
Trastorno del juego y enfermedad mental
Tras años de debates y revisiones por parte de la organización mundial de la salud, la adicción a los videojuegos y a las tecnologías tiene ya su última actualización en el ICD (international classification of diseases).
Definición de trastorno del juego
3) la continuación o escalada de los juegos a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas.»

El comportamiento de juego y otras características son evidentes durante un período de tiempo menor a 12 meses para que se asigne un diagnóstico, aunque la duración de la lesión se puede acortar si se cumplen todos los requisitos de diagnóstico y los síntomas son graves “.
¿Existe acaso una adicción al cine o a ver series reconocida como tal?
Esta claro que a muchos les parecería ridículo y seguro que más de uno ha pasado una tarde entera viendo capítulos de su serie favorita durante varias horas seguidas y no es ningún adicto.

Sería un error basar esta adicción simplemente en las horas que le dedicamos a los juegos o a la tecnología, en nuestra opinión requiere un análisis más profundo y detallado.
Si bien es cierto que los videojuegos tienen componentes adictivos en sus mecánicas, sobre todo aquellos que incentivan las horas de juego de manera exagerada, estos componentes resultan mucho más adictivos a los niños que a los adultos, que por norma general distinguen estas mecánicas debido a la madurez mental que otorga la edad.
Este punto es muy interesante, ya que en muchas ocasiones los usuarios menores que no han tenido ningún tipo de limite y de control por parte de los padres son los que acaban presentando este tipo de problemas. Por esto mismo debemos entender que el problema muchas veces reside en los propios adultos y en la responsabilidad que tienen con sus hijos.
Dicho esto, el siguiente punto es distinguir entre diversión sana y responsable y adicción. Para mucha gente los videojuegos suponen en si mismos una adicción, un estigma a veces casi tan fuerte como el que se tiene con la ludopatía u otros trastornos mucho más severos.
El momento en el que los videojuegos, como cualquier otra actividad (si nos ceñimos a la definición de la palabra adicción) se convierten en un problema es cuando dejamos de hacer las actividades básicas de la vida diaria y las abandonamos por jugar. El ejemplo más claro podría ser dormir, pero hay otros muchos factores como el trabajo, la vida familiar, los estudios o las relaciones sociales que pueden verse afectados por esta adicción.
Por tanto parece muy fácil culpar a los videojuegos, pero el verdadero problema podría ser de las empresas que diseñan conscientemente estos elementos adictivos en los videojuegos unido a la falta de educación hacía los jugadores en cuanto a hacer un uso responsable de los mismos.

Todos hemos visto a padres que permiten que sus hijos jueguen sin ningún control porque así «están entretenidos» y «no molestan». Esto junto con lo mencionado anteriormente podría establecer las bases para generar una dependencia de los videojuegos.
La OMS en esto tiene un papel importante para educar y hacer un uso correcto de los videojuegos
Por último nos gustaría señalar que, como cualquier otra cosa, de forma abusiva, en exceso y sin mesura, los videojuegos pueden resultar perjudiciales para la salud. Como cualquier otra herramienta pueden llegar a ser muy beneficiosos si hacemos un uso correcto de los mismos.