Uno de los JRPG más esperados del año ya está a la venta, Trails in the Sky 1st Chapter ya está aquí y en nuestro análisis lo hemos disfrutado como pocos. Y es que el JRPG es un género que ha acompañado a los jugadores durante décadas, con sagas que han dejado huella como Final Fantasy, Dragon Quest o Persona. Sin embargo, dentro de este abanico de grandes nombres también existen joyas menos conocidas que han sabido construir su propio legado con paciencia, calidad y una narrativa sin igual como es el caso de la franquicia The Legend of Heroes.
Se trata de una obra que combina una narrativa extensa, personajes entrañables y un sistema de combate táctico por turnos cargado de posibilidades. Esta primera entrega actúa como introducción a un universo vasto y complejo, donde la política, los conflictos sociales y la vida cotidiana se entremezclan con conspiraciones que pondrán en jaque a todo un reino, tal y como vimos aquí.
Su reaparición en la actualidad, con mejoras de calidad de vida, nuevas opciones técnicas y traducciones revisadas, lo convierten en la oportunidad perfecta para adentrarse en una saga que se ha ganado a pulso el título de “legendaria”. De todo esto y mucho más vamos a hablaros en nuestro análisis, donde repasamos todas sus cualidades dejando claro el potencial de esta saga, y lo que está por llegar.
Comienza el arco de Libert, comienza The Legend of Heroes: análisis Trails in the Sky 1st Chapter

La narrativa siempre ha sido el corazón de la saga Trails, y The 1st Chapter no es una excepción. El juego nos traslada al reino de Liberl, una nación pacífica y próspera que en el pasado sufrió la invasión del poderoso Imperio Erebonia. Tras recuperarse del conflicto, Liberl se ha convertido en un estado avanzado gracias al descubrimiento del orbal, una fuente de energía que ha revolucionado la tecnología y el día a día de sus habitantes.
En este marco conocemos a Estelle Bright, una joven llena de energía, algo impulsiva y con un carácter optimista que contrasta con la seriedad de su hermano adoptivo, Joshua Bright, un muchacho enigmático y calmado. Ambos deciden seguir los pasos de su padre, Cassius, para convertirse en bracers, una especie de protectores del orden y la justicia que ayudan tanto a ciudadanos como a instituciones. Lo que comienza como un viaje de formación y misiones rutinarias, poco a poco se convierte en una trama de mayor envergadura, con conspiraciones políticas, traiciones inesperadas y secretos que afectan directamente al pasado de los protagonistas.
Aunque Estelle y Joshua aportan humor y calidez, la trama no tarda en mostrar su cara más oscura con traiciones y revelaciones dolorosas. Esto prepara el terreno para las futuras entregas, en especial Second Chapter, que profundiza en temas aún más maduros. En definitiva, nos espera una aventura de más de 70 horas solo en la trama. Pero en resumidas cuentas, esto no es más que un pequeño prólogo a todo lo que está por llegar.
Eso sí, el ritmo puede resultar algo irregular para gente menos familiarizada con el género. Y es que aunque cada capítulo cuenta con un hijo para tenernos siempre atentos, algunas zonas y sus misiones secundarias pueden pesar de ser demasiado lentas.
Un mundo enorme y lleno de posibilidades que te necesita

La exploración está marcada por un mundo interconectado donde cada ciudad, pueblo y mazmorra tiene personalidad propia. La estructura del juego se organiza en capítulos que van guiando a Estelle y Joshua por distintas regiones de Liberl. Aunque el avance es lineal, la sensación de libertad es notable gracias a la gran cantidad de misiones secundarias que ofrecen tanto recompensas materiales como desarrollo narrativo.
A diferencia de otros JRPG donde la trama principal eclipsa todo lo demás, aquí las pequeñas historias tienen un gran peso. Misiones aparentemente sencillas, como ayudar a un ciudadano o resolver un problema menor, terminan conectando con la narrativa global. Esa coherencia narrativa es uno de los sellos más reconocibles de la saga y el motivo por el que tantos jugadores se sienten atrapados en este mundo.
Uno de los grandes logros de Trails in the Sky es la construcción de su mundo. No solo nos encontramos con una historia principal bien hilada, sino también con un sinfín de diálogos secundarios, misiones opcionales y personajes recurrentes que dotan a Liberl de una identidad propia. Los NPC tienen rutinas y conversaciones cambiantes según avanza la trama, lo que refuerza la sensación de estar en un universo vivo y coherente.
En principio, estas historias solo aportan trasfondo y duración al juego. Pero a medida que avancemos encontraremos aquí también una ocasión perfecta para explotar el juego. Conseguir el mejor equipo, entrenar a los personajes, y también los desafíos más grandes del mismo.
Jugabilidad absorbente y llena de posibilidades, pocos JRPG hay así de adictivos

