Cuando se confirmó el relanzamiento de la obra magna —una de tantas en realidad— de Rumiko Takahashi, en la redacción no pudimos estar más contentos. Algo que se exacerbó todavía más cuando Planeta Cómic reveló que este no sería el único trabajo de la autora que reeditarían y/o licenciarían durante los próximos meses. Tanto es así que durante las últimas semanas también hemos podido disfrutar de otras grandes series como, por ejemplo, Mermaid Saga.
No obstante, cuando uno piensa en la creativa nipona, inevitablemente acaba enunciando trabajos tales como Urusei Yatsura, Ranma ½ o InuYasha, siendo estas sus obras prominentes. Y no porque no tenga otros grandes trabajos, sino porque estos han sido —probablemente— los que más impacto y relevancia han tenido con el paso de los años. De esto mismo ya hablamos en nuestra primera review, por lo que hoy queremos centrarnos en otros aspectos.
Más concretamente, en el constructo general de la historia, en él valore atemporal de la obra y en la evolución y desarrollo de sus personajes. A fin de cuentas, aunque ahora pueda parecer menos innovador, la mangaka marcó un antes y un después en la literatura (en formato tebeo) en el país del Sol Naciente. No ha sido la única, por supuesto, pero sí una de las que más ha desarrollado ideas como la de la mujer guerrera y luchadora.
Algo especialmente relevante en aquellos años, pues eran muy pocos los que se atrevían con algo así. Por supuesto, poco a poco —y en diferentes tiempos— hemos visto como esta idea se extendía todavía más, pero con Rumiko fue especial. Tal vez porque fue una de las artistas femeninas más importantes de su época. ¿Quién sabe? Lo único seguro es que cuando leemos uno de sus mangas, sabemos inmediatamente que es suyo.
Reseña del manga InuYasha n.º 2 | Portada, sinopsis y edición
Inuyasha y Kagome, ya como compañeros con un mismo fin, reunir los fragmentos de la Joya de Cuatro Almas, conocen a un joven samurai llamado Nobunaga, quien junto a su mono Hiyoshimaru quiere rescatar a la Doncella Tsuyu de su esposo el terrateniente, ya que ha oído que es un demonio que está devorando el alma de las muchachas.
| Colección | InuYasha vol. 2 de 30 |
| Autoría | Rumiko Takahashi |
| Género | Acción, aventura, romance, fantasía, isekai, isekai invertido |
| Formato | Rústica sin solapas con s/cub. |
| Tamaño y páginas | 14,8 x 21 cm con 344 páginas en b/n |
| Maquetación | Planeta Cómic |
| Traducción | Marc Bernabé (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 26/04/2023 |
| Reseñas | Reseña del primer volumen |
Dicho esto, podemos empezar a desgranar las bondades de una edición que hace muchas cosas bien. Algo que —todo sea dicho— no solo es habitual en Planeta Cómic, sino que destaca todavía más cuando hablamos de volúmenes en formato kazenban. Sin duda, este es uno de los que más nos gusta, ya sea mediante tomos 3 en 1 (como en One Piece) o mediante el mismo ejemplo de InuYasha.
¿Y por qué nos gusta tanto? Pues porque incluye un margen interno en blanco que facilita mucho la lectura. Es decir, el límite físico del dibujo y las viñetas no tocan con el interior del tomo, pues dispone de un par de centímetros de margen. Al hacer esto, aunque a veces el límite físico de los bordes externos es demasiado justo, se gana en ergonomía y comodidad. O lo que es lo mismo: la lectura es más sencilla.
Junto con esto, podemos decir que la metodología 2×1 le sienta verdaderamente bien a casi cualquier obra. El caso de InuYasha no es diferente, por lo que podemos alabar el resultado final obtenido. Sobre todo cuando sumamos a la ecuación el buen trabajo de impresión, traducción y maquetación. O lo que es lo mismo, es un producto de calidad.
Un isekai que va más allá de un único mundo de fantasía
Ahora que ya sabemos cómo es la edición, podemos hablar de su contenido y de su concepto de isekai invertido. Malacostumbrados a un mundo de fantasía en el que un personaje se ve arrastro por el azar y la mala suerte, la interacción y la relación de los protagonistas de isekai para con su pasado y su familia suele ser un punto débil en casi cualquier obra. No obstante, en la obra de Rumiko es todo lo contrario.
