Episodio 7: Sakura y el pillapilla en el jardín
Una semana más, el canal en YouTube de Selecta Visión nos ha brindado un nuevo episodio de Cardcaptor Sakura: Clear Card. En primer lugar, quisiera disculparme por la tardanza. Me propuse escribir sobre esta serie semanalmente y, últimamente, parece que no consigo encontrar tiempo ni inspiración. Y eso que este episodio no ha sido, digamos, poco estimulante. Como siempre, solo queda decir que la reseña contará con destripes argumentales —más conocidos como spoilers—; os animamos, por ello, a que veáis el capítulo aquí y luego le echéis un vistazo a este análisis. Sin más dilación, ¡vamos allá!
El episodio arranca con una conversación, vía un sucedáneo de Skype, entre Yue, Kero y Sakura. Estos discuten, de nuevo, sobre las nuevas cartas de la serie. El misterio continúa: ¿De dónde vienen esas cartas? ¿Por qué ni Kero, ni Yue, ni Sakura son capaces de captar su esencia mágica? Una vez más, la «tontería» de Kero sirve de alivio cómico y, en este caso, para afianzar la madurez que, poco a poco, va ganando Sakura. Tras esta escena llegamos al momento central del episodio: la mansión de Tomoyo. Sakura y Kero van a casa de nuestra fotógrafa favorita para merendar.
Sí, de primeras parece que este episodio no va a ser nada interesante. No os culpo. De hecho, el propio título del episodio no resulta alentador: ¿Sakura y el pillapilla en el jardín? Pero, por suerte, la serie demuestra de nuevo que de lo cotidiano y lo simple se pueden extraer momentos y escenas memorables o, como mínimo, agradables de ver.
Reencuentro
Este episodio 7 nos trae de vuelta a un personaje que, personalmente, echaba en falta: Sonomi. Se trata de la madre de Tomoyo, una mujer orgullosa y de armas tomar —poco o nada que ver con Tomoyo— que, cuando aparece, llena la pantalla. Al ver a Sakura, Sonomi recuerda a Nadeshiko, madre de Sakura y prima suya. Y, aunque a simple vista parece algo normal, da un poco que pensar. En el episodio anterior la serie parecía establecer un cierto paralelismo entre Akiho y Nadeshiko —Sakura saluda a la foto de su madre justo después de hablar con su madre de su amiga—, y ahora vuelven a mencionarla. ¿Quiere esto decir que, en el futuro, veremos una referencia más directa y esencial para la trama? Un servidor piensa que sí.
El resto del episodio se centra, básicamente, en probar la nueva carta adquirida por Sakura: Record. Esta se trate, quizás, de una carta más interesante de lo que parecía, pues es capaz de grabar fácilmente lo que sea y, además, reproducir, como si de un holograma se tratase, aquello que capta por la lente. Tomoyo, sin embargo, no cede a los encantos de la magia y confía en la tecnología de un dron diseñado por la empresa familiar.
Vuelve el Syaoran de siempre
De repente, aparece en escena Syaoran y, cómo no, llegan los momentos pastelosos y adorables entre ambos. Pero no me malinterpretéis, la forma en la que se ha llevado en este episodio ha sido, en general, satisfactoria. Y más cuando desde hace varios capítulos Syaoran no tenía una actitud tan cercana… casi me atrevería a decir que era poco humana. Su llegada, por otro lado, alimenta el misterio de las cartas que comentábamos inicialmente. Kero pide a Sakura que saque sus cartas y les hace fotos para enviárselas a Spi. Pero, un momento… ¿Acaso Kero contacta con Spi y Eriol no es capaz de responder a Sakura? El propio Kero responde: no contesta, pero quizás con esta foto nos llegue una respuesta… ¿Qué pasa con Eriol?
Además de este misterio, queda saber la identidad de la figura misteriosa… Sakura comparte su sueño y describe lo que lleva soñando desde hace un tiempo. Una figura de su altura… ruidos de cristales y ahora un tic tac constante en un espacio de engranajes y manecillas gigantes… ¿Qué quiere decir todo esto? Queda claro que, efectivamente, el tiempo, de un modo y otro tiene que ver este misterio y, probablemente, con el origen de las cartas. Es entonces cuando, de repente, surge una extraña ráfaga de viento. ¡Una carta nueva!
Aparece una nueva ¿amenaza?
Así, por primera vez en toda la serie, Syaoran hace acto de presencia con su espada y decidido a defenderse de la carta. ¿Pero es esta carta una amenaza? Sakura, ante la situación, para a su enamorado y se dispone a perseguir a la carta en cuestión. Nuestra protagonista, inteligentemente, hace uso de varias de sus cartas nuevas para poder seguir con cierta facilidad el viento.
Flight, la carta vuelo con forma de lazo
Sin embargo, ante la imposibilidad de atraparla, Sakura llega a una interesentísima reflexión: ¿Acaso ella es dueña de lo que atrapa? La actitud agresiva y dominante no sirve, y cuando esta es capaz de relajarse y ser amable, la carta actúa en consecuencia y entra en armonía con la cazadora. Así conocemos a Flight o Vuelo. Una carta, por cierto, con un diseño curioso, ya que se trata de una especie de lazo en cuyas puntas parece haber como plumas… En lugar de simples alas, las CLAMP optan por un idea algo simple, pero muy particular, todo sea decirlo.
Cierre del episodio y conclusiones
Sakura hace uso de esta nueva carta y Tomoyo encantada, graba su nuevo vuelo. Todos parecen felices. Pero no es así. El episodio cierra con Syaoran mirando al cielo. Con una cara de preocupación. Volvemos al mismo punto: ¿Qué oculta Syaoran? ¿Qué es lo que sabe y teme que ocurra? De este modo, lo que podría haber sido un mero capítulo de transición sin ninguna chica y con comedia vacía, se convierte en un viaje cotidiano agradable, con equilibrio de tono y en el que se maneja con cierta destreza la tensión, la comedia, el misterio o el romance. Casi nada.
Pero no todo ha sido bueno. A pesar de sus notables capacidades, en cierto modo la serie emplea demasiadas repeticiones. No trata a sus personajes o las situaciones de forma obvia, pero sí usa recursos que reinciden una y otra vez en la misma idea. No es necesariamente malo, pero se siente, narrativamente, poco madura. Por otro lado, debo decir que el uso de la música, en este episodio no me ha parecido muy acertado. Sobre todo, cuando probaban la carta Grabación. De fondo se escuchaba la música épica de la serie original que sonaba cuando Sakura se enfrentaba a una carta. En esa ocasión tenía sentido, pero… ¿Qué efecto se pretende provocar cuando un tema así suena mientras pruebas una carta?
Aparte de eso, este episodio 7 sigue en una línea positiva con respecto al resto de la serie. Da esperanzas a que Cardcaptor Sakura: Clear Card sea una secuela más que digna —de momento lo es—. La animación, una vez más, es muy buena, tanto en los fondos como en los personajes. Poco más que decir, salvo que hay muchísimas ganas de que llegue el próximo episodio. Este, por cierto, parece que nos acercará más a la vida de Akiho. ¡Nos leemos próximamente!
                        