El sistema de combate es uno de los más interesantes de su época y aún hoy mantiene su frescura. Se trata de un sistema táctico en cuadrícula, donde la posición de los personajes y enemigos resulta crucial. Cada unidad puede moverse por un número limitado de casillas, atacar, usar artes (hechizos) o crafts (habilidades especiales), lo que da lugar a enfrentamientos estratégicos donde cada decisión importa.
Una de las mecánicas más llamativas es el sistema de quartz, que permite equipar a los personajes con orbes mágicos para personalizar sus estadísticas y habilidades. Esta libertad de personalización hace que cada jugador pueda diseñar estrategias únicas, ya sea enfocándose en magia, en daño físico o en un equilibrio entre ambos.
La curva de dificultad está bien ajustada. Las primeras horas son asequibles y permiten familiarizarse con las mecánicas, pero más adelante aparecen combates que exigen planificación y uso inteligente de recursos. Los jefes, en particular, destacan por obligarnos a pensar más allá del ataque básico, ya que suelen contar con patrones y debilidades específicas.
En cuanto al ritmo, es cierto que Trails in the Sky puede resultar pausado para jugadores acostumbrados a JRPG más frenéticos. Sin embargo, esa calma es parte de su encanto: cada batalla se siente como un puzzle que recompensa la paciencia y la estrategia. Aunque como ya os dijimos, los mejores retos los encontramos en las secundarias.
Técnicamente no tiene rival en juegos de estilo anime, sencillamente precioso

Llegamos al punto en el que sin duda, más cambios se producen con respecto al original, y es el completo lavado de cara gráfico que ha sufrido. En el lanzamiento original, hace ya veinte años, a nivel técnico llegaba algo limitado debido al tamaño del estudio, Falcom, así como la consola para la que se lanzaba, PSP.
El juego ha sido rehecho por completo con gráficos cel-shading en modelajes 3D, dando una atmósfera muy colorida y absorbente. El nivel de detalle es apabullante, y aunque estuvieras familiarizado con los escenarios de la entrega original, se siente como algo totalmente nuevo. Desde las verdes colinas de Rolent hasta las bulliciosas calles de Bose o las fortalezas militares, cada lugar tiene su propia identidad visual. La cámara, ahora más flexible, permite apreciar mejor las alturas y la composición de cada mapa, lo que también ayuda a planificar tácticas en combate.
Los temas de batalla son intensos y motivadores, mientras que las piezas más tranquilas para ciudades o momentos narrativos aportan calidez y nostalgia. Como cabría esperar, la banda sonora también ha sido rehecha, contando con instrumentales mucho más actuales, resultando una revisión completa que respeta a la original.
El doblaje, tanto en inglés como en japonés también ha sido rehecho en esta ocasión, contando con un casting que sabe representar a la perfección al personaje que interpretan. En el lado negativo, algunos aspectos técnicos aún muestran limitaciones. Hay transiciones entre áreas que generan tiempos de carga perceptibles, y aunque no llegan a ser excesivos, rompen un poco el ritmo.
Además, algunos modelados secundarios o animaciones faciales pueden sentirse rígidos comparados con producciones actuales. Eso sí, hablamos de minucias ya que a nivel de efectos ha ganado muchísimo: sombreado, el agua, partículas… es como un cuento pero muy maduro.
Análisis de Trails in the Sky 1st Chapter: conclusiones finales

Trails in the Sky: The 1st Chapter no es solo un remake fiel: es una celebración del JRPG clásico que logra ser relevante en pleno 2025. Su mayor virtud es que mantiene intacto el corazón de la experiencia original, pero la rodea de mejoras que la hacen más accesible y disfrutable para nuevos jugadores.
La historia es profunda, emocionante y con personajes memorables que evolucionan ante nuestros ojos. La jugabilidad, con su mezcla de estrategia táctica y personalización flexible, se mantiene fresca y desafiante. Gráficamente es precioso y absorbente, con una banda sonora inigualable que acompaña en cada escena y batalla.
No obstante, el juego no es para todos. Su ritmo pausado, la densidad de sus diálogos y su estilo más narrativo que frenético pueden desanimar a quienes buscan acción inmediata. Pero si lo que quieres es una experiencia de rol profunda, cargada de historia y con un mundo que respira autenticidad, este es un imprescindible.
En definitiva, Trails in the Sky: The 1st Chapter es una lección de cómo hacer un remake sin traicionar la esencia de un clásico. Perfecto tanto para veteranos que quieran reencontrarse con Liberl como para nuevos jugadores que deseen adentrarse en la saga, este título demuestra que los grandes JRPG no pasan de moda, solo necesitan la oportunidad de brillar de nuevo.


- El remake perfecto y con mucho más contenido para iniciarse en la franquicia.
- Gráficamente es precioso sin necesidad de grandes pretensiones.
- La primera entrega de la franquicia y por fin en español.

- En ocasiones el ritmo se vuelve lento y puede causar la desconexión del jugador.
- De este arco, es la entrega más floja argumentalmente.