La Segunda Guerra Mundial ha sido, sin lugar a dudas, el conflicto bélico más atroz que ha vivido el ser humano hasta el momento. Se estima que alrededor de 60 millones de personas perdieron la vida durante el conflicto, pero, ¿podría haber sido esto aún peor? Esta es la cuestión que plantea Paradise Lost. Cuando Hitler decidió invadir Polonia lo hizo tentando a la suerte pensando que la guerra no estallaría, pero así fue. Es en este país tan afectado por la guerra donde, precisamente, nos sitúa el juego. El mundo ha sido consumido por las armas nucleares y ahora solo quedan recuerdos y vestigios. En medio de este escenario, una de las pocas historias humanas que quedan. ¡No os perdáis nuestro análisis de Paradise Lost!
Análisis Paradise Lost
Una guerra tiene consecuencias desgarradoras. La máxima expresión de brutalidad humana se entremezcla con los sentimientos más puros y sinceros dando lugar a un contraste incómodo y duro. Lo hemos visto anteriormente en historias, reales o ficticias, como El Niño con el Pijama de Rayas, Anna Frank, War Horse y demás. Ahora le llega el turno a Paradise Lost, un juego desarrollado por el estudio polaco PolyAmorous, poniéndonos en la piel de Szymon, un niño de doce años huérfano tratando de sobrevivir en el invierno nuclear. Con solo una foto de referencia se adentra en los vestigios del régimen nazi en busca de respuestas.
Uno de los delirios más grandes de Hitler era que el régimen perdurase durante mil años y esa idea se explota en este juego. Nuestros pasos nos llevan a un búnker subterráneo increíblemente grande pensado para formar la sociedad aria sin interferencias y fortalecer los valores del nazismo para atacar en el momento dado. De esta manera llegamos a un lugar abandonado que recuerda a Rapture de Bioshock en la que la única compañía que encontraremos será la voz de Ewa, una misteriosa joven, a través de los altavoces del búnker.
Un viaje solitario de descubrimiento
Nos encontramos ante un walking-simulator fiel al género y tradicional en sus mecánicas dejando principalmente el protagonismo al apartado narrativo. El resto de elementos están pensados para intensificar y darle peso emocional a la historia, la cual intercalará el presente jugable con flashbacks explicativos.
La sensación de soledad, abandono y desolación se potencia gracias a la estupenda ambientación que se ha llevado a cabo. La ausencia de vida se denota más que nunca precisamente por los restos que ésta ha dejado. La puesta en escena de los escenarios es simplemente espectacular con todo lujo de detalles y una recreación histórica encomiable atrapando al jugador desde el primer momento.
Todos estos detalles consiguen atrapar al jugador en una historia, que si bien hemos visto de forma similar en otros lugares, brilla por su puesta en escena. En mi caso, la exploración del entorno es lo primero que me llamó la atención y mientras me dedicaba a inspeccionar el escenario iba encontrando documentos históricos, fotografías y demás. Cuando me di cuenta estaba inmersa en el juego.
Un juego conservador en su género
La jugabilidad no es uno de los apartados fuertes del juego, ya que es bastante mecánica y simple. Si se trata de un walking-simulator eso es lo que básicamente hacemos: andar. Nuestras acciones se reducen a interactuar con el entorno y algunos objetos en determinados puntos, a leer documentos como comentaba y poco más. En algunos momentos tendremos cierto poder de decisión que en ningún caso es trascendental para el desenlace.
Tampoco es un juego con el que vayamos a rompernos la cabeza intentando solucionar un puzle para poder avanzar de zona como se está viendo actualmente en la demo de Resident Evil Village por ejemplo. Y puestos a andar, literalmente andaremos, porque no hay opción de correr. El juego busca controlar el ritmo pausado de la acción a todos los niveles y se centra en la narrativa como eje fundamental. Debo añadir en este punto que aunque el juego es bastante lineal y cuenta con pocas acciones no me ha resultado aburrido porque creo que sabe atrapar al jugador tanto con la presentación de escenarios, como con la trama.
Correcto en su mayoría de apartados
Gráficamente tampoco encontramos un despliegue de medios. El juego corre bien tanto en PC como en PlayStation y no cuenta con ningún error reseñable que al menos yo haya percibido. Sin embargo, si entramos en el campo de la apariencia el modelado de personajes y los movimientos de la mano que vemos de vez en cuando deja un poco que desear, así como la definición de ciertos objetos y demás. Por contra, diré que existe un esfuerzo claro por sacar el mayor rendimiento a los medios disponibles, porque aunque no nos encontramos ante un juego con gráficos de última generación y Ray Tracing sí hace un trabajo interesante de iluminación y sombreado.
De la misma manera, el juego cuenta con textos traducidos al español e implementados directamente sin necesidad de subtítulos en los documentos y voces en inglés, aunque otros idiomas como el polaco o el alemán estarán presentes. En cuanto al apartado sonoro, no vamos a encontrar temas solemnes, emblemáticos y épicos en este juego. El silencio nos acompañará generalmente haciendo mayor hincapié en los sonidos de ambientación que en otra cosa llegando en ciertos puntos a tensarnos a causa de la incertidumbre que se genera con ellos.
Un juego interesante al que echar un ojo
En lo que a términos generales se refiere creo que es un juego recomendable. Durante sus cuatro horas de duración aproximadas sabe como mantener al jugador pendiente e implicado. Si a eso le sumas cierta predilección por la Historia encontraréis un paraíso, (nunca mejor dