El género de los JRPGs es uno de los que más variantes y evolución presenta actualmente en el mercado, y Unicorn Overlord, del que hoy os traemos análisis, no es la excepción. La nueva obra maestra de Vanillaware ya está disponible en el mercado, con una nueva variable jugable con la que el estudio nunca había experimentado.
Y es que más allá de su impecable apartado artístico, este estudio cambia la jugabilidad de sus títulos con cada nueva entrega. En esta ocasión, pasamos de la acción en 2 dimensiones de Odin Sphere y la estrategia narrativa de 13 Sentinels, a una nueva variante de JRPG táctico.
Una acción más directa y sin turnos, mezclada con un mundo abierto repleto de tareas por completar, es solo una de sus principales bazas. Trama absorbente, una banda sonora que hace honores al género y un apartado gráfico igual de currado son solo algunas de las tramas que vamos a tratar. Quedaros leyendo para descubrir que nos ha parecido uno de los JRPG del año y por qué creemos que puede ser lo que el género necesita.
Análisis de Unicorn Overlord | El periplo de Alain por su trono, haciendo honores a los JRPG de los 90
Tras años exiliado, Alain está dispuesto a reclamar su derecho al trono del reino, que ha sido totalmente conquistado por un traidor. Aquí comenzará su aventura, donde ciudad por ciudad y región por región, deberán abrirse camino alzando las armas para reconquistar cada nación.
Una empresa claramente enfocada en el protagonista como eje principal de la trama, con una clara inspiración en los héroes de los 90 donde poco importan los demás personajes más allá de alguna breve subtrama.
Y es que el apartado argumental quizás sean uno de los que menos destacan dentro de este enorme abanico de posibilidades -ojo, sin ser nada desmerecedora, es un buen reclamo-. Y sin ser su eje principal, nos hemos sentido atrapados en varios momentos.
De hecho es bastante completa, y aguarda buenos momentos en algunas de sus contiendas o la relación de los personajes. Yendo directos a completarla, puede atraparnos durante 40 horas, una duración muy merecedora del género, pese a ser una vertiente más directa, de la que hablaremos ahora.
Divertido, estratégico y muy completo en batalla
Prepararos para unas primeras horas cargadas de tutoriales y ayudas en batalla, ya que el sistema de combate es algo complejo, sin llegar a ser apabullante. Por un lado, tenemos que formar a nuestros batallones, que están compuestas por varias unidades, cada una con su propio rol. Cada unidad está enfocada a un estilo de combate, lo que conlleva debilidades y ventajas. Por ejemplo, un arquero pone en peligro a un ladrón, pero el ladrón está aventajado sobre el guerrero.
A esto tenemos que sumarle que cada unidad posee habilidades activas y pasivas, que además cambian dependiendo de cada personaje. Estas se activan de forma automática una vez que entablamos combate con nuestro adversario, y dependiendo de su efecto, cambian por completo el curso de la batalla. Las pasivas pueden defendernos de un ataque, curarnos al final de turno u otras muchas opciones, mientras que las activas están totalmente destinadas a asaltar al rival.
Esto, sumado a la imponente variedad de clases que hay, hace que al mezclarse con las habilidades, resulte una increíble baza jugable, muy personal en cada partida, y con muchas opciones para que cada uno juegue a su aire. Cada pelotón de unidades se puede mejorar para que acoja a más unidades, aunque de esto hablaremos más adelante. En definitiva, una vez que estemos listos para lucha, tendremos que posicionar a nuestras unidades desde nuestra base para que se desplacen por el mapeado.
Como os decíamos, estamos ante un juego de mundo abierto, lo que también se representa en batalla. Eso sí, cada contienda cuenta con limitaciones en el mapeado para que no nos vayamos de listos. Cuando nos crucemos con una unidad enemiga, estaremos en la pre-fase del combate, donde podremos hacer unos últimos ajustes antes de luchar, contando incluso con un simulacro.
Esta faceta nos ha encantado, porque nos permite prepararnos bien sin que nuestro grupo sufra estropicios, pudiendo hacer importantes cambios de última hora. En definitiva, es tan completo como divertido, siendo mucho más dinámico que un sistema táctico convencional o por turnos. Y ojo, ofrece mucho más de lo que hemos comentado en esta humilde preview.
Libera ciudades, explora un completo mundo y mejóralo
Al margen de contar con un modo historia muy completo, también ofrece un gran número de tareas secundarias. Desde el principio podemos explorar su ancho mundo, con algunas limitaciones a medida que progresamos. Además, a medida que vamos liberando regiones, desbloqueamos ciudades, donde podremos comprar equipo y mejorar nuestros batallones o prepararlos. Además, las ciudades que hemos liberado también pueden ser mejoradas y reconstruidas, de modo que ofrecen mejoras.
