
Amantes de la estrategia y del universo Warhammer 40.000, hoy os traigo el análisis de Warhammer 40.000: Mechanicus, la última entrega que ha salido a la venta.
Pequeña introducción

¡Hola gente! Volvemos a la carga con un análisis de un videojuego que he disfrutado como un enano (amo la estrategia y el wargame, imagina el combo). Pero vamos por partes. Lo primero que quiero destacar, un poco, es la ambientación. La historia nos sitúa en el planeta Silva Tenebris, donde los Adeptus Mechanicus (nosotros) descubrimos actividad asociada al xenos (alienígenas). Dicha actividad resulta ser un montón de tumbas de necrones (máquinas zombis).
Para los amantes del juego de mesa de Games Workshop —como un servidor— no hace falta hablar del transfondo de todo esto. Para los herejes que no lo seguís, sabed que estas facciones son rivales acérrimos. Haciendo gala de la tradicional violencia del oscuro universo de la franquicia, os hablaré de la gran campaña que tiene y sus combates. También mencionaré la interfaz, apartado técnico y alguna cosilla que no me ha gustado. Aunque, en líneas generales vais a leer cosas muy positivas.
La campaña, planeta desconocido con enemigos conocidos

Sin lugar a duda, la campaña me ha sorprendido para muy bien. Siempre que ha salido alguna nueva entrega del universo Warhammer, los seguidores nos hemos quedado algo apáticos con las historias que nos contaban. Sin embargo, en las últimas entregas —Total War, Dawn of War o Vermintide— parecía que se daba un empujón a la buena dirección. Con Mechanicus puedo decir que mantiene una narrativa muy correcta que os gustará.
Asimismo, la mecánica de la campaña es bastante interesante e innovadora. Evidentemente, al estar en un juego de estrategia a tiempo real por turnos, lo primero que se nos viene a la cabeza es: «debe ser lento». Pues no, y todo gracias a lo siguiente. Los necrones están «dormidos» en sus tumbas (cada una es una misión), las cuales deberás examinar para obtener información (habrá que tomar decisiones cada vez que entres en una sala y cada una tendrá diferentes consecuencias).
No obstante, a más tiempo buscando información—pese a que conseguirás más recompensas— mayor «despertar» del Necrón habrá, lo que hará que la misión se vuelva cada vez más difícil. Como poco, esto te obligará a valorar, en función de tus fuerzas y los enemigos, el ir deprisa o no.

Las misiones que vayamos realizando nos llevarán por todo el planeta. Realmente, estaremos cumpliendo los encargos de los «magos» (nuestros jefes), bien sea para conocer a nuestro enemigo o para destruirlo. De esta forma, antes de empezar, sabremos a quién nos vamos a enfrentar y así organizar nuestra patrulla. Si salimos exitosos, habrá recompensas; en caso contrario, muerte. Recuerda, si fracasas no podrás repetir la tumba y sus beneficios se perderán.
El combate se siente genial

Entramos en la tumba y… ¡PAM! ¡Necrones! Empieza el salseo. Desde mi punto de vista, han logrado crear un sistema que recuerda mucho al juego de mesa (lo cual es maravilloso). Nuestras fuerzas estarán compuestas siempre por seis soldados, inicialmente dos tecnosacerdotes (las fuerzas principales) y cuatro siervos (carne de cañón). A partir de aquí, en función de nuestros progresos nosotros conseguiremos nuevas fuerzas (siempre que salgamos victoriosos) que podremos añadir a la patrulla. Ojo, nunca seremos más de seis soldados por lo que habrá que pensar qué interesa llevar.
Aunque claro, por cada tumba que juegues, en función de lo que tardes, el nivel de despertar se sumará al progreso total en forma de porcentaje. Esto provocará que haya más enemigos, de distinto tipo y nivel, hasta que llegues al despertar completo y tengas que huir del planeta. Para vencer a los necrones podremos personalizar a nuestras tropas. Con esto me refiero a poner distintas armas, atributos, mejoras, niveles, cánticos y un largo etc. Cada cosa tendrá sus propias características, lo cual habrá que tener en cuenta para poder crear un pelotón diverso o uniforme (según convenga).
Los tecnosacerdotes serán nuestra piedra angular, ya que son los principales soldados y por ende, los más personalizables.

