
El Shaddai: Ascension Of The Metatron apareció en Playstation 3 y Xbox 360 en el año 2011. Con un equipo detrás nada malo con personalidades como Sawaki Takeyasu, antiguo desarrollador de Capcom, la propuesta fue extraña. Gustó a muchos, decepcionó a unos cuantos y, en sí, quedó como el clásico juego de culto que destacó en muchas cosas, pero decepciono en otras. Ahora, después de diez añazos, ha llegado a Steam para sorpresa de los fanes. Veamos qué tal le ha sentado al título todo este tiempo y si el port está a la altura.
El Shaddai: basado en el libro de Enoc

Es curioso que la historia de este videojuego esté basado en un texto bíblico. Concretamente, en el libro de Enoc, perteneciente a la biblia de la Iglesia Copta. En busca de siete ángeles caídos, Enoc, nuestro protagonista, intentará evitar la extinción de la humanidad. Iremos ángel por ángel recorriendo entornos y acabando con los obstáculos que se interpongan en nuestro camino.
Como tal, el argumento es extraño y bastante difuso. No vas a conectar realmente con ningún personaje, ni tampoco te vas a sentir conectado con la historia. En cierta manera (y eso que no he podido jugar a muchos de sus juegos) me recuerda a Killer7, desarrollado por GRASSHOPPER MANUFACTURE INC, en esta perspectiva bizarra y distinta en la que se desarrolla el argumento. No quita que todo tenga una personalidad apabullante: hay pocos juegos que se parezcan a El Shaddai.
Combates y plataformeo

La propuesta jugable realmente se divide en el plataformeo y los combates. El primero es correcto, con entornos a recorrer tanto en 3D como en 2D con una jugabilidad ágil y llevadera. Podremos encontrar diversos coleccionables, como los Hombres Libres, que nos entregarán manuscritos con información sobre el mundo y acontecimientos para entender mejor la historia. La gran baza del título, como comentaré luego más en profundidad, son los escenarios donde se desarrolla todo. Recorrer los escenarios es una gozada sobre todo por su apartado visual y sonoro. Es bastante improbable que te deje indiferente.
Después tenemos los combates, una parte que quizás podría estar mejor llevada. Hay tres tipos de armas: un escudo que hace ataques fuertes, flechas que van a distancia y una especie de arco tipo melee que se situaría entre estas dos. Las tres obviamente tienen un look muy celestial, siguiendo todo el estilo visual del título.
Un sistema ¿repetitivo?

Las combinaciones de ataques son las típicos de pulsar varias veces para crear combos estándar. Lo interesante es que al final todo se basa en pulsaciones; esperando un segundo tras realizar un ataque normal, y volviendo a pulsar el mismo botón, haremos un ataque para desestabilizar a los enemigos. Ahí es cuando podremos robarles las armas. Cada enemigo posee las mismas armas que el protagonista, y podremos arrebatárselas tras desestabilizarlos para que así dejarlos sin nada con lo que defenderse ante nosotros.
Sin embargo, un sistema que al principio entretiene, acaba haciéndose repetitivo. No paraba de desestabilizar a las enemigos, e incluso combates con jefes (que tienen un moveset bastante interesante en general) se resolvían a base de de desestabilizar. Al menos la duración, de unas 8 horas, hace que esta sensación de repetición la sientas solo en la parte final de la aventura.
Un apartado visual que catapulta al conjunto general

La jugabilidad, algo tediosa, se ve enriquecida por una dirección de arte muy diferente. Para ser de 2011 los escenarios tienen un toque artístico perfecto para lo que transmite el juego con esa atmósfera religiosa extraña de la que no sacas nada en claro de primeras. El Shaddai es de origen japonés con todas las letras, siendo nada occidental pese a tratar los temas que trata.
El port quizás podría ser mejor. Las opciones gráficas en PC se despliegan antes de entrar el juego, con unos menús inentendibles con parámetros rarísimos para el usuario habitual de PC. No pongáis el multisampling, porque pensando que hacía ver el juego algo mejor (el cambio es casi nulo) perdía efectos y elementos gráficos en pantalla por alguna razón.
La música acompaña perfectamente a todo el conjunto. Tiene canciones y efectos de sonido bastante acordes a lo que la aventura plantea, sumando todavía más a un apartado audiovisual sobresaliente. Es distinto, original, y no para de sorprender.
Análisis de El Shaddai: Ascension Of The Metatron | Conclusiones

El Shaddai: Ascension Of The Metatron es un título extraño. No tanta gente lo ha jugado, y pasará desapercibido pese a haber salido en Steam el pasado 1 de septiembre. Pese a esto, es una aventura que no te vas a arrepentir de disfrutar. Con una duración aceptable, una jugabilidad que cumple y ya, y sobre todo, un apartado audiovisual de otro planeta, me es imposible no recomendarlo.
Sus defectos son claros, y se puede apreciar fácil que los años se le han echado encima, pero gracias a su dirección de arte y su toque japonés, seguro que te sorprende. Ya está disponible en Steam a un precio especial de 16,19€ hasta el 8 de septiembre.
Análisis de El Shaddai: Ascension Of The Metatron. Clave de juego para PC cedida por PR Hound.