La Realidad Virtual se va afianzando lenta pero imparable como una forma de ocio alternativa al videojuego tradicional en hogares de todo el mundo. Esto es algo que se refleja en encontrar, de forma cada vez más frecuente, títulos que destilan calidad y cuidado. The Tale of Onogoro es uno de esos juegos. Cierto es, que seguimos hablando -como en el 90% de los casos- de un videojuego indie, pero en esta ocasión, tiene un acabado excelente y una historia cautivadora.
Análisis de The Tale of Onogoro | Haru, la sacerdotisa prisionera y el viajero de otro mundo, es decir: tú
Resulta bastante sorprendente el enfoque narrativo que Amata K.K. ha escogido para un título que, jugablemente, no deja de ser una experiencia de puzles con toques de acción. La aventura comienza cuando Haru, una sacerdotisa que ha sido hecha prisionera y que ha perdido un brazo, una pierna y un ojo, nos invoca para ayudarla a proteger la isla de Onogoro. Esta isla tiene una peculiaridad: se encuentra flotando en las nubes y cuenta con la presencia de unos seres gigantes llamados “kamis”.
Nuestro deber será ayudar a Haru y, aunque esta premisa podría ser suficiente para acompañar la propuesta jugable, se ha hecho mucho más. La sacerdotisa es un personaje adorable al que no tardaremos en coger cariño. El estudio lo sabe y es inevitable sentir como poco a poco ese vínculo trasciende la pantalla hasta llegar a nosotros. Pronto nos encontraremos asintiendo o negando con la cabeza para responder a Haru y protegerla se convertirá siempre en nuestra prioridad -incluso cuando el juego no nos lo pida explícitamente-.
La sacerdotisa también será la encargada de contarnos en todo momento cuestiones sobre la isla de Onogoro: sus costumbres, sus barrios, su tecnología…Y, lo más bonito de todo, es que viviremos con ella ese descubrimiento, ya que pese a conocer todo esto, ella nunca ha podido salir de su templo. Es una aventura entrañable, con muchas líneas de diálogo pero que en ningún momento llega a aburrir. Además, el juego llega traducido al castellano.
Las armas celestiales: Unas pistolas que sirven para mucho más que disparar a enemigos
Puede que si veis algún tráiler o imagen del juego y os percatáis de que podemos llevar una pistola a cada mano, penséis que estamos ante un título donde pegar tiros va a ser una mecánica principal. Sí y no. Dispar vamos a disparar, un montón, pero no siempre será para abatir enemigos, ya que las armas celestiales -nuestras “pistolas”- sirven para mucho más que los enfrentamientos. Incluso en estos, disparar a lo loco nunca será una opción.
Todo funciona como un puzle; nuestras armas no pueden disparar por sí solas, tenemos que absorber un determinado elemento -fuego, aire, tierra- del escenario y después, disparar. Si queremos abatir un enemigo de elemento fuego, tendremos que absorber dicho elemento y después atacar al rival. Además, al ser derrotadas, algunas criaturas se transformarán en piedras elementales de otro tipo para poder atacar al resto o activar mecanismos.
Disparar elementos para resolver rompecabezas
Cuando no estamos luchando por sobrevivir, estaremos resolviendo todo tipo de acertijos basados en los elementos, utilizando nuestras armas y, en muchas ocasiones, la ayuda de Haru. Por otro lado, la sacerdotisa no podrá moverse por sí sola, ya que se encuentra encadenada a una roca. ¡No temáis! Para eso estamos nosotros y, con ayuda de nuestras armas, podemos levantar y mover por el aire la roca que la retiene con ella encima para protegerla o colocarla donde necesitemos de su ayuda.
Por último, hay que mencionar los únicos enfrentamientos que sí requerirán de habilidad y que son ciertamente espectaculares: los combates contra los kamis. Aquí sí tendremos que ser rápidos, cuidar a nuestra compañera y disparar con precisión cuando toque, ya que estas enormes criaturas son muy agresivas y no dudarán en lanzar todo tipo de ataques contra nosotros. Si bien no son muy numerosos, estos jefes son muy estimulantes e imponentes.
Una aventura preciosa en lo narrativo y en lo audiovisual
Pero toda esa belleza narrativa, ese viaje hermoso junto a Haru, esa mágica mecánica que consiste en darle la mano a nuestra compañera para disipar barreras o recuperarnos, no sería lo mismo sin apartado audiovisual a la altura. Amata K.K. sorprende con el gran nivel de The Tale of Onogoro en este aspecto.
Visualmente el juego es una delicia, Haru tiene un nivel de detalle muy alto y, aunque los escenarios están un punto por debajo en cuanto a calidad de texturas, el diseño artístico es excelente. Además, toda la aventura está perfectamente acompañada por una banda sonora exquisita tanto en combates como en momentos de calma, además de un estupendo doblaje en japonés.
Análisis de The Tale of Onogoro | Conclusiones
The Tale of Onogoro ha sido una gran sorpresa para mí. El juego llama muchísimo la atención -si eres fan de la estética anime– en cuanto ves cualquier tráiler. No obstante, desconocía que me iba a encontrar una historia tan entretenida y entrañable, así como una compañera inolvidable como Haru.
Estamos ante un auténtico juegazo y es un juego que se puede jugar perfectamente incluso sentado, así que no hay excusas para no disfrutar de esta preciosa aventura en Realidad Virtual. Si sois fans de la estética anime, de los puzles y de las buenas historias, The Tale of Onogoro es un videojuego indispensable.
- Haru.
- La historia.
- Su apartado audiovisual es sobresaliente.
- Traducido al castellano.
- Los combates contra enemigos comunes son muy simples.
- Más allá de intentar mejorar nuestra puntuación en los niveles, no hay mucho aliciente para rejugarlo.
