La espera terminó: ya se ha producido el lanzamiento de Dying Light: The Beast y el juego ya está disponible en todo el mundo para PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Techland lo describe como su proyecto más ambicioso hasta la fecha, recalcando en la nostalgia y la continuidad para convencer a los antiguos fans y en una gran remodelación para captar nuevos mata zombis.
El CEO de la compañía, Paweł Marchewka, afirmó que esta entrega confirma su compromiso con la comunidad. Para él, el juego representa un regreso emocionante a la esencia de la saga.
El lanzamiento de Dying Light: The Beast nos trae un mundo más abierto, oscuro y desafiante
El título sitúa la acción en Castor Woods, un mapa abierto y diverso.Los jugadores deberán aprovechar el día para explorar y sobrevivir. Sin embargo, cuando cae la noche, los temidos Coléricos emergen, ofreciendo desafíos más intensos que nunca.
El director Nathan Lemaire explicó que el parkour alcanza un nuevo nivel y el combate es más visceral. Antes de esta entrega, Techland lanzó Dying Light 2 Stay Human en 2022. El juego vendió más de cinco millones de copias en su primer mes.
Su predecesor expandió la fórmula del parkour y el combate cuerpo a cuerpo. También introdujo decisiones narrativas que impactaban directamente en la evolución del mundo abierto. El éxito de la saga se remonta incluso al título original de 2015. Esa primera entrega superó los 20 millones de jugadores y consolidó a la franquicia.
Techland celebra el lanzamiento mundial
Techland celebra el lanzamiento mundial con entusiasmo y confianza. El estudio asegura que las expectativas son altas y que Dying Light: The Beast marcará un nuevo estándar en la saga.
Para el director de franquicia, Tymon Smektała, esta nueva propuesta es «una carta de amor» a todos los seguidores. Reconoce la paciencia y el apoyo de la comunidad durante estos años. En conclusión, Techland busca unir la nostalgia con la innovación. Ahora, los jugadores tienen la oportunidad de liberar a la bestia y sobrevivir a una oscuridad implacable.
