Llevamos un tiempo hablando sobre Complex Age, así que en esta ocasión hemos preferido centrarnos en dos o tres puntos concretos. Si queréis saber más sobre el manga, os recomendamos que le echéis un vistazo a nuestras reseñas anteriores. A fin de cuentas, en ellas os contamos todo lo que vais necesitando saber sobre la licencia de Distrito Manga.
¿Y esto por qué? Pues porque ya hemos avanzado más de lo que nos gustaría confesar en nuestra lectura. El manga, que se compone de ‘solo’ seis volúmenes en su edición original, se acerca poco al final. Siendo sincero, se nota, ya que la presente lectura nos va sembrando algunos de los nudos más importantes.
Poco a poco, a un ritmo tremendamente natural, Yui Sakuma (mangaka) nos va mostrando nuevas pistas sobre lo que quiere ofrecernos. ¿Y qué es? Simple y llanamente, una reflexión sobre nosotros mismos, sobre nuestros pasatiempos y sobre la sociedad. Ahora que conocemos un poco mejor a Nagisa, la protagonista, entendemos mejor la situación.
Y lejos de lo que pueda parecer, las cosas no van tan bien como cabrían esperar. Tampoco van por un mal camino. Como en cualquier caso, la vida es un toma y daca en el que nuestras decisiones tienen repercusiones más allá de lo inmediato. Esta es una reflexión que nos ofrece, aunque no es la única. No obstante, antes de continuar, queremos hablaros un poquito más de la edición.
Reseña de Complex Age n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
En la oficina han descubierto que a Hayama le gusta hacer cosplay y ahora es la comidilla de la empresa, ¿podrá Nagisa ayudarla o Hayama se verá obligada a dejarlo?
Para Nagisa Kataura, una joven de veintiséis años que trabaja en una empresa a tiempo parcial, el cosplay lo es todo. Sin embargo, su madre descubre su afición y le dice que ya es demasiado mayor para seguir con ello, por lo que le pide que lo deje para siempre.
Tras una calurosa discusión, su padre le cuenta que a su madre antes le encantaba vestir de gothic lolita, hasta que acabó dejándolo. Nagisa se sorprende al descubrir esa faceta de su madre, pero cuando conoce los motivos por los que paró, no deja de darle vueltas y comienza a sopesar si realmente no debería abandonar el cosplay…
| Autoría | Yui Sakuma |
| Volumen | 3 de 6 |
| Género | Seinen |
| N. º páginas | 192 |
| Precio | 8,95 € |
| Lanzamiento | 01/12/2022 |
| Reseña | Reseña de los volúmenes anteriores |
Como siempre, Distrito Manga ha realizado un gran trabajo con la edición de Complex Age. Esta es una afirmación que os ofrecemos en casi todas nuestras reseñas, pero lo cierto es que están sabiendo mantener muy bien el nivel. Más allá de algún corte situacional, la construcción del tomo es excelsa.
Así pues, poco más podemos hacer que destacar el buen trabajo de Pere Quer en la maquetación junto con Drac Studio (DARUMA S.L.). También nos gustaría recordar el papel de Judith Zamora Lablanca, quien ha hecho un gran trabajo con la traducción. Para variar, la adaptación idiomática no solo se siente natural, sino que ofrece una lectura muy sencilla y agradable.
Un relato de sucesos tan real que hasta duele
Ahora sí, habiendo desgranado las características del volumen en su formato físico, regresamos a la historia. Como bien decía, Complex Age es una obra que se construye sobre la realidad. En cierto modo, aunque con un tema tal vez no tan común, podríamos definirlo como un relato que explora la psicología de sus personajes y el mundo.
Por consiguiente, dentro de los conceptos de drama y slice of life, lo que nos encontramos en un escrito que aborda problemáticas reales desde el punto de vista de su protagonista, Nagisa. Llegados a este punto, inclusive, empatizamos con sus problemas y diatribas morales. No entendemos, sin más, porque el mundo es incapaz de aceptar sus pasatiempos… ni porque las cosas funcionan como deben hacerlo.
