De cuando en cuando, la industria del cómic —incluso dentro de sus universos más manidos y/o desarrollados— es capaz de enseñarnos algo que huye de la normal. Curiosamente, el Caballero Oscuro ha demostrado en varias ocasiones que esto se le da especialmente bien, y el protagonista de nuestra reseña del día, Joker/Batman: la carta ganadora, es un buen ejemplo de ello. A grandes rasgos, podemos hablar de una obra que sque logra destacar por la manera en la que aborda el sempiterno duelo entre ambos personajes bajo la atenta mirada del mítico Jim Gordon.
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Bajo el guion de Tom King y el arte de Mitch Gerads, esta historia, publicada por ECC Ediciones, ofrece una interpretación bastante particular de la batalla entre «el bien y el mal» en un baile de claroscuros en el que a veces hasta resulta complicado hasta discernir qué es lo correcto. Examina de manera muy interesante la tensa relación entre el arlequín y el justiciero, sumergiéndonos en una experiencia tan perturbadora como fascinante. Todo ello dentro de un espectro de normalidad en el sentido de que no es una obra maestra, pero tampoco una lectura que se pueda desdeñar.
Podríamos decir que es un notable solvente que no termina de despuntar para colarse en lo más alto de nuestro podio. Sabe encontrar su lugar mediante una narrativa bien construida y una lectura mayormente interesante. Ahora bien, aunque la premisa del primer enfrentamiento entre Batman y el Joker es interesante, algunos lectores podrían sentir que la historia no aporta grandes novedades al mito de Batman. El argumento, en ciertos momentos, sigue patrones predecibles para quienes ya están familiarizados con la dinámica entre estos dos personajes.
Reseña de Joker/Batman: La carta ganadora | Portada, sinopsis y edición
Jim Gordon y la policía de Gotham City se ven obligados a detener a un asesino en serie que avisa a sus víctimas con antelación. Y cuando les llega la hora de morir, lo hacen con una estrafalaria sonrisa en el rostro. Resulta familiar, ¿verdad? La carrera del Caballero Oscuro acaba de empezar, pero queda muy poco para que conozca a su archienemigo mientras, en un parque, una niña extraviada conoce a un simpático hombre de tez pálida y pelo verde. Tom King y Mitch Gerads, los autores de Mr. Milagro y El sheriff de Babilonia, nos traen La carta ganadora, una revisión del primer encuentro de Batman con el Joker que es, además, uno de los relatos más terroríficos de la historia reciente de DC Comics.
Título | Batman: The Brave and the Bold núms. 1-2, 5, 9 USA |
Guion | Tom King |
Dibujo | Mitch Gerads |
Género | Acción, héroes |
Tamaño y páginas | 112 páginas. A color. Cartoné |
Traducción | Bárbara Azagra Rueda |
Fecha de lanzamiento | 31/07/2024 |
Precio | 19,59 € |
Como viene siendo habitual, ECC nos ha dejado con un producto de buena calidad en donde tanto traducción como maquetación y edición está a la altura de lo que cabría esperar. Sin grandes alardes, pero con una puesta en escena muy sobria, satisfacerá a casi cualquier amante de los tebeos.
Los primeros pasos de un monstruo que siempre está sonriendo
Lo primero que resalta de este cómic es el contexto en el que se desarrolla. Situado en el llamado Año Uno de la carrera de Batman, cuando Bruce Wayne apenas comienza su cruzada contra el crimen en Gotham, la ciudad se presenta como un lugar sombrío y peligroso, con un aire denso y cargado de incertidumbre. King apuesta por esa Gotham —ya conocida— asfixiante, donde el crimen ordinario está a la orden del día. Todo sea dicho, pese a que la urbe se define como escenario opresivo, no se explora demasiado su potencial.
En gran parte de la historia, la ciudad parece más un telón de fondo que un personaje vivo, lo cual podría haber sido aprovechado para añadir más profundidad al conflicto. En lo que respecta al antagonista, y cambiando un poco el foco, podemos decir que la llegada de un villano como el Joker marca el inicio de un nuevo tipo de terror. Uno que va más allá de los simples delitos callejeros. Este es uno de los puntos clave que define a La carta ganadora. No es solo una historia de acción, sino una obra impregnada de un horror psicológico que transforma al Joker en una amenaza verdaderamente aterradora.
Así que sí, esta historia es algo así como una suerte de ampliación del origen del Caballero Oscuro, pues narra los primeros pasos de su carrera al tiempo en que conoce al que será uno de sus peores archienemigos. Eso sí, el Joker de esta historia no es el típico villano bufonesco o exagerado. Es una figura casi espectral, un monstruo que siembra el caos de manera metódica y despiadada. Desde el principio, la trama se encarga de establecer su presencia de una manera inquietante, incluso antes de que aparezca en escena.
Una historia que se recrea en el miedo a lo desconocido
Las primeras páginas, donde su sombra se cierne sobre los personajes sin mostrarse abiertamente, logran un impacto notable. King juega con la tensión, creando una atmósfera opresiva que mantiene al lector al borde del asiento. De cualquiera manera, a pesar de su tensión palpable, algunos momentos de la trama pueden sentirse algo lentos, sobre todo en escenas de transición donde la historia parece detenerse para desarrollar detalles que no avanzan tanto el conflicto principal.
