¡Hola gente! Pues como os iba comentando, hoy tocaba el análisis del famoso Pathfinder: Wrath of the Righteous, lanzado en septiembre de 2021 y que ahora llegaba a consolas. El videojuego desarrollado por el equipo chipriota de Owlcat Games se basa en la popular franquicia de rol Pathfinder de Paizo Publishing.
Con el lanzamiento del pasado 29 de septiembre a consolas PS4, Xbox One (PS5 y Xbox Series X/S por retrocompatibilidad) y Nintendo Switch; el juego llegaba a todas las plataformas. Además, lo hacía en una edición completa donde incluía todo el contenido adicional hasta la fecha.
Análisis de Pathfinder, ahora en consolas | Un repaso a la historia
Para quien no lo haya jugado hasta ahora y no sepa muy bien de qué va la trama, ya os adelanto que tenéis que probarlo. La situación nos pone en el país de Mendev, el cual ha estado librando una serie de guerras contra la Herida del Mundo. Esta Herida es un portal mágico que permite a los demonios viajar desde su hogar en el Abismo al mundo de los mortales. Estas guerras, llamadas cruzadas, han ido perdiendo terreno lentamente, principalmente porque los demonios muertos en el mundo mortal vuelven a la vida en el Abismo.
Tras tremenda faena eso que los demonios sean poco menos que invencible, nosotros controlaremos a un personaje de la ciudad de Kenabres, en las afueras de Mendev. Este personaje puede ser uno de los creados o podemos crearlo desde cero siguiendo las fichas del rol de mesa. Imaginad la profundidad de personalización. El caso es que después de sobrevivir a una invasión demoníaca de la ciudad, nuestro personaje descubre que tiene extraños «poderes míticos» mágicos de una fuente desconocida. Así que nuestra misión consistirá en expulsar a los demonios de Kenabres con nuestra magia y compañeros/as.
La jugabilidad en PlayStation 5
La jugabilidad en la versión de PS5 es buena. Personalmente, he encontrado la adaptación al mando muy natural. Le sienta bien la perspectiva isométrica, diálogos y acciones generales; aunque la letra de los menús es algo pequeña para mi gusto. El mapa es quizás el punto más flojo, pues se hace muy tosco manejarlo y no puedes ampliarlo. Esto hace que tengamos que ver los detalles casi con lupa.
En cuanto a los combates, principal preocupación que surge cuando juegos pensados para PC dan el salto a consolas. La solución creo que ha cumplido y se ha solventado bien a grandes rasgos. El combate puede abordarse de dos formas: o bien a tiempo real o por turnos. El primero es más dinámico y se adapta mejor, aunque sufre tirones y algunas veces los muñecos se buggean un poco. En cuanto al sistema por turnos, emula el clásico del PC. Mucho más táctico y lento, menos problemas de rendimiento, pero no me acaba de convencer para el control de mandos.
Además, el juego en sí es muy complejo si lo queremos jugar en sus dificultades recomendadas. Teniendo en cuenta eso, puede que la versión de consolas quede algo mermada para los jugadores experimentados al no cumplir con las necesidades que reclaman. Con el juego en tiempo real, el menú es tosco y casi tenemos que estar continuamente pausando para organizar los ataques. Ahora, las experiencias más fáciles harán las delicias de jugadores sin experiencia porque podrán centrarse en disfrutar la historia.
La edición completa
La versión para consolas incluye las tres expansiones que han sido lanzadas hasta ahora. Estas son: The treasure of the Midnight Isles, Through the ashes e Inevitable Excess. Con cada una de ellas nos aseguramos unas 7-8 horas mínimo más de contenido a las ya 80-100 que tiene el juego base. Además, nos amplían y complementan la narrativa de la historia con la exploración de nuevas ubicaciones, tramas y hechizos.
El más recomendable para los jugadores ocasionales a este tipo de juegos, creo que encontrarán Through the ashes muy interesante. Esta expansión consta de 8-10 horas y narra una mini-campaña independiente donde tenemos que tomar las riendas de otro personaje al margen del nuestro principal. A través de él o ella, viviremos acontecimientos paralelos en Kenabres a la campaña original y contaremos con nuevos miembros de grupo. Es más, se puede exportar esta partida a la que tengamos en la principal para que nuestro personaje conozca las gestas que consigamos con este secundario.
Análisis de Pathfinder: Wrath of the Righteous | Conclusiones
Personalmente, he encontrado esta versión para consolas bastante trabajada. Como es evidente, hay pequeños detalles que podrían pulirse, pero teniendo en cuenta la dificultad que conlleva manejar un juego tan complejo desde el mando, se pueden solventar. Con esto se deja la jugabilidad y experiencia global con una buena sensación y como una excusa para los novatos que quieran entrar en el universo de Pathfinder. Ahora bien, los más veteranos y experimentados creo que estarán de acuerdo en que el PC es la opción ideal. Así pues, mi nota final es…
- Todo el contenido disponible desde el primer momento asegurando más de 100 horas de juego.
- Una profundidad enorme a la hora de personalizar a nuestro personaje.
- Dificultad ajustable a todos los públicos.
- Algunos tirones a la hora de entrar en algunas secciones.
- El combate en tiempo real es muy tosco.
- Letra muy pequeña de los menús para lo importante que es.