
Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar si no vuela un velero bergantín. Si eres de los que allá en su momento —ya fuera con Tierra Santa o Piratas del Caribe— soñaste con alzarte a la mar, puede que te interese saber que el videojuego objeto de nuestro análisis de hoy, indie Trident’s Tale, ya está disponible.
Desarrollado por 3DClouds y lanzado el 22 de mayo de 2025, ha intentado llenar ese vacío existencial de aventuras que muchos sentimos mediante una aventura de acción en tercera persona que combina combates navales, exploración, luchas de espadas y un poco de magia.
Tras horas navegando, he encontrado un juego que destila encanto familiar, pero que tropieza con problemas técnicos y mecánicas que no siempre dan la talla. Te lo cuento en mi análisis de Triden’ts Tale, entre la brisa marina y algún que otro naufragio.
Análisis de Trident’s Tale, un juego de piratas para toda la familia


En Trident’s Tale controlas a Ocean, una aspirante a pirata que lleva toda la vida soñando con echarse a la mar. Su abuelo nunca se lo ha permitido, por lo que vive resignada hasta que —de repente— unas extrañas calaveras atacan su pueblo después de que esta encuentre un colgante.
Pronto descubre todo es culpa de un amuleto que encuentra por casualidad. Es una parte del Tridente de las Tormentas, un artefacto legendario que trae consigo promesas de poder. Pronto descubrimos que esconde algo más, pues si lo encuentra, Ocean podría ser la pirata que siempre soñó y rescatar a un ser querido.
El juego te cuenta todo esto a través de una narrativa que, siendo sincero, es demasiado simple. Viéndolo con perspectiva, diría que es por su enfoque; parece más pensado para disfrutar junto a tu primo o hermana pequeña que tú solo. Tiene un aire marcadamente infantil, aunque no es malo.


No obstante, esto provoca que tanto la historia como el guion u los diálogos sean muy sencillitos. La narrativa es directa, de tono ligero y carácter familiar. Tiene una vibra desenfada que seguramente guste a quienes busquen un juego para pasar el tiempo con los más peques de la casa.
Los personajes, desde brujas excéntricas hasta esqueletos parlanchines, tienen un carácter caricaturesco al más puro estilo serie infantil de la tele. Son bastante planos, pero tienen ese toque de humor que suele gustar entre los niños.
Desde el prisma de un jugador más experimentado, tanto estos como el elenco principal se sienten algo descafeinados. Eso sí, se presenta con un doblaje en inglés sólido y subtítulos en español bien adaptados, mantiene el tono accesible, ideal para jugadores jóvenes o cualquiera que busque una aventura sin demasiadas complicaciones.
Por las barbas de Neptuno


En lo que respecta a la jugabilidad, Trident’s Tale se presenta como un mundo abierto de exploración terrestre y navegación. Podremos recorrer los siete mares mientras visitamos diferentes tipos de islas. Hay una variedad relativamente amplia en estas, puesto que hay varios tropos y ecosistemas diferentes.
La transición entre explorar a pie y tomar el timón es fluida, y manejar el barco, con opciones para ajustar las velas en tres velocidades o disparar cañones tiene su aquel. No es demasiado complejo ni profundo, por lo que resulta ideal para los más peques o para quienes prefieran algo más sencillito.
Por su parte, la exploración también es bastante sencilla. Consiste en, cada vez que visitamos una isla, recorrer el entorno mientras derrotamos a unos cuantos enemigos y obtenemos algunos recursos para fabricar (por ejemplo) pociones y otros ítems. La variedad no es muy amplia, pero resulta suficiente a tenor de la extensión de la aventura.


El combate terrestre mezcla espada, pistola y magia, esta última desbloqueada al reclutar tripulantes con habilidades únicas que luego podemos plasmar en esas mismas batallas. Sin embargo, estas no son tan fluidas como nos gustaría.
Los movimientos de Ocean son pesados, el sistema de apuntado es algo errático y la esquina no es demasiado precisa. Las animaciones son un tanto toscas y no ofrece la soltura propia de un juego de acción en tiempo real.
Los puzles en las mazmorras, como alinear cristales o sortear trampas, son divertidos al principio, pero se vuelven repetitivos, con mecánicas que no evolucionan lo suficiente. Reclutar tripulantes, cada uno con su propia habilidad y personalidad, es un acierto, aunque sus historias no profundizan, dejándolos como compañeros entrañables pero olvidables.
Conclusiones de Trident’s Tale


Técnicamente no es un juego demasiado puntero, pero funciona bien. En PC no he tenido prácticamente ningún problema, aunque a veces la GPU subía más de lo que esperaba pese a ser un juego bastante humilde. La banda sonora, con melodías de inspiración pirata, acompaña sin destacar, y los efectos de sonido, como los cañonazos, carecen de impacto.
El sistema de crafting, que permite crear balas o mejoras para el barco, es funcional, pero no tan robusto como en otros RPG de acción. Con una campaña de unas 15 horas, esos 24,99 euros se me antojan un poco elevados para lo que ofrece.
Es un título interesante, pero no tiene tanto carisma como para hacerse un juego en nuestra memoria. Entretenido a ratos, tiene cositas que le hacen brillar, pero necesita pulir varios apartados si quiere aspirar a más. No me parece tan interesante como para dedicarle buscar todos sus secretos, pero no está mal para echar el rato, especialmente con los más peques de la cosa.


- El océano y sus islas coloridas son relativamente divertidas de explorar.
- Los combates en barco tienen su aquel.
- Tono familiar. Su enfoque más sencillo y ligero hace que destaque como juego un poco más para niños.

- El combate terrestre torpe. Los movimientos y el bloqueo son imprecisos y frustrantes.
- En Switch parece que hay muchos jugadores teniendo problemas de rendimiento, según he consultado.
- Puzles repetitivos. Las mecánicas de las mazmorras se sienten redundantes.
Análisis de Trident’s Tale realizado mediante una clave de PressEngine.