Por el lado contrario, la introducción del Joker es muy efectiva precisamente porque apela al miedo de lo desconocido, ese terror latente que crece con cada página hasta culminar en su aparición física. Dicho esto, uno de los mayores logros de La carta ganadora es el modo en que explora la relación simbiótica entre Batman y el Joker. Aunque Bruce Wayne ya ha comenzado su labor como vigilante, aún está lejos de ser el héroe experimentado que conocemos. En esta versión, lo vemos más vulnerable, más humano, y esto se refleja en su interacción con el Joker.
Todavía en desarrollo, este Batman debe enfrentarse a una fuerza caótica que desafía su lógica y sus principios. Aquí es donde la historia brilla, pues King construye un duelo psicológico entre los dos personajes que va mucho más allá de los golpes o los enfrentamientos físicos. La tensión radica en las diferentes perspectivas que ambos tienen sobre la justicia, el caos y la moralidad. El trabajo de King al desarrollar al Joker es escalofriante, y su enfoque no deja espacio para redenciones o ambigüedades.
Pura maldad
Este Joker es pura maldad, alguien que se deleita en el sufrimiento ajeno y que no tiene ningún tipo de compasión por sus víctimas. El guionista se las ingenia para darle un toque oscuro y retorcido, utilizando un humor macabro que funciona como leitmotiv a lo largo de la historia. Este contraste entre las bromas crueles y las acciones brutales del Joker refuerza la idea de que estamos ante un villano que disfruta trastocando el orden establecido, un agente del caos en su forma más pura.
Empero, no solo el guion de King es lo que hace que La carta ganadora destaque. El arte de Mitch Gerads es un componente crucial para el éxito de la obra. Con un estilo gráfico más oscuro y crudo de lo habitual, Gerads consigue plasmar la desolación y el terror que impregnan cada rincón de Gotham. El uso de sombras, colores apagados y una composición de viñetas que enfatiza la sensación de peligro constante crea una atmósfera visualmente perturbadora. Es especialmente notable su representación del Joker, quien se siente más como una presencia sobrenatural que como un simple ser humano.
Cada aparición suya en las páginas está cargada de tensión, haciendo que incluso sus momentos más tranquilos resulten inquietantes. El dibujo de Gerads también resalta por su atención al detalle. Los personajes, especialmente Batman y el Joker, están dibujados con una precisión que capta sus emociones de manera sutil pero efectiva. Las expresiones faciales, las posturas y los gestos hablan tanto como los diálogos, añadiendo una capa adicional de profundidad a la narrativa.
Alfred y Gordon, dos personajes vitales… y desaprovechados
En general el estilo visual de Mitch Gerads es oscuro y efectivo. No obnstante, en algunas viñetas, la calidad del dibujo puede parecer inconsistente. Algunos detalles se pierden en la oscuridad o en la simplicidad del trazo, restando impacto a ciertas escenas clave. Por suerte, el tebeo supera esos momentos con sultura. La combinación de lo visual y lo narrativo crea una sinergia que eleva la historia, logrando que las escenas de confrontación entre Batman y el Joker no solo sean impactantes, sino también memorables.
Otro aspecto destacable es el tratamiento que King le da a los personajes secundarios, como el comisario Jim Gordon y Alfred Pennyworth. Aunque Batman y el Joker son los protagonistas absolutos, el papel de estos personajes añade una dimensión adicional a la historia. Gordon, que aún está en las primeras etapas de su carrera como policía en Gotham, es retratado como alguien que lucha por mantener el control en una ciudad que parece estar siempre al borde del abismo. Su relación con Batman también se explora de manera interesante, presentándolos como dos hombres que, aunque tienen métodos diferentes, comparten el mismo objetivo: detener al Joker antes de que cause más caos.
En cuanto a Alfred, su papel como mentor y figura paterna de Bruce Wayne es esencial para el desarrollo del protagonista. King utiliza a Alfred como una especie de conciencia moral para Batman, recordándole la importancia de mantener sus principios, incluso cuando se enfrenta a un villano tan despiadado como el Joker. Esta dinámica añade un toque emocional a la historia, humanizando aún más a Batman y haciéndolo más accesible para el lector. También es verdad que, aunque Jim y Alfred tienen un papel relevante en la historia, su desarrollo es algo superficial. Se podría haber profundizado más en sus conflictos internos o en su relación con Batman, lo que habría dado mayor peso emocional a la trama.
Reseña de Joker/Batman: La carta ganadora, conclusiones
Para ir terminando, podemos decir que Joker/Batman: la carta ganadoraes es un trabajo que aborda un tema recurrente dentro de la mitología de DC con bastante habilidad. Pese a que veces puede resultar algo predecible y no termina de hacer una apuesta total, logra darnos un enfoque con cierto sentimiento de novedad bien acompañada de una historia que mezcla habilmente guion y arte. King y Geards trabajan bien el uno con el otro, siendo este uno de los grandes motivos por los cuales podemos decir que la lectura no solo funciona, sino que es interesante.
- La interpretación profunda y humana de Batman.
- La construcción atmosférica y oscura de Gotham.
- El desarrollo psicológico del Joker, más siniestro que nunca.
- El arte de Mitch Gerads, que potencia la narrativa.
- El enfoque introspectivo de Tom King en los personajes principales.
- La tensión constante que mantiene el lector al filo.
- Algunas partes de la trama se sienten predecibles.
- El desarrollo de personajes secundarios es algo superficial.
- El ritmo decae en ciertas secciones, haciéndolo lento en momentos.