La maldición de Piratas del Caribe ahora tiene forma de RPG táctico. Análisis de Rogue Waters

Hoy os ofrecemos nuestro análisis de Rogue Waters, un juego de rol táctico con mecánicas de roguelite y piratas. Piratas inmortales.

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No es especialmente habitual que podamos hablar de un juego que mezcla un universo pirata en donde la inmortalidad es el santo y seña de una tripulación maldita y traicionada junto a las mecánicas propias de un roguelite y las bases de un título de rol táctico. Y si esto es poco común, lo es todavía menos hacerlo mediante un análisis como el de este Rogue Waters, pues es rara la ocasión en la que una mezcolanza como está funciona tan, tan bien. Por suerte, lo nuevo de Ice Code Games no solo combina muy hábilmente todos estos conceptos, sino que lo hace con la personalidad propia de un estudio indie que, ante todo, quiere demostrar que saben hacer buenos juegos.

Y sí, Rogue Waters es un buen juego dentro de su premisa. La mala suerte que ha tenido es que, de buenas a primeras, parece que no ha tenido el impacto que se merece, pues si revisamos Steam veremos que solo acumula 159 reseñas. De ellas, el 82% son positivas, por lo que podemos hablar de una recepción bastante buena dentro de un mundo tan exigente como el de los tactical RPG. No es fácil despuntar en un género de nicho, pero tienen capacidad de sobra más que para lograrlo.

Sobre todo gracias a esa combinación de géneros de la que he hablado. A fin de cuentas, no es tan habitual que la mecánica básica de progresión sea un sistema mediante el cual se recorren rutas generadas de manera procedural en las que se tienen que cumplir ciertos eventos hasta llegar a una meta final. Si no estáis seguro de a qué me refiero, podréis comprobarlo mediante las siguientes imágenes.

Análisis de Rogue Waters: una aventura pirata inmortal

Hechas las presentaciones, es importante desgranar Rogue Waters en distintas secciones para entender todo lo que nos ofrece y cómo funciona. Lo más importante, desde mi perspectiva, es ese sistema tipo roguelite. A fin de cuentas, el juego nos dice desde el principio que la muerte no es importante. De buenas a primeras somos un grumete cualesquiera, pero, tras ser traicionado por nuestro capitán, acabamos adquiriendo una extraña gema que nos mantiene con vida tras caer al vacío.

Sin saber bien cómo ni por qué, despertamos 14 años más tarde, pero el mundo a cambiado. Nuestro antiguo capitán ahora tiene un auténtico imperio marítimo, pero eso no impedirá que llevemos a cabo nuestra venganza. La suerte querrá (y los guionazos, todo sea dicho) con el antiguo timonel de nuestro barco, quien no solo nos acoge, sino que nos nombra capitán de nuestra propia tripulación. Aceptando este feliz giro de los acontecimientos, entendemos enseguida que Rogue Waters no pretende romperlo con una historia especialmente potente.

Si bien es cierto que tiene su aquel, la verdad es que tanto la escritura de la trama como los diálogos son poco más que una excusa para disfrutar de su verdadero punto fuerte: la rejugabilidad. En la teoría, Rogue Waters es infinito, aunque como tenemos un límite de mejoras para nuestro barco y nuestra tripulación, completar el 100% es motivo más que suficiente como para dejarlo a un lado. Y no lo digo en el mal sentido, ya que ofrece varias decenas de horas de entretenimiento.

Un barco con muchas posibilidades

Análisis de Rogue Waters | Barco antes de zarpar. En la taberna podemos contratar nuestras unidades especiales y en el taller mejoraremos nuestro barco.

¿Cómo? En Rogue Waters tendremos dos elementos que podremos ir mejorando: barco y tripulación. Al primero podremos ir equipándole cada vez más accesorios, mejorando la capacidad de sus camarotes para cumplir misiones con más personajes, etc. Lo podremos hacer obteniendo planos, uno de los recursos más importantes del juego. También podremos mejorar otros aspectos, como la fuerza de ciertas criaturas marinas que nos ayudarán, aunque aquí será usando cristales.

En la imagen que os he dejado justo antes, mi barco todavía estaba sin mejoras, por lo que solo podía llevar dos cañones y dos módulos. Sin embargo, cuando fui adquiriendo mejoras, no solo tenía más opciones en la bodega de carga antes de iniciar cada ruta, sino que tenía más módulos iniciales. En campaña, el máximo de accesorios es de 6 y 6, y tienen distintos tipos de rareza y capacidades. A fin de cuentas, durante las batallas navales, cada accesorio tiene su propia vida y objetivos.

