Análisis de Worldless, parry por turnos y saltos en un indie que aspira alto

Tras probar varias horas un indie totalmente rompedor y original, os dejamos nuestro veredicto del que podría ser el juego perfecto para un público más "hardcore".

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2023 no podría terminar sin recibir un gran e inesperado indie que alegre el panorama actual, y se trata de Worldless, el título del que hoy os dejamos nuestro análisis. Y es que hacía tiempo que no veíamos una obra que mezclara dos géneros tan distintos con tanta soltura.

Y es que solo un estudio barcelonés podría emprender esta empresa con tal buen resultado, hablando de Noname Studios. Eso sí, también se trata de un título muy exigente, que requiere precisión en los combates y mucha exploración en sus mecánicas metroidvania.

Análisis Worldless

Por no hablar del apartado minimalista del que goza, que impresiona por sus vistas y resulta relajante en los momentos más tensos. De todo esto y mucho más queremos hablaros, además de una buena lista de motivos por los que podríamos estar ante uno de los mejores indies del año.

La eterna batalla de Worldless

Estamos ante una obra de arte muy abstracta, donde incluso la trama se ve influenciada por el poder de la mente. Aquí, seremos testigos de algo que parece ser una eterna batalla entre la luz y la oscuridad, donde el perdedor es absorbido por el dominante.

Sin embargo, todo cambia el día que llega nuestro momento, y a las puertas de la mente, renacemos en un lugar desolado, algo al margen de la contienda. Aquí empezará nuestro periplo, pues que hayamos sobrevivido es algo más que un milagro, y es indicio de que algo está a punto de cambiar.

Como veis, algunos conceptos de la trama quedan algo libres a la imaginación, y no se especializa demasiado en dar detalles. Más bien al contrario, invita mucho a descubrir la historia mientras que exploramos su desolado universo, algo que podría llevarnos entre 8 y 10 horas, dependiendo de lo decididos que estemos a explorarlo todo.

Las líneas de diálogo también son algo escasas, pero ahí reside parte de su magia: relajarnos sin demasiadas pretensiones argumentales, con el objetivo de que si nos sumergimos en su mundo, sea por su estética, y lo logra a la perfección.

Un híbrido muy exigente entre combates por turnos y acción con parry

A simple vista, todo parece indicar que estamos ante un sistema de combates por turnos, pero todo cambia cuando descubrimos que durante nuestra fase de ataque, y la del rival, debemos estar muy atentos a la acción en pantalla.

Y es que como si de una coreografía se tratase, tendremos que descubrir la debilidad del rival para explotarla al máximo. En cambio, durante el ataque del rival tendremos que defendernos de un modo milimétrico, donde encajar cada golpe es crucial.

Además, cada enemigo es único y por tanto cuenta con mecánicas diferentes en cada batalla. Aprender las señales de cada ataque es imprescindible, y en muchas ocasiones requerirá práctica para poder ganar -además de una gran capacidad para bloquear al instante-.

A fuerza de bloquear correctamente y aprovechar las debilidades del rival, conseguiremos un ataque más letal que nos permita absorber al rival. Así, con cada batalla ganada desbloquearemos un punto de habilidad, por lo que tendremos que estar atentos a este avance muy constantemente.

Por suerte, al caer derrotados no moriremos, solamente podremos volver a intentar al combate, por lo que poco a poco aprenderemos a leer cada batalla. Esto hace que al final el combate acabe siendo una experiencia satisfactoria, que gustará especialmente a un público más hardcore y que se amante de este género.

Exploración y plataformeo, Worldless tiene de todo

Los combates no son la única forma de mejorar y aprender nuevas habilidades, ya que la exploración también juega un papel crucial en este aspecto. A raíz de llegar a zonas poco accesible llegaremos a combates únicos -los mayores desafíos del juego aguardan aquí-, además de alguna especie de sedimentos de almas que también sirven para mejorar.

En definitiva, esto potencia enormemente la exploración, donde además tendremos que dominar las habilidades de salto. Estas cada vez son más variadas -sin llegar a ser un apartado realmente exigente-, y como todo metroidvania cuenta con puntos inaccesibles en momentos previos.

Aquí sale a relucir el principal problema del juego, y es que no es demasiado intuitivo y desde una fase muy temprana nos da libre albedrío. Esto provoca que tengamos que aprender de una manera muy autónoma, lo cual puede echar para atrás a más de uno, y más en los primeros compases.

Lógicamente, una vez que sabemos de que va la cosa, el juego se convierte en un toma y dale, pero conlleva un proceso de aprendizaje.

Sin embargo, nos ha encantado la manera en la que los elementos de exploración, combate y la estética se homogeneizan para crear una perfecta sinergia. Los creadores han sabido crear una mezcla muy correcta que gustará a los amantes de los títulos exigentes y únicos.

Una estética que absorbe a través del minimalismo

La estética se mantiene muy frágil tanto en la trama como en el sistema de batalla. Los personajes en muchas ocasiones apenas son un puñado de trazos, al igual que los escenarios.

Si bien es cierto, cuenta con algunos efectos visuales, pero poco llamativos porque ni falta le hace. Por supuesto, cuenta con varias zonas distintas, que ofrecen paisajes nuevos pese a estar muy bien interconectados.

La banda sonora también es algo distraída, donde los tonos no consiguen un tono de epicidad porque sencillamente no es lo que pretende. En su lugar tenemos algo absorbente que nos introduce en su mundo y que ayuda a mantener la concentración en las batallas -que es lo que necesita-.

Sin embargo, la falta de claridad arruina un poco la experiencia de su mundo, y que tengamos que aprender a las duras, no ayuda a sentirnos parte de un mundo tan «no-muerto».

Conclusiones | Análisis de Worldless

Worldless es todo lo que se propone y mucho más, una obra que podría ser considerada de culto si el paso del tiempo le trata bien. Aquí, hemos encontrado un mundo desolado pero que ofrece una mezcla original de varios géneros, que toca sin demasiada profundidad pero orientado a un público más experto.

Hay tensión en batalla, donde cada una es única, además de contar con una exploración absorbente.

Como única pega, nos ha parecido que el juego no es nada intuitivo pese a contar con ciertos tutoriales, y que al comienzo puede hacerse algo duro. Eso sí, creemos que encantará a quien busque algo de desafío, nuevo y que precise de aprendizaje.

  • Su originalidad a la hora de mezclar géneros.
  • Es desafiante, pero la dificultad no arruina nuestro avance.
  • Invita a la exploración y se siente muy satisfactorio.
  • La parte metroidvania no está tan bien explotada.
  • Demasiado minimalista en lo visual, puede confundir.
  • Poco intuitivo en las primeras fases.

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