Hoy, en nuestra reseña de Las Tortugas Ninja: El Último Ronin, queremos hablaros de la miniserie de cómics publicada allá en 2020 (y hasta 2022) por IDW Publishing aprovechando que ECC acaba de relanzar en España su segunda edición. Por supuesto, este tomo —que se destaca en el universo de TMNT gracias al sombrío diseño de sus escenarios y su trama— recoge los cinco primeros episodios de la serie. O lo que es lo mismo, podemos disfrutar de su primera parte al completo.
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Su secuela, The Lost Year, se publicó como una serie diferente. Sea como fuere, esa es cuestión para otro día. Hoy nos centraremos en la miniserie creada por Kevin Eastman y Peter Laird, quienes dieron vida a las Tortugas en 1984. Aquí, no obstante, hay una diferencia notable: Michelangelo es el único protagonista. Sus hermanos murieron tiempo atrás, y ahora lucha para obtener una venganza que se le resiste desde hace años…
Así que sí, estamos ante un tebeo más oscuro y siniestro de lo habitual. Al menos si lo comparamos con las series infantiles que nos vieron crecer, pues no es tan raro que Las Tortugas Ninja se relacionen con argumentos más tenebrosos de lo habitual en diferentes historietas. Esta es una de ellas. ¿Queréis saber más? Os lo contamos a continuación.
Reseña de Las tortugas ninja: el último ronin | Portada, sinopsis y edición
El futuro de la ciudad de Nueva York es oscuro, un campo de batalla urbano de alta tecnología controlado por el Clan del Pie y sus soldados cibernéticos. Pero desde los terrenos baldíos de más allá de las murallas acecha una Tortuga que sobrevive en solitario, el Último Ronin, que emprende una misión desesperada para terminar con el feudo de sangre de su familia de una vez por todas. Llevando con él tan solo los recuerdos de los que dejó atrás, se unirá a nuevos y viejos aliados para reclamar las alcantarillas… o morir en el intento. De los legendarios cocreadores de Las Tortugas Ninja, Kevin Eastman y Peter Laird, junto con el guionista Tom Waltz y los dibujantes Esau Escorza, Isaac Escorza y Ben Bishop, nos llega una magistral historia que lleva gestándose tres décadas.
Título | Teenage Mutant Ninja Turtles: The Last Ronin núms. 1-5 USA |
Guion | Tom Waltz, Kevin Eastman, Peter Laird |
Dibujo | Esau Escorza, Isaac Escorza, Ben Bishop |
Género | Acción, héroes |
Tamaño y páginas | 224 páginas. A color. Cartone |
Maquetación | David Fernández |
Traducción | Bárbara Azagra Rueda |
Fecha de lanzamiento | 12/06/2024 |
Precio | 28,50 € |
En líneas generales, podemos decir que esta segunda edición dispone de un buen acabado. La impresión es buena, la traducción destaca por disponer de un alto nivel y, en general, la maquetación llama la atención por su buen hacer. Es un buen tebeo y un buen producto.
Samuráis, ciencia ficción y un futuro distópico
El cómic se sitúa en una versión distópica de Nueva York, un escenario clásico para las Tortugas Ninja, pero esta vez bañado en sombras y desesperanza. La ciudad, una vez vibrante y caótica, ha caído bajo el control tiránico del Clan Foot, ahora liderado por Oroku Hiroto, el nieto de Shredder. Este futuro está marcado por una opresiva presencia tecnológica, con drones de vigilancia y una arquitectura fría y deshumanizante que subraya la decadencia del mundo que Michelangelo, el último sobreviviente de su clan, debe enfrentar.
Desde el inicio, el cómic deja claro que esta no es la típica historia de las Tortugas Ninja. La atmósfera es densa y pesada, con una sensación de fatalismo que permea cada página. Michelangelo, quien en las series anteriores era la tortuga más despreocupada y humorística, se presenta aquí como un guerrero endurecido por el dolor, en busca de venganza por la muerte de sus hermanos y su maestro.
La narrativa del tebeo es ágil, pero profundamente emocional, estructurada de manera que los lectores van descubriendo la historia mediante una combinación de acción presente y flashbacks. Eso sí, a veces cuesta seguirle el ritmo, ya que no maneja tan bien esas digresiones temporales. A cambio, le dan más profundidad a la trama. Dicho esto, podemos decir que la serie comienza in medias res, con Michelangelo infiltrándose en la fortaleza de Hiroto.