Análisis de Rogue Waters
Análisis de Rogue Waters | Aquí tenéis un ejemplo de batalla nival durante una ruta de bajo nivel. Cada batalla se divide en tres rondas y, cuando terminan, arranca la batalla con los tripulantes.

Con estos podemos atacar los módulos, por ejemplo, cuya principal función es darnos ventajas (o a nuestros enemigos) en la fase de combate. Algunos también pueden usarse contra la tripulación para reducir su salud antes de realizar un abordaje, mientras que otros se especializan en hacer daño a otros cañones. Con esto sobre la mesa, entenderéis que el juego divide su gameplay en cuatro grandes apartados: preparación y mejora de barco y tripulación, navegación por ruta, combates navales y batallas con la tripulación.

Estas últimas se construyen en escenarios divididos mediante cuadrículas en las que tanto nuestras unidades como las rivales podrán moverse. De base, nosotros solo podremos controlar cuatro al mismo tiempo, pero el rival tendrá muchas más. Podremos aumentar las unidades que inician un abordaje de distintas maneras, y si una cae durante el combate, podremos sustituirla por otra hasta que termine la batalla o nos quedemos sin tripulantes.

Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy

Es más, tenemos que diferenciar entre dos tipos de unidades. Los tripulantes en realidad son unidades básicas sin grandes habilidades, pero también podremos tener algunas especiales. Además del capitán, siendo este nuestro mejor soldado, podremos disponer de otras como un cocinero con bastante aguante y un buen daño base, una mosquetera que ataca a distancia tras cargar un disparo que hace mucho daño, una lancera capaz de golpear a varios enemigos, etc. La variedad no es especialmente alta, pero tiene alternativas interesantes.

Lo curioso es que el daño no se hace solo con ataques básicos, sino mediante empujones. En Rogue Waters es muy importante saber colocarse, puesto que si logramos que dos unidades choquen entre ellas o contra un obstáculo, sufrirán más daño. ¿Y eso cómo es? Pues porque, salvo ciertas unidades, se debe a que cuando un soldado ataca, lo hace andando hacia adelante, y el que se defiende va hacia atrás. Esto provoca que el control de los movimientos y la posición sea más importante que nunca.

Gracias a esto disponemos de una táctica algo diferente a lo habitual, pero tampoco podemos decir que sea única. En cualquier caso, es divertida, sobre todo cuando tenemos en cuenta que cada unidad tiene sus propias técnicas. Aparte, podemos equiparlas con hasta dos objetos que mejoren sus prestaciones de combate y/o les otorguen capacidades especiales. Eso sí, tanto los ítems que obtengamos para nuestros personajes como las piezas de barco que consigamos en cada ruta se perderán al final de las mismas. A cambio nos darán planos y cristales para seguir mejorando, siendo esta su base como roguelite.

Análisis de Rogue Waters: conclusiones

Análisis de Rogue Waters
Análisis de Rogue Waters | Primer combate del juego. Así se ve el sistema de cuadrículas y el escenario

En líneas generales, debo decir que Rogue Waters me ha gustado bastante. Divertido y desafiante, tiene varias dificultades que se ajustan bastante bien a todo tipo de jugador, aunque la curva inicial es complicada de sobrellevar. Se nota mucho cuando mejoras el barco y llevas cañones suficientes como para defender de verdad y/o dejar muy tocada a una embarcación enemiga antes de abordarla.

Como juego de rol táctico, es divertido e interesante. Además, gana bastantes puntos al agregar los reinicios tipo roguelite. Logra sentirse algo diferente si lo comparamos con las experiencias habituales. Se siente bien con el ratón y el teclado en las manos. Visualmente, no es una maravilla, puesto que las texturas son bastante normalitas, pero no se ve mal y la banda sonora está bien. Acompaña de buena manera y deja con un buen sabor de boca. Aparte, a nivel técnico rinde bien.

Su punto débil es que el guion, ya que la historia es bastante normalita. No es mala, y tiene su aquel, pero no deja de ser una trama típica de piratas y maldiciones en las que un hombre busca venganza contra el hombre que le traicionó. Más allá de eso, puedo decir que me ha gustado.

  • Las peleas marítimas son un agregado interesante para darle variedad a las batallas tácticas terrestres.
  • La mezcla de géneros y elementos funciona bastante bien.
  • Está traducido al español.
  • Los combates son desafiantes y el sistema empleado es atractivo.
  • El diseño general está bien pensado. Es un juego inteligente.
  • El guion y los diálogos son flojitos.
  • Las primeras rutas son complicadas por la ausencia de componentes de barco y el escalado se pierde un poco cuando vas sumando mejoras.

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