Cada zona que liberamos está libre de batallas, y ahora se encontrará poblada por los habitantes de la región. Estos nos harán un gran número de encargos, que mayormente se desenvuelven en una batalla, una contienda o encontrar algún objeto en el mapeado. Por poneros un ejemplo, sería como si mapamundi de un Final Fantasy, estuviera dividido en muchas franjas. Algunas son totalmente opcionales, pero muy recomendadas, ya que nos permite reclutar unidades nuevas o conseguir importantes mejoras y piezas de equipo.
Pese a que hemos intentado centrarnos en la historia para avanzar con el análisis, nos ha resultado imposible no caer en la tentación de acarrear con todo lo que el juego ofrece. Es muy atractivo y entretenido, y pese a que pueden resultar monótonas, también son muy beneficiosas, y algo adictivas. ¿Quién no quiere completar el extenso mapeado hasta verlo completamente del color de tu bando? La parte más beneficiosa de esto, es que al ser combates dinámicos y en tiempo real, se resuelven rápidamente. Cada batalla -hay algunas más complejas-, duran entre 5 y 10 minutos, por lo que podemos hacer una detrás de otra sin darnos ni cuenta.
Eso sí, os prometemos que sabe cuidar tanto los combates de la historia como los opcionales, encontrando diversión y variedad en ambos sentidos. No todos los combates consisten en mandar a nuestras unidades a lo loco, en más de una ocasión tendremos que pararnos y pensar bien que paso debemos dar. Para ello, podemos pausar el trascurso del tiempo en todo momento, permitiéndonos ordenar ideas y cambiar el rumbo que va a tomar cada unidad.
El arte hecho juego, una vez más de Vanillaware
Pese a que el estudio aún no es tan conocido como nos gustaría pensar, sus obras son inconfundibles. Piezas de arte, dibujadas y pintadas a mano, que cobran vida, con movimientos sutiles, y en dos dimensiones. Es como mirar un cuadro donde el mismo mundo al que da vida se mueve. No hay dos escenarios iguales, al igual que los personajes. Los principales en especial, tienen mucha personalidad, y notamos su forma de ser hasta en como se mueven.
Por otra parte, el juego también cuenta con voces en inglés y japonés, ambas muy cuidadas e inmersivos. Eso sí, si tuviéramos que buscar algo que mínimamente no nos ha gustado de este apartado, es la traducción al castellano, que se ha tomado… ciertas libertades al insertar frases y coletillas más actuales. En resultado, algo que no pega en absoluto con la estética caballeresca del juego.
Por suerte, para levantar el ánimo contamos también con la genial banda sonora del juego. Es muy época, pero también motivacional y variada. Nos recuerda en gran medida a la de Final Fantasy Tactics, título con el que comparte varios elementos. Una vez más, nos sentimos como en un título de los 90, pero siempre en el buen sentido de la frase.
Conclusiones finales | Análisis de Unicorn Overlord
Unicorn Overlord es una carta de amor a los amantes del género táctico, que encontrarán aquí una nueva variable que podría inspirar a otros estudios. Además, también encadilará a quienes busquen un juego de rol diferente, que pese a no ser una superproducción, sea divertido, adictivo y completo.
Ya sea por su genial sistema de combate, lo que ofrece su mundo y la conquista del mapamundi, o la cantidad tan indecente de opciones que ofrece, que se traduce en un abanico de posibilidades, el juego es todo lo que podíamos pedir en un JPRG y más.
Por si todo esto fuera poco, cuenta con el estilo único de Vanillaware, quienes una vez más han sabido crear algo distinto, no revolucionario, pero si diferente. Además de atraparte con su estilo gráfico y sonoro, que sobra decir que es pura magia.
Si bien su trama, peca de ser algo típica, sus personajes y como desarrollan su personalidad nos ha parecido increíblemente atractiva. Al margen de sus propias motivaciones, también se desarrolla el conflicto bélico, donde entran creencias religiosas y debates políticos. En definitiva, docenas de horas en las que no nos arrepentiremos de pasar por caja.
- Su genial sistema de combate y todo lo que ofrece en su personalización.
- Algunas subtramas y misiones secundarias, es divertido ir conquistando y explotando.
- Su apartado técnico es puro arte.
- Un mapamundi repleto de tareas y cosas que no querremos pasar por alto.
- La historia peca de previsible o tópica.
- Algo abrumador en cuanto a tareas secundarias.