Con los disparos volando sobre nuestras cabezas, tendrás que tener bajo control los «puntos de información». Se pueden obtener de diversas formas, aunque lo complicado es saber gestionarlos. Piensa que son como puntos de acción. Si quieres avanzar más de lo permitido en el turno vas a gastar «x» puntos; ¿quieres usar el arma de este soldado que es muy potente? pues te costará «x»; ¿quieres tropas adicionales? ya sabes, colega. Del mismo modo, nuestra mejor baza será el «servocráneo» ya que nos descubrirá las estadísticas de los enemigos seleccionados (increíblemente útil).
Por último, los necrones son muy duros, malo sería que una vez derrotado a uno no lo rematases porque… ¡vuelven a levantarse! Así que no olvides dejarlos bien destruidos a esos xenomórfos herejes.
Apartado técnico e interfaz

Siempre que sale un videojuego de estrategia para consolas tenemos miedo al pensar si sabrá adaptarse a los mandos. Más aun cuando sabes que está para PC. Pues gente, jugad sin miedo, porque se ha resulto la papeleta con buena nota. Bien es cierto que al ser por turnos y casillas (muy similar al XCOM) es más sencillo que un Stellaris. Pese a ello, aunque luego hablaré de los puntos flacos, es cierto que se me hace raro que se use en los menús el joystick en lugar de la cruceta para seleccionar las cosas (daba una sensación muy tosca a la hora de moverse).
La nave será nuestro centro de mando, donde podremos investigar nuevas tecnologías y mejoras (tanto para ella como para las tropas). Esto hace que sea muy sencilla la navegación por todos los apartados. En cuanto a los gráficos, después de jugar al The Last of Us Parte II, reconozco que me he vuelto algo pijo. No obstante, dejando las bromas a un lado, podría dar mucho más de sí, pero es cierto que no le hace falta. Me explico, es un juego de estrategia que ya luce bien con la gráfica que tiene y su punto fuerte no es que luzca impresionante. A fin de cuentas, venimos a matar máquinas, que la jugabilidad sea correcta y una historia divertida.
Todo ello lo cumple, acompañado con una gráfica decente; por ello, pese a que puede dar más, no se le echa en falta.

Los puntos débiles
Como siempre, tenemos esa relación amor-odio todos los que amamos las miniaturas con Games Workshop. El por qué, su manía de no traducir nada. La edición Heretek que pude disfrutar venía con un maravillo cuaderno digital de arte del juego… ¡Sin traducir! Igual estás leyendo esto y dices, «bueno no es tan grave si sabes inglés». Por supuesto, mas para aquellos que no sepan y compren un juego que está en castellano, el hecho de que el material adicional por el que estén pagando y venga así pues… es muy molesto.
Como he mencionado antes, la interfaz se hace algo tosca al obligarnos a desplazarnos por todo el abanico de opciones con el joystick. La cruceta queda totalmente desaprovechada, lo cual me resulta extraño, ya que hubiera sido más cómodo emplearla para dicha función. Pero entiendo que esto ya es más gusto personal que otra cosa.

Conclusiones
Juego de estrategia a tiempo real por turnos excelente. Ambientación de nicho que no deja a nadie de lado si te gusta el género, aunque bien es cierto que si eres seguidor de la franquicia «pillarás» todas las referencias y argot que se emplea. Gran jugabilidad, historia narrativa, posibilidad de rejugarlo las veces que quieras ampliando de esta forma las horas de juego. En definitiva un muy buen juego que podéis conseguir a un precio de 39,99 euros en Steam, PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch. En resumidas cuentas, la valoración final si te gusta la estrategia a tiempo real por turnos es de…
Análisis Warhammer 40.000 Mechanicus. Clave de juego para PS4 cedida por Koch Media.