La polémica ha vuelto a salpicar a Marvel, lo que últimamente se está convirtiendo en el pan de cada día. Esta vez le ha tocado con la portada del último número de la serie de Mockingbird (Pájaro burlón en España).
En este nuevo número, introducido en el evento anual de Civil War II, se puede ver en la portada a la protagonista de la serie en una playa con una camiseta en la que se puede leer: «Ask me about my feminist agenda», lo que en español significaría: «Pregúntame por mi agenda feminista».
Esto no ha tardado en saltar a las redes, como tanto ocurre últimamente. Desde el lanzamiento de este número, la guionista de la serie Chelsey Cain no ha parado de recibir insultos y amenazas desde todas sus redes sociales. Debido a esto, la autora acabó anunciando en Twitter que abandonaría su cuenta, comunicando antes que hasta que no había empezado a hacer cómics nunca antes había sido insultada y amenazada. Tras esta declaración, apareció en escena el autor Michael Bendis, uno de los autores con más prestigio dentro de la compañía, encargado del actual evento Civil War II y creador de personajes que también trajeron cierta polémica en su día como Miles Morales o Riri Williams. El autor le respondió alegando no son los cómics, a lo que la autora contestó que sí lo son y que ya lo hablarían en persona.
Aunque no comparta el punto de vista de Cain, que creo que lo dijo en caliente, creo que todo este tipo de amenazas e insultos públicos por el simple hecho de utilizar la palabra feminista en un cómic, no hace más que demostrar el hecho de que el feminismo es algo necesario en todos los ámbitos de la sociedad. Y lo peor es que este tipo personas que se autodenominan la voz del pueblo y se creen en su derecho de opinar por parte de toda una comunidad, no hace más que desprestigiar a esa misma comunidad. Y esto como amante del cómic y defensor de este medio, me molesta. Porque además, la mayoría de estas personas suele hablar sin tener ni idea o habiendo leído dos o tres cómics en sus vidas, poniendo en un altar a sus «queridos» personajes y cuando ese personaje deja de representar al colectivo de hombres blancos heterosexuales, salen a las redes sociales a insultar descaradamente. Hay que empezar a tener un poco más de cultura y a aceptar que el resto de colectivos que no sean el tuyo también tengan algo de representación.
Tras esta polémica, muchos compañeros del medio se han lanzado a las redes sociales con imágenes y dibujos de los personajes femeninos de sus cómics, homenajeando la portada de la polémica en apoyo a Chelsey Cain.