
Alan Moore es, por méritos propios, uno de los autores más destacados de los últimos años. En su haber se cuentan grandes obras como La liga de los hombres extraordinarios, V de Vendetta, Watchmen o Batman: la broma asesina. Habiendo recogido sus trabajos durante años, diversas editoriales hispanas han rendido pleitesía al guionista de muy diversas formas. En esta ocasión hemos venido a hablaros de uno de sus últimos trabajos en llegar —reeditado— a España. Se trata de Promethea, o más bien de la edición deluxe que está publicando ECC Ediciones.
Ahora bien ¿qué podemos esperar de este primer volumen de tres? Para empezar, Promethea vol. 1 recoge los doce primeros —en 384 páginas— números del tebeo original. Es en formato a todo color con tapa dura formato cartoné (deluxe) con funda de plástico a medida. La textura de la portada es increíble y el material de impresión es de muy buena calidad. Aparte, el coloreado, la maquetación y la traducción son muy notables. Habrá quien piense que los 44 € que vale son algo excesivos, pero ya os digo que están muy justificados. Es una compra excelente en cuestiones de calidad. Ahora bien, se entiende más como material de coleccionismo. Si preferís una edición más sencilla, también la tiene.
No obstante, encontraréis varias diferencias. Más allá de los materiales deluxe que se han empleado, la edición de lujo de Promethea incluye los guiones de Alam Moore varios capítulos. De la misma forma, J.H. Williams —artista principal— también tiene su cota de protagonismo con una remesa de dibujos originales en blanco y negro. Estos últimos son una verdadera delicia, todo sea dicho.
Sinopsis y descripción
Nueva York, 1999. En una realidad alternativa y futurista, Sophie Bangs, una estudiante universitaria del montón, se ve obligada a convertirse en la nueva encarnación viviente de la imaginación pura: ¡Promethea! ¿Quién es Promethea? ¿Hasta dónde se remonta su existencia? Para proteger el reino de la imaginación y la realidad misma, Sophie deberá descubrir todos los secretos de sus predecesoras.
Publicada originalmente entre 1999 y 2005, Promethea es una de las obras más especiales surgidas de la mente del aclamado guionista Alan Moore. Formando un espectacular tándem creativo con el dibujante estrella J.H.Williams III (Sandman: Obertura), el guionista de Watchmen o V de vendetta da forma a una innovadora historia que entremezcla la tradición del cómic de superhéroes con la filosofía, la magia, la mitología y lo sobrenatural. Esta nueva edición Deluxe, dividida en tres volúmenes, contiene material extra inédito en España.
Promethea (edición deluxe) vol. 1

Promethea (edición deluxe) vol. 1 se presenta como una aventura de fantasía heroica muy imaginativa. Todo empieza bajo el abrazo de una suerte de cuento que nos introduce, muy sutilmente, el mito de Promethea. Se reconstruye un breve fragmento del pasado y, justo después, se nos transporta al presente. Allí conocemos a Sophie Bangs, una joven universitaria que está estudiando la figura de Promethea. A grandes rasgos, hay muchísimas leyendas inconexas que aluden a ella, pero no está del todo claro. En cualquier caso, sus pesquisas la llevan a recorrer diversos lugares mientras indaga en la leyenda. En el proceso, más pronto que tarde, es azotada por las inclemencias de la fantasía.
Alan no se anda con rodeos y, casi desde el principio, nos revela que Sophie ha sido elegida como la nueva encarnación de Promethea. Quienes ya hayan leído con anterioridad algo de Moore no se sorprenderán, aunque habrá quienes sí lo hagan. No por nada, el prolífico guionista se esfuerza por crear mundos tremendamente imaginativos. Al menos ha sido en Promethea. Para empezar, porque reconstruye el mundo con variaciones retro-modernistas dentro de la historia y la cultura antigua y contemporánea. Aparte, mide bien las distancias y ataca la historia con un ritmo trepidante. Rico en detalles, el guion nos atrapa desde el principio al tiempo en que el maravilloso arte de Williams nos seduce con su preciosista paleta de colores y su hermoso trazo.
De estilo muy pulcro, los trazos son finos, pero muy libres. Ya sea en escenarios o personajes, el artista se deja llevar y nos regala una pequeña obra de arte. Promethea ofrece una comunión total entre arte y guion aun con la transformación y progresión que protagoniza el tebeo a lo largo y ancho de su lectura. Comenzamos con una Sophie inocente y curiosa. Al principio se deja llevar por la situación, aunque no será un camino de rosas. Como no podía ser de otra forma, un buen puñado de enemigos se esconden en las sombras. Todo en un ambiente retro-futurista con críticas sociales incrustadas en varias de sus viñetas, ya sea a través de eslóganes o los propios medios (de forma irónica) de comunicación.
Imaginación desbordante, pasión incontrolable

