Tiempo ha, Square Enix y Acquire establecieron un antes y un después en la industria del JPRG después de publicar uno de sus títulos más aclamados en años: Octopath Traveler. Como es lógico, aquel lanzamiento sentó cátedra, mas muy pocos estudios han sido capaces de recoger el testigo de la gigante japonesa. A lo largo de los años, no pocos creativos han intentado emular el trabajo de Kota Oosaki, pero casi ninguno lo ha logrado.
No al menos tan bien como Wandering Sword, un juego indie desarrollado por The Swordman Studio y editado por Spiral Up Games. Disponible desde el pasado 15 de septiembre por 24,50 euros en Steam, se ha convertido en una de las grandes sorpresas de un 2023 repleto de grandes lanzamientos. De hecho, es posible que una de las razones por las cuales no ha llamado más la atención es debido al calendario.
Como muchos de vosotros ya sabréis, septiembre y octubre han sido dos meses realmente cargados de novedades de gran envergadura. Es por eso mismo que títulos como este han pasado un poco más desapercibidos… Y es una pena, la verdad, porque Wandering Sword es bastante bueno. Al menos sí te gustan los juegos de rol por turnos basados en el folclore chino.
Análisis de Wandering Sword | Un homenaje al cine chino de artes marciales
A diferencia de otros muchos títulos que rebuscan entre los tópicos más habituales del género, Wandering Sword rinde culto a las películas de artes marciales chinas de las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI. Con mucha personalidad, aunque sin textos en español, se recrea en un nicho no tan explorado como nos gustaría en un género tan necesitado de cosas diferentes. Esto no quiere decir que la cultura del país asiático haya sido desatendida. Ni mucho menos.
En los últimos años, hemos podido disfrutar de juegos tan interesantes como SIFU, por ejemplo, mientras esperamos otros tantos títulos como Black Myth: Wukong. Sea como fuere, no parece suficiente. Al menos no para aquellos quienes queremos seguir explorando la fascinante historia del pueblo chino, ya sea mediante historias de fantasía o relatos de corte más realista. Wandering Sword se acerca más a los primeros, pero con reminiscencias del segundo.
Sin dejar a un lado la magia característica de este tipo de obras, sabe aplicar cierta sobriedad a través de una narrativa muy bien construida. Eso sí, es ágil como ella sola. The Swordman Studio no sabe lo que es pisar el freno, por lo que su trama es, cuando menos, muy rápida. El ritmo es realmente trepidante y en cuestión de instantes pasamos de ser un transportista cualesquiera a un vengador cuyos amigos son envenenados y asesinados.
Al borde de la muerte, somos rescatados por un maestro de las artes marciales que nos enseña a controlar nuestro Qi mientras nos explica cuál es su dogma. Así pues, y en menos de lo que canta un gallo, somos capaces de enfrentarnos a todo aquello que —otrora— habría sido un desafío más que imposible. Todo ello mientras nos enfrentamos a un mundo en el que nuestras decisiones tienen un efecto real y relativamente considerable en el final.
Explorando el mundo de Wuxia
Tanto es así que, aunque contaremos con un pequeño elenco de compañeros predefinidos, podremos formar el equipo que nosotros queramos. A diferencia de otros muchos JRPG, Wandering Sword realza la figura del pueblerino anónimo dándole nombre propio, trasfondo y estadísticas. Así pues, en lugar de formar un grupo diseñado por heraldos del destino, podremos reclutar a prácticamente cualquier ciudadano de Wuxia, el mundo sobre el que se construye el juego.
A lo largo de sus cinco y preciosas regiones, durante poco más de 20 horas de duración si vamos al grano, podremos conocer a decenas de personas que se alejan del tópico propio del NPC. A fin de cuentas, la transcripción de «NPC» es non player character. Es decir, personaje no jugable. Aquí eso no existe, pues todos son un potencial compañero de viaje. Esto le da mucha profundidad al concepto táctico del juego al brindarnos tantas posibilidades diferentes.
Además, hace que su mundo se sienta mucho más rico, orgánico y vivo. Al poder interactuar con todos ellos, la narrativa gana enteros, aunque debo decir que el sistema es demasiado simple. A grandes rasgos, solo tendremos que encontrar un regalo que les guste y derrotarles en un combate para que se unan a nosotros. Teniendo en cuenta la complejidad de crear un mundo en donde todos los «NPC» son reclutables, habría estado bien complicar un poco este sistema.
