El mes de marzo termina con uno de los grandes lanzamientos de PlayStation Studios y Team Ninja, Rise of the Ronin ya está disponible en exclusiva para PS5 y hoy os traemos su análisis. Una aventura de acción y tintes de mundo abierto al igual que otros muchos géneros ambientado en el Japón feudal.
Y es que si de algo puede presumir esta nueva IP, es de contar con una jugabilidad exquisita, que hará las delicias de quienes busquen un enfoque más basado en el gameplay. Esto no exime que también cuente con una gran trama, que además habla de uno de los momentos más tensos del país nipón, pero es que tenemos mucho de que hablar en nuestro análisis.
El ocaso de los samuráis y el feudo japonés | Análisis de Rise of the Ronin
Nos situamos a mediados del siglo XIX, Japón se encuentra en pleno bullicio social, y es que entre los cambios políticos por los dirigentes de la nación, y la llegada de otros países a la región del Sol Naciente, hay gran confusión entre el populacho. Así pues, el shogunato Tokugawa se acerca a su fin a medida que el país se abre a negociar con occidente. Y nuestros dos protagonistas, son los supervivientes de un clan secreto que se entrenaba en la montaña para derrocar al actual gobierno.
Estos pueden ser creados a nuestra imagen y semejanza, pero realmente ya cuentan con un diseño bastante convencional de por sí. El editor es bastante completo, sin ser lo más llamativo que hemos visto nunca. Eso sí, al poco de empezar a jugar tendremos que elegir con cual de los dos continuar la trama, y es que nuestras decisiones, decidirán el rumbo de la aventura. Dependiendo de nuestra elección, conoceremos personajes distintos y encontraremos facciones con objetivos diferentes, sin llegar a ser dos aventuras completamente distintas.
Para ubicarnos un poco, el juego trata algunos asuntos en común con la serie de Shogun, que curiosamente se está emitiendo actualmente en plataformas como Disney Plus. Si en bien es cierto, difieren en algunos aspectos, Rise of the Ronin puede ayudarnos a comprender los temas más burocráticos de la producción televisiva. Y es que el juego de Team Ninja se esfuerza a lo grande porque comprendamos su mundo, así como la restauración Meiji que nos explica.
Para ello, las escenas son muy explicativas, y el juego se esfuerza en gran medida a explicarnos en todo momento lo que ocurre en el periodo que jugamos. También hace un gran esfuerzo en ayudarnos a comprender los distintos puntos de vista de cada bando. Al fin de cuenta es una historia basada en hecho reales pero reinterpretados, y no hay malos ni buenos, solo distintos intereses.
Ya no quedan ronin que luchen así, el sistema de combate es su mejor baza
Si bien es cierto, Rise of the Ronin comete algunos errores algo incoherentes en la trama, como los bandazos que damos por los distintos clanes. Compensa increíblemente con su sistema de combate, su principal atractivo. Si buscamos una historia que nos atrape tenemos otras opciones mucho más adecuadas. Si buscamos un sistema de combate que nos haga disfrutar y querer mejorar con cada partida, no tantas.
Al margen de la buena variedad de armas de corta y larga distancia que hay, que es alta, existen muchos otros matices que hacen de cada estilo de juego una opción. Para empezar, contamos con una barra de Ki, que se consume al atacar y bloquear, por lo que debemos tenerla controlada para no atacar sin ton ni son. Por supuesto también podemos saltar, esquivar e incluso limpiar nuestra arma para recuperar Ki más rápidamente.
La variedad de movimientos se pueden intercalar para crear combos, reduciendo así el Ki de nuestro rival y permitiéndonos ejecutarle con un ataque especial. De este modo, los combates son intensos, pero porque debemos usar la cabeza, y no machacar botones como descosidos. Además, los combates están perfectamente equilibrados, si nos descuidamos recuperando Ki nuestro rival lo hará también, pero si nos pasamos atacando también las podemos pasar canutas.
Por suerte, contamos también con varios modos de dificultad, por lo que podemos ajustarnos a la perfección al nivel de desafío que busquemos. Como si heredara mecánicas de un souls, los contraataques también cobran mucha importancia, y saber ejecutarlos tiene una brutal recompensa sobre el combate. Otras mecánicas heredadas de este tipo de juegos es la posibilidad de equipar un par de armas, la cual podemos cambiar con pulsar un botón, haciendo que la posibilidad de estrategias y formas de jugar sean aún más grandes.
