Episodio 126: ¡Superar a un dios! ¡¡El desesperado asalto de Vegeta!!
Como cada semana, hoy os traemos el análisis del nuevo episodio de Dragon Ball Super. La reseña, evidentemente, contará con numerosos spoilers, de modo que si no queréis destripes, os animamos a ver el episodio en Crunchyroll. Asimismo, os dejamos una lista con los episodios analizados de la serie en esta web. Sin más dilación, procedemos con el análisis.
El pasado episodio nos mostró a la más temible forma de Toppo: una especie de nuevo Dios de la Destrucción. Este puso entre las cuerdas a A-17 y se deshizo de Freezer sin apenas pestañear. Este episodio, de hecho, comienza en ese momento: la escena en la que el emperador del mal es derrotado y lanzado prácticamente fuera del campo —escena que, por cierto, seguramente quede grabada en la mente de los fans de la serie—. Es entonces cuando, finalmente, comienza el capítulo.
A-17 contra Toppo
El enfrentamiento entre Toppo y el androide número 17 se siente, sin embargo, poco interesante. El motivo es que, claramente, hay un desnivel demasiado pronunciado. A-17 huye constantemente y sus ataques no sirven para nada más que distraer a su oponente. Tras varios minutos de combate, el androide aprovecha el poder de destrucción de Toppo para que este quede atrapado por los escombros del campo de batalla. No obstante, esta táctica, aunque los personajes nos la quieran vender de inteligente, es francamente inútil. ¿Quién iba a creerse que un montón de rocas iban a servir de algo contra un enemigo que, literalmente, puede destruir aquello que se le ponga por delante?
Y… vuelve Freezer
Cuando la participación del número 17 parecía ya acabada, la serie repite el mismo patrón que utilizaron en dos ocasiones en el capítulo anterior. Sí, Freezer vuelve a salvarle el pellejo. A pesar de que al principio del episodio le vimos prácticamente derrotado, de repente aparece, y sin aparentes secuelas de su reciente derrota. El emperador vuelve a hacer gala de su fanfarronería y encierra a Toppo con su ataque de parálisis que impide de todo movimiento a Toppo. Además, Freezer también usa su telequinesis para lanzar rocas a su paralizado enemigo. Muchas de estas técnicas fueron usadas, curiosamente, por el mismo Freezer contra Goku en Dragon Ball Z.
Aun así, todos los esfuerzos de nuestro villano favorito fueron en vano, ya que Toppo consigue deshacerse de su ataque y volver a la normalidad. A-17 y Freezer se preparan para luchar, pero entonces ocurre algo. A metros de distancia se sucede el combate entre Goku, Vegeta y Jiren, y Toppo descubre que ambos se enfrentan a su compañero de universo. Uno de los ataques de Jiren es equivado por los guerreros Saiyan y acaban golpeando a A-17 y Freezer. Ante dicha situación, Vegeta acaba cambiando de contricante.
Vegeta contra Toppo
Comienza así el verdadero combate y el eje central del episodio: el enfrentamiento entre el príncipe de los Saiyan y el nuevo Dios de la Destrucción. Tras un ataque fallido, Vegeta es consciente del aumento de poder de Toppo con respecto a su última confrontación. De hecho, Vegeta sufre varios golpes y ataques y queda acorralado. Además, descubrimos un punto ciertamente interesante que enfrenta a ambos guerreros. Por un lado, Vegeta reprocha, a su manera, que su enemigo haya pasado de defender la justicia a, simplemente destruirlo todo. Toppo, por su parte, repite lo mismo que afirmó en el episodio anterior: «La justicia es inútil. […] Si la justicia no puede salvar nuestro universo, ¡entonces es inútil!».
Toppo prepara un poderoso ataque que lanza contra un Vegeta que aparentemente está en desventaja. Ante dicha amenaza, nuestro príncipe recuerda a su familia, la promesa de Cabba y su orgullo como Saiyan. Así, despierta parte de su poder y es capaz de enfrentarse como un igual al poderoso Toppo. Vegeta golpea a su enemigo y, tras alejarlo de él, comienza a preparar un golpe definitivo…
El ¿sacrificio? de Vegeta
El guerrero comienza a rodearse de una bola de energía que, seguramente, hecho recordar a un momento épico en la historia de Dragon Ball. El episodio, de hecho, nos hace revivir dicho momento con un flash-back. Efectivamente, nos referimos al sacrificio de Vegeta para derrotar a Majin Bū. Por cierto, este momento nostálgico nos ha hecho añorar el uso de la sangre en Dragon Ball Super… pero ese tema queda reservado para otro momento.
La autoexplosión, finalmente, consigue hacer frente a Toppo, llevándose con ella gran parte del campo de batalla. Toppo es eliminado y el Universo 7 queda expectante ante la situación de Vegeta. Tras un momento de incertidumbre, conocemos que el príncipe Saiyan ha conseguido sobrevivir —recordemos que este ataque en Z le costó la vida—. Y no es de extrañar, ya que en este punto de la serie Vegeta es mucho más fuerte que nunca. El guerrero, sin embargo, aparece ante los ojos de sus compañeros con un aspecto algo deteriorado. Jiren, decepcionado con Toppo, le dirige, eso sí, sus felicitaciones a Vegeta por conseguir derrotarlo. Es entonces cuando comienza a recargar energía para mostrar su verdadero poder… ¿Qué nos esperará en el próximo episodio?
Opinión personal
Las impresiones de este episodio 126 son algo agridulces. La animación es decente —el cambio general es positivo en comparación con otros arcos de la serie—, pero otros episodios de semanas anteriores han sido más equilibrados que este. El combate inicial ha resultado ser carente de interés, hasta la llegada de Vegeta a mitad del metraje. El momento nostálgico, aunque coherente, resulta no conseguir el efecto esperado. Lo que impactó en Z en Super se ha quedado más bien como un guiño y no como una escena épica. Además, no se trata realmente de un sacrificio, ya que Vegeta no es derrotado ni muere… Además, apuesto a que para el capítulo siguiente el príncipe Saiyan volverá a recuperarse. Puede que igual de rápido que Freezer.
En líneas generales, podría decirse que es un capítulo correcto. La música y los efectos animados son decentes y a pesar de no ser muy equilibrado, resulta un capítulo digno de ser visto. No cabe duda de que tiene momentos vistosos, aunque no deja uno de sentir que el final de Toppo podría haber sido más espectacular. Nos alegramos, eso sí, de que Vegeta haya conseguido progresivamente el protagonismo que merecía.
Solo quedan 5 episodios para que la serie termine. El final está muy cerca y, visto el nivel, solo esperamos que la serie no decaiga y ofrezca un final digno.