Desde allí, la historia se despliega, alternando entre el presente devastador y los recuerdos del pasado. Los flashbacks son fundamentales para entender no solo el contexto de la caída de las Tortugas Ninja, sino también el cambio radical en la personalidad de Michelangelo. Estos momentos del pasado están visualmente diferenciados por una paleta de colores más cálida y vibrante, en contraste con los tonos oscuros y sombríos del presente.
Una historia de venganza con las emociones a flor de piel
La estructura del cómic sigue un arco clásico de venganza, pero con un enfoque en el desgaste emocional del protagonista. Michelangelo no es un héroe tradicional en busca de gloria; es un personaje roto, impulsado más por el peso de su culpa y su dolor que por un sentido de justicia. Este enfoque en la psicología del personaje principal da a la historia un aire muy interesante si tenemos en cuenta el universo en el que estamos.
Por su parte, más allá de esos baches en los flashback, el ritmo es equilibrando. Dispone de momentos de intensa acción con pausas reflexivas que permiten al lector conectar con el personaje en un nivel más profundo. Las secuencias de acción son frenéticas y están bien coreografiadas, con un estilo de dibujo que capta la brutalidad de las peleas sin glorificarlas en exceso. Cada golpe, cada herida, tiene peso y consecuencias, lo que refuerza la sensación de peligro real y el costo físico y emocional de la misión de Michelangelo.
Las escenas de combate están diseñadas para ser dinámicas, aprovechando el espacio de las páginas de manera efectiva, con paneles que varían en tamaño para crear un sentido de movimiento y urgencia. El uso del espacio negativo, combinado con trazos oscuros y un manejo preciso de la luz y la sombra, contribuye a la atmósfera tensa y sombría. A pesar de la oscuridad inherente de la narrativa, el ritmo nunca se siente lento o estancado. La historia avanza con una urgencia que mantiene al lector enganchado, pero también se toma el tiempo necesario para desarrollar los momentos más introspectivos de Michelangelo.
Un mundo muy oscuro
A lo largo del cómic, el tono se mantiene consistentemente oscuro, pero con destellos de la personalidad antigua de Michelangelo que emergen en breves momentos de diálogo interno o interacción con los fantasmas de sus hermanos. Estos momentos son cruciales para humanizar al personaje. Nos recuerdan que, a pesar de su endurecimiento, sigue siendo la misma tortuga que una vez disfrutó de la vida, la familia y la pizza.
La narrativa emocional es uno de los puntos más fuertes del tebeo. Explora temas como la culpa, la soledad, y el precio de la venganza con una sensibilidad que añade peso a la trama. Michelangelo no es presentado como un héroe invencible. Su vulnerabilidad y su lucha interna son palpables. Todo esto lo convierte en un personaje con el que es fácil empatizar, incluso cuando toma decisiones cuestionables.
El tono melancólico es constante, reflejado tanto en el diálogo como en la narrativa visual. Michelangelo se ve atormentado por las voces de sus hermanos, que actúan como una especie de conciencia colectiva, guiándolo y a la vez recordándole todo lo que ha perdido. Este recurso añade una capa adicional de tragedia a la historia, mostrando cómo el protagonista está literalmente perseguido por los fantasmas de su pasado.
Reseña de Las Tortugas Ninja: El Último Ronin: conclusiones
Las Tortugas Ninja: El último Ronin es una lectura interesante para los fans de las Tortugas Ninja. Aparte, también ofrece mucho para aquellos que buscan una historia bien construida. Dispone de personajes complejos y un tono más maduro que el típico cómic de superhéroes. Es un relato que se atreve a llevar a sus personajes a través de un infierno personal, presentando una visión oscura y emotiva del legado de las Tortugas.
Aunque la historia en sí sigue un arco clásico de venganza, es en los detalles y en la ejecución donde realmente brilla. La miniserie equilibra la acción con momentos de introspección, y la trama, aunque predecible en algunos aspectos, se siente fresca gracias a su enfoque en la narrativa emocional y la evolución del personaje de Michelangelo.
- Narrativa oscura y emotiva.
- Desarrollo profundo de Michelangelo.
- Arte dinámico y detallado en las secuencias de acción.
- Equilibrio entre acción y momentos introspectivos.
- Estructura efectiva con flashbacks que añaden profundidad.
- Uso inteligente del tono y la atmósfera.
- Trama algo predecible en algunos aspectos.
- Algunos personajes secundarios carecen de desarrollo.
- Tono consistentemente oscuro que podría no agradar a todos.