El sigilo y la cámara, el gran pero del sistema de combate
Sin embargo, no todo es tan bueno como lo pinta, y es que a medida que progresamos los combates requerirán mejores reflejos y precisión. Algo que se puede entorpecer por algunos problemas al cambiar o girar la cámara, lo cual puede comprometer el resultado de la batalla, y eso sí es un problema.
Además, el juego nos permite también usar un sistema de sigilo para combatir, algo que puede ahorrarnos algo de tiempo al luchar, pero que no resulta tan gratificante como la batalla. Es algo básico y basta con pillar al enemigo de espaldas, pero por suerte, es resultón. Además, el juego nunca nos impone que lo usemos, convirtiéndose en otra de sus muchas bazas, y usarla es opcional.
Además, en muchas misiones no estaremos solos, y podremos estar acompañados por un par de NPC, que aunque no resultan muy útiles en batalla, si son una excelente distracción. Por desgracia, algunos jefes también se valen de esta baza ya sean porque van en pareja o con sus súbditos. Esto nos puede complicar enormemente la situación, pero por suerte, siempre podemos pedir ayuda a través de internet.
Un mundo abierto increíblemente bien recreado, pero carente de novedades
Como todo juego de rol y mundo abierto, abundan las misiones secundarias, los coleccionables y demás iconitos que pedirán a gritos que los vayamos borrando de su extenso mapeado. Si bien es cierto, no aporta nada nuevo, y toda tarea secundaria ya la habremos visto antes en casi cualquier MMORPG que hayamos visto. La parte positiva, es que esto nos servirá para subir de nivel, desbloquear mejor equipo y alargar su duración.
Por cierto, solo completar la trama nos llevará cerca de 50 horas, pero si nos dedicamos a completarlo todo, asciende a las 70 u 80. De este modo, deducimos que el número de horas en tareas secundarias no es superior al de la trama, lo cual lo hace algo más agradable. Sin embargo, si son muy repetitivas, y que hayan volcado pocas ideas en este aspecto, le ha pasado factura en cuento al interés que genera. Ir de campamento en campamento vaciándolo de enemigos ya está muy visto.
Donde si se luce, y de lo lindo es en su ambientación. La fidelidad con la que recrean la época y el nivel de detalle es espléndido, pese a que a nivel gráfico no sea puntero. Además, el juego también cuenta con secciones lineales, pero mucho más visibles durante la trama. Esto aporta variedad a los escenarios y situaciones, lo cual agradecemos en gran medida y nos ha hecho disfrutar más de su mundo.
Técnicamente, palidece pese a lo precioso que es
La dirección de arte del juego es excepcional, bien lograda y capaz de trasportarnos a otra época. Por desgracia, a nivel técnico no es tan potente; ni por iluminación ni por nivel de detalle en los polígonos.
Aunque el juego cuenta con tres niveles gráficos, ninguno es especialmente sobresaliente en cuanto a texturas, por lo que recomendamos encarecidamente jugar a 60 fotogramas. Lo que si que destaca del juego, son las animaciones de combate, espectaculares, y como ya hemos dicho, el nivel de detalle de los escenarios.
A nivel de sonido es excepcional, tanto en la banda sonora como en la interpretación de voces, que cuenta con voces en varios idiomas, donde se encuentra el inglés, japonés (para una experiencia más fiel) y el castellano.
Conclusiones finales | Análisis de Rise of the Ronin
Rise of the Ronin no es la revolución del género, pero hacía tiempo que un juego de este tipo no se nos hacía tan divertido y gratificante. Cada paso que damos en fortalecernos o explorar su precioso mundo, es también una invitación a invertir más tiempo en desarrollar nuestra forma de jugar, y nos encanta.
Si bien es cierto, tiene varios flacos como el nivel de argumento o los gráficos, esto será rápidamente olvidado por quienes busquen una experiencia más basada en la jugabilidad. Simplemente, es muy divertido, bonito de ver y muy completo. En definitiva, muy recomendado. Además, cuenta con opción de ser completado en compañía de otros jugadores, algo que, pese a ser totalmente opcional, han sabido implementarlo a la perfección.
- Tan divertido como completo en combate
- Una recreación preciosa de la época japonesa que representa.
- El modo historia nos deja un buen sabor de boca.
- A nivel gráfico algo flojo
- El sistema de loteo de armas y armaduras es poco llamativo
- Las tareas secundarias no innovan nada.