Incluyendo una subtrama romántica entremedia, la joven cosplayer sigue debatiendose sobre su futuro. No quiere dejar de diseñar sus trajes e ir eventos, pero parece que la sociedad está dispuesta a impedirlo. Por suerte, ahora cuenta con el apoyo de su madre, quien en realidad sabía todo desde hace años.
Con esta inesperada revelación, Nagisa se siente más fuerte y más segura, pero pronto comprenderá que —por desgracia— no es tan fácil. Durante el tercer tomo se reencuentra con un antiguo compañero de clase y, ciertamente, las cosas fluyen muy bien entre ellos. Es más, es desarrollador y participó en la creación de un juego relacionado con la serie preferida de Nagisa.
Todo parece ir por buen y nosotros, ilusos, nos alegramos con total inocencia. «Es friki, seguro que le parece bien y le encanta que haga cosplay» es lo que uno piensa. Sin embargo, sigue albergando dudas, aunque nunca por su pasión, sino por lo que opinarán los demás y el juicio moral al que la sociedad la somete. Los fantasmas de los celos y la objetivización de la mujer aparecerán con tanta intensidad que hasta duele.
Un mundo repleto de claroscuros morales
Es aquí donde la autora nos deja una de las mayores reflexiones. En Japón, como bien sabréis, es ‘legal’ hacer fotos a cosplayer e, inclusive, son muchas las que posan. Y hablo de ellas porque el problema nace cuando muchos de estos individuos hacen fotos que no deberían estar haciendo. Buscan ángulos ‘prohibidos’ para extraer secuencias subidas de tono, mayormente sin el consentimiento de ellas.
Luego aparecen en las redes en hilos de ‘las fotos más calientes de x persona’. O lo que es lo mismo, fotos en las que se destaca su escote en un ángulo muy cuestionable, perspectivas que buscan revelar su ropa interior por debajo de, por ejemplo, una falda… Sí, se muestran comportamientos asquerosos que, sin embargo, muchos aceptan como algo natural. O más que natural, como parte del mundillo del cosplay.
Esta aceptación pasiva nos envuelve en un dilema personal muy bien acompañado por el manga, el cual gana más fuerza con cada tomo y volumen. Manteniendo el nivel de dibujo en todo momento, y construyendo muy bien su propia historia, Complex Age te deja reflexionando. Te hace pensar y eso es algo que, sin más, valoramos muy positivamente.
Reseña Complex Age n.º 3 | Conclusiones
Y si bien es cierto que no es una obra perfecta, tiene esas cositas que la hacen tan interesante como entretenida. Porque además de dejarte pensando, divierte. Cumple, pues, con su principal objetivo al tiempo en que nos recuerda que hay historias muy diferentes. Complex Age es una de ellas, pero no pretende serlo. No es forzado. Es más, la narrativa se siente muy orgánica.
La lectura es dinámica y directa. Es fácil sentarse y leerse cualquiera de sus tomos del tirón. Y si bien es cierto que nos hace falta un poco más de interacción y desarrollo de los personajes secundarios, es una obra muy bien ejecutada. Tal vez le falte algo más de empaque a la hora de desarrollar ciertos temas, pero funciona.
¿Y a qué nos referimos? Pues que cuando un tema se resuelve, parece que se olvida por completo. Aunque nos siguen dando pistas sobre cómo ha evolucionado ese punto en concreto, a veces hemos extrañado un punto más de profundidad. Queremos ver cómo ha afectado a su vida de manera más concreta. Aun con esas, Complex Age sigue siendo una historia muy interesante que os recomendaríamos en casi cualquier situación.
- Ofrece críticas muy interesantes.
- La narrativa está bien planteada y el ritmo es muy correcto.
- El dibujo encaja a la perfección con la trama y el guion.
- Es muy fácil empatizar con sus personajes.
- La premisa, aunque no ofrezca nada rompedor, es atractiva e interesante.
- Algunos planos no cuadran con el enfoque crítico de la obra.
- Ciertos personajes secundarios se diluyen al avanzar la historia.
