Pero… ¿Y el manga como tal? Pues vamos a ello ahora mismo.
Una comedia romántica
Llegados a este punto, Shikimori es más que una cara bonita está logrando solventar (poco a poco) uno de sus principales ‘problemas’: la escasa presencia de personajes secundarios y/o su poca relevancia en la historia. En esta cuarta entrega los amigos de la pareja han ganado más importancia. Destaca, sobre todo, el caso de Nekozaki, una de las mejores amigas de Shikimori.
Y no es porque aparezca más en ‘pantalla’, sino porque ahora comprendemos un poco mejor su trasfondo. Parece ser que Keigo Maki quiere introducirlos poco a poco a través de historias propias. En la de Nekozaki alcanzamos a comprender un poco mejor su relación con la protagonista, por qué tienen esa particular ‘rivalidad’ o cuál es la razón de que su relación sea tan ‘intensa’.
Inuzuka y Hachimitsu todavía no han tenido ese momento, pero ahora entendemos que será poco a poco. De una u otra manera, al autor le gusta tomarse su tiempo para desarrollar a los personajes. Esto es algo típico en ciertos slice of life, así que —ahora sí— sabemos cuáles son sus planes. Nos gustan, porque nos permite disfrutar a nuestro ritmo de la historia, aunque le quita algo de ‘impacto’.
Sea como fuere, estos tres no son los únicos personajes que entran en escena. En este cuarto tomo conocemos a Kamiya, una joven muy querida (e idolatrada) en el instituto por su gran capacidad para el deporte, su tranquilidad y su porte. Lo que muy pocos saben es que Kamiya está enamorada de Izumi, lo que genera un primer conflicto inesperado.
El amor también puede ser doloroso
Lo más interesante de la presencia de Kamiya es que nos muestra un lado poco conocido hasta el momento: el desamor. Shikimori es más que una cara bonita siempre se ha definido como una obra más bien alegre, pero en esta ocasión aborda algo tan ‘duro’ como ese desamor. Nos ofrece, pues, un enfoque muy diferente en donde tanto Kamiya como Shikimori nos sorprenden (para bien) en la forma de gestionar la situación.
De hecho, nos gusta mucho, puesto que se aleja de la pesadez propia del drama y lo aborda desde un enfoque algo más liviano, pero igualmente interesante. Y si bien es cierto que pierde fuelle como posible gancho narrativo, nos permite ver un lado desconocido de nuestros personajes preferidos. Sin más, la inclusión de Kamiya está bien encuadrada dentro del contexto general de la obra y esperamos ver más de ella.
Sobre todo porque, más allá de ese desamor, es un personaje con un lado ‘oculto’ muy llamativo. Lejos del idealismo al que sus compañeros la someten, deja entrever que esa posición no es sana. Así pues, exploraremos sus inseguridades mientras nos explica que el mundo puede ser ‘cruel’ sin pretender serlo, ya que no nos deja ser como nosotros mismos somos.
Gracias a todo esto, y a la historia paralela de Nekozaki y Shikimori, el manga nos ofrece facetas bien diferenciadas de distintos personajes sin salirse del hilo principal: la relación de Micchon Shimimori y Yû Izumi. Sí, su nombre es Micchón. Y como siempre, esta es tan tierna como cabría esperar con momentos en los que Shikimori se convierte en el personaje badass de la obra con grandes expresiones y acciones ‘heroicas’.
Reseña de Shikimori es más que una cara bonita n.º 4: conclusiones
Por méritos propios, Shikimori es más que una cara bonita es una de nuestras comedias románticas preferidas del momento. Sensible, tierna y graciosa, es capaz de contarnos una historia interesante (aunque carezca de ganchos narrativos significativos) y entretenida para casi todos los públicos. Y si bien es cierto que sorprende la timidez de sus dos protagonistas cuando llevan algo así como un año juntos, nos sigue gustando.
El paroxismo de ambos en ciertos momentos, como a la hora de plantearse la idea de darse un beso (cosa que ni se les pasa por la cabeza), puede ser ‘irritante’, pero también tiene su lado tierno. Son una pareja muy pura en donde es ella quien suele tomar las riendas y quien a veces busca algo más, justo para después avergonzarse. Esto es, en cualquier caso, un pequeño reflejo de cómo interpreta las relaciones el país nipón.
Por lo demás, Shikimori es más que una cara bonita es un manga que os recomendaríamos sí o sí siempre y cuando os gusten las romcom y los slice of life, pues se construye como una combinación de ambos géneros. Por lo demás, Distrito Manga se ha hecho con una licencia muy interesante de la que esperamos seguir teniendo noticias durante mucho tiempo.
- Divertido y fácil de leer.
- Buena edición.
- Entretenido y simpático. Su concepto del amor es tierno y llamativo.
- Ignora los llamados «roles de género».
- Buena construcción de personajes principales.
- Dibujo limpio, diseño adecuado y ritmo dinámico.
- Los secundarios necesitan más tiempo en escena, pero esto está mejorando.
- La narrativa sigue siendo un poco difusa, pero mejora por momentos.