Por un lado, aunque Kagome ha demostrado un alto grado de responsabilidad para con la realidad alternativa del pozo, no se olvida ni de su familia ni de sus obligaciones sociales. Es por esto mismo que, ahora que ya ha dominado las idas y venidas, va y vuelve entre un mundo y otro. ¿Para qué? Pues para hacer sus exámenes, ver a su hermano, su abuelo o su madre, charlar con sus amigas…
Nunca son un elemento central, pero definen muy bien la dualidad entre mundo real y mundo alternativo. Kagome sigue siendo una niña, por lo que es lógico y normal que no quiera desprenderse de sus seres queridos. Por mucha fantasía que haya en el otro lado del pozo, tiene una vida que no quiere abandonar. Algo lógico y que podríamos adscribir a casi cualquier persona del mundo.
Sea como fuere, gracias a esto nos encontramos con un manga de fantasía que ofrece retazos de realidad y desarrolla a sus personajes de forma lógica y coherente. Lejos de ofrecer una adaptación inmediata, nos muestra un proceso de inmersión progresiva en donde hasta el propio Inuyasha termina interactuando con el mundo real.
Dos personajes principales que comienzan a evolucionar
Y decimos mundo real cuando, en realidad, la separación espacio-temporal es mucho más compleja, pero eso es otro tema. Otro tema que, todo sea dicho, ni el propio manga explora demasiado. Bajo el emblema del entretenimiento, Rumiko omite deliberadamente casi cualquier explicación relacionada con los dos mundos del pozo. En el primer tomo nos ofrece algunos retazos de lo que podría estar ocurriendo y de la realidad temporal de ambos mundos, mas no profundiza en ello.
Esto se podría entender como un error y, para muchos, lo será, pero entendemos que en aquel momento fue una decisión creativa en favor del ritmo y el dinamismo. Ambos rasgos, de hecho, son muy característicos de este trabajo de Rumiko, pues la acción avanza casi tan rápidamente como la relación de Kagome e Inuyasha. Y no nos referimos al romance, sino a la confianza.
Aunque está claro que entre ambos ya hay cierto grado de atracción, todavía no se ha profundizado demasiado en ese tema. Ambos se están conociendo, tanto a nivel individual como dentro del contexto de sus respectivos mundos. Esto es algo muy importante, pues nos permite entender mucho mejor la realidad de cada uno y los posibles choques que pueden o podrán tener.
Algo que tiene especial importancia en Inuyasha, personaje que refleja a la perfección la idea del hombre duro que no debe ni quiere mostrar sus sentimientos. Menos arrogante y más comprensible, sigue sin aceptar que Kagome le importa, por lo que busca siempre algún tipo de escusa para ayudarla cuando es menester.
Reseña del manga InuYasha n.º 2 | Conclusiones
Con esto en mente se van construyendo las bases de una historia de fantasía en donde la muerte está muy presente, aunque no de manera principal. Durante la historia, diversos monstruos, demonios y espíritus interactuarán con muy diversos seres, tanto humanos como de fantasía. Muchas veces, lo harán de manera agresiva, produciendo escenas muy parcas (pero descriptivas) en donde la sangre acaba tomando el control
Por ejemplo, conoceremos a un kitsune cuyo padre ha sido asesinado, presenciaremos como una máscara de carne decapita a varios jóvenes y/o como un joven llamado Nobunaga es atravesado, que no asesinado de lado a lado. Con esto, Rumiko logra crear un sentimiento de tensión real. Y aunque está claro que no le pasará nada a ninguno de los protagonistas, por lo menos es capaz de generar cierta sensación de peligro.
Con todo esto, la autora nos ofrece un relato muy interesante que sigue construyendo de manera bastante hábil gracias al carisma de sus personajes y el diseño de su mundo de fantasía. Este último, como es lógico, es quien se lleva todo el protagonismo, ya que es lo que nos genera más curiosidad. No obstante, el mundo real también tiene su aquel, pues se nos revela que hay más de un monstruo pululando por él con un fragmento de la gema.
Lo que se consigue con esta ecuación es crear un manga interesante que, aun con el paso del tiempo, ha sabido mantener muy bien las formas. Es más, dentro del concepto de manga clásico, InuYasha mantiene muy bien las formas. Y aunque está claro que —por ejemplo— el dibujo es más simple que la mayoría de trabajos actuales, se ha conversado muy bien. Es bonito y disfrutable. Casi tanto como el propio manga.
- Sigue siendo un clásico entre clásicos. Es historia del manga.
- Los personajes son muy únicos y su concepto de isekai es refrescante.
- La edición es de gran calidad y el dibujo, aunque antiguo, tiene mucho encanto.
- Las conveniencias de guion siguen siendo demasiado bastas.