Para lo bueno y lo malo, Alan Moore es caballo viejo; ya sabemos de que pie cojea. Véase, por ejemplo, su afán por reinventar. Por un lado nos regala un mundo tan original que, en ocasiones, hasta resulta abrumador. Aborrece los tópicos y detesta los clichés, lo cual —a veces— le puede llevar por el camino. Entiéndase como giros de guion algo forzados o narrativas que pueden resultar abrumadores al alejarse tanto de la convención. Por el otro lado, todo esto nos permite redescubrir el mundo del cómic desde una perspectiva bien diferente. En este caso lo haremos a través de la dicotomía entre el mundo real y el mundo de la imaginación. La realidad está representada por el mundo «tal y como lo conocemos». La imaginación toma forma en Inmateria, un reino que es pura fantasía.
Sea como fuere, la confrontación tiene su aquel, ya que afecta al orden natural de las cosas en la realidad. Esto en concreto lo lleva muy bien; es uno de los principales ganchos de la historia. Así pues, Promethea se convierte en una especie de relato de sucesos con puñetazos de fantasía y ciencia ficción por doquier. Es en estos últimos donde destaca de verdad. En parte se debe a la muy interesante construcción de personajes. Compleja por sí sola, el cómic es casi un acertijo. Dicho de otra manera, vais a tener que pararos a leer con mucha tranquilidad si queréis entender que está pasando. Moore —y por efecto rebote, Williams— es bastante abstracto en ciertos pasajes. No es fácil seguirle; hay que hacer un buen esfuerzo de comprensión lectora.
Menos mal que Williams es un artistazo y que Mick Gray —dibujante y colorista— también tiene buena maña, porque de otra forma no entenderíamos nada. Moore adora usar simbologías propias y reales, marcas esotéricas y toda clase de chismes mágicos para dar sentido a sus obras. Vamos, que no te asustes si tienes que volver a leer algunas páginas mientras repasas todos los detalles del escenario para entender que diablos está sucediendo. Podemos decir que la mayor virtud (y defecto al mismo tiempo) de Promethea es su carácter inverosímil e inesperado. Sea como fuere, el choque de referencias y las muy múltiples idas y venidas del autor resultan en una obra magna que devorará vuestro tiempo libre sin piedad alguna.
Reseña de Promethea edición deluxe volumen 1, conclusiones

Promethea es la expresión máxima de Alan Moore en todas y cada una de sus vertientes. Para quienes no lo conozcan, esto vendría siendo una especie de relato con toques anarquistas (el autor empodera el sentimiento de libertad por encima de cualquier otra cosa) bajo la dicotomía entre la realidad —con el carácter urbano de la ciudad— y la imaginación —potenciada hasta su máximo exponente a través de la fantasía y ciencia ficción que encarnan Inmateria—. Una verdadera odisea que replantea, en más de un sentido, el valor del tebeo convencional y desdibuja el concepto de héroes, dioses y villanos como pocas veces hemos visto. Una obra recomendadísima teniendo en cuenta, eso sí, la complejidad de su lectura.
Respecto a su valor individual, Promethea (edición deluxe) vol. 1 es una excelente edición de coleccionista que no tiene nada que envidiarle a nadie en cuestiones de calidad. La impresión, la maquetación, etc. son dignas de muchos elogios. Podemos concluir, por tanto, que estamos ante una señora edición de lujo que gustará, sobre todo, a los coleccionistas y/o a los más fervientes admiradores de Moore. También, cómo no, a quienes se hagan llamar seguidores de Promethea. Una obra muy recomendada.