Este próximo viernes 12 de julio se estrena Lo nunca visto, una comedia protagonizada por Carmen Machi, Pepón Nieto y Jon Kortajarena. Nosotros tuvimos ocasión de verla en un pase organizado por Filmax y aquí os contamos qué nos ha parecido.
Sinopsis
Teresa (Carmen Machi) ve apagarse Fuentejuela de Arriba, la pequeña aldea de la montaña donde ha vivido toda su vida. Pero el pueblo recibe una visita inesperada: en medio de la nieve aparece un desubicado grupo de africanos… cuya llegada conmociona la aldea. Teresa lo tiene claro: huidos de una situación de explotación a la que habían llegado engañados, los africanos quieren quedarse en España como sea… y esa puede ser la solución al problema de falta de habitantes en el pueblo. Con ayuda de sus amigos Jaime (Pepón Nieto), y el “Guiri” (Jon Kortajarena) decide ocultarlos y armar un plan. Poniendo patas arriba prejuicios y expectativas, los recién llegados y los habitantes locales trabajarán juntos para que su hogar continúe existiendo.
Lo nunca visto; implicación social poco cómica
Hablar de racismo no implica necesariamente hablar de barbaries, trifulcas o grandes conflictos que acontecen entre gentes de etnias distintas. No hace falta ponerle etiquetas –Ku Klux Klan, neonazis y un largo etcétera-, sino que es un mal latente todavía en las pequeñas cosas de la vida. Todavía hay (demasiadas) personas que encuentran dificultades para congeniar con aquellos que son distintos, algo que, sumado a su imperialismo arraigado, les impide verlos como las personas que son.
Marina Seresesky y Carmen Machi parecen un dúo indivisible. La directora de Buenos Aires repite con la actriz española tras colaborar con ella en trabajos como La puerta abierta (2016) o la aún sin estrenar Las mil vidas (2019). Ahora es el turno de la comedia, una que juega con el sentimiento patrio más rancio para hilvanar una historia que hace del racismo su principal baluarte.
De hecho, la comedia es sólo el vehículo que Seresesky utiliza para dibujar esa «España profunda» que se niega a abrir sus puertas a aquellos que vienen de fuera. Una realidad cada vez menos pronunciada que la directora se encarga de explotar desde el minuto uno de manera exagerada; la escena inicial es una hipérbole en sí misma, casi tan desmesurada como un grupo de negros en tapa rabos paseando por medio de la nieve.
Esa denuncia le sirve a la cinta para crear una capa de compromiso social que, si más no, funciona. Es una de esas películas que pretenden crear conciencia y que pueden hacer que el espectador se cuestione ciertas cosas a nivel moral y ético.
Los personajes son los protagonistas de Lo nunca visto
Decir que estamos ante una comedia de situaciones no sería mentira, pero sí algo injusto respecto a lo que ofrece Lo nunca visto. Esta es una propuesta que prefiere no sobrecargar ese recurso en favor de la construcción de unos personajes que, aunque arquetípicos, son los auténticos dueños de la función.
Tenemos la señora del alcalde -sí, una mujer despechada que decide presentarse al cargo tras la ausencia de su marido-, el hippie, las hermanas «jóvenes y lozanas», y otros tantos. Cada uno de ellos tratando de potenciar un aspecto concreto del conjunto, como la tolerancia y el respeto.
Sin embargo, esas interpretaciones, comandadas por Carmen Machi y secundadas con nombres como el de Pepón Nieto, Jon Kortajarena, Paco Tous o Kiti Manver, no terminan de cuajar, dejando la cinta en una tierra que se sostiene entre clichés y gags sin gracia alguna. Como os decía, la parte que se percibe como crítica social funciona, pero lo hace por la capacidad de transmitir el mensaje y no tanto por el humor que trata de promulgarla.
Veredicto
Podría decirse que Lo nunca visto es una película funcional. Acierta con la denuncia de una sociedad profundamente racista pero hace aguas cuando trata de buscar la carcajada fácil. Un ejemplo perfecto de que la comedia, aún cuando trata de transmitir, puede quedar algo coja si no se ejecuta de la manera correcta.