Un sistema de estadísticas construido sobre el folclore chino
Empero, siendo un título de carácter más modesto, entiendo que desarrollar una historia de reclutamiento para todos y cada uno de los personajes del juego es simplemente imposible. Aunque nos habría gustado, y sería un gran aliciente, también es una petición un tanto irrealista que se aleja de lo humanamente posible. Al menos cuando hablamos de un juego no tan conocido y con un menor presupuesto. Como idea de futuro, eso sí, ahí lo dejo.
Dicho esto, nos toca hablar de otros aspectos tales como el sistema de estadísticas, el combate o la interfaz. Lo primero que puedo decir sobre ellas es que todas se basan de una manera u otra en el folclore chino. Al menos en su base, puesto que incluso el combate está muy influenciado por las artes marciales del país asiático. A grandes rasgos, nuestro personaje es un guerrero instruido en el combate cuerpo a cuerpo.
Tanto este como los aliados que vayamos reclutando o se unan a nosotros también tendrán sus propias técnicas, teniendo que ejecutarlas sobre un terreno cuadriculado en un sistema de batalla por turnos. La idea es bastante simple: nos vemos por el escenario calculando la distancia, ejecutamos nuestros ataques sobre el enemigo y cedemos el turno. Así continuamente.
Combates por turnos tradicionales
Curiosamente, este sistema tan tradicional no le sienta tan bien como nos habría gustado. Aunque funciona bastante bien, la ausencia de textos en español hace que todo sea bastante complejo para cualesquiera que no domine muy bien la lengua de Shakespeare. Hay no pocos textos un poco complicados tanto en combate como en el sistema de estadísticas y parámetros.
Aparte, como usa un estilo de turnos que ya hemos visto en muchísimas ocasiones, pierde parte de la frescura que aporta ese singular sistema de reclutamiento. Ahora bien, no puedo decir que funcionen mal, pues no es así. En general, el resultado final es bastante bueno. Las bases son sólidas y el sistema funciona de manera adecuada. Lo único malo es que como la aventura principal solo dura 20 horas, he sentido que no tienes tiempo suficiente como para desarrollar todo tu potencial.
Aparte, es necesaria cierta cantidad de tiempo antes de asimilar sus diferentes conceptos, ya que la interfaz no es precisamente amable para con el jugador. Aunque es realmente bonita y la dirección artística es de gran nivel, pierde navegabilidad. Es menos intuitivo de lo que me gustaría reconocer, lo que hace que tanto la progresión estadística como la asignación de ítems y piezas de equipo sea algo confusa.
Cuesta pillarle el punto, y esto afecta inevitablemente al combate durante sus primeros compases de vida. Pese a ello, una vez que le pillas el punto es realmente satisfactorio. Personalmente, he disfrutado mucho de la aventura pese a que he tenido que detenerme —durante un buen rato— en más de una ocasión para ver qué estaba haciendo.
Análisis de Wandering Sword | Conclusiones
Por lo demás, puedo decir que Wandering Sword es bastante divertido. Aparte, es uno de los juegos que mejor ha sabido adoptar el carácter gráfico de Octopath Traveler. Claramente inspirado en el título de Square Enix, no puedo decir que sea demasiado original. Las maneras y el sistema es el mismo. El juego de luces y la fusión entre 2D-HD y 3D es casi idéntica.
Dentro de todo esto, también saben ser originales. Esto lo vemos especialmente en el diseño de personajes y escenarios. Como se basa en el folclore chino, tiene mucha personalidad y es capaz de distanciarse del homenaje hasta tener una idea únicamente suya. De hecho, lo que más destaca dentro de la dirección artística es la forma en la que el mundo se presenta.
Esto es lo que le permite ser Wandering Sword y no un sucedáneo más de Octopath Traveler. Sabe encontrar su propia dirección. Si sumamos esta cualidad junto con el resto de características y bondades que ofrece, pese a tener ciertos defectos, el resultado es mayormente positivo. Como juego de rol y combate por turnos funciona bastante bien. Si te suelen gustar este tipo de obras, esta en concreto te la recomiendo mucho si tienes un buen dominio del inglés.
- El apartado gráfico es simplemente precioso.
- Tiene un ritmo narrativo muy directo. Es un juego realmente trepidante.
- La ambientación es genial y da gusto explorar sus escenarios.
- Podemos reclutar, prácticamente, a cualquier personaje (no enemigos) del juego.
- El sistema de exploración y combate funciona bien y hay muchas variantes tácticas.
- Su duración es bastante adecuada; son 20 horas bien diseñadas.
- No viene en español.
- El sistema de reclutamiento podría tener algo más de narrativa.
- El combate no innova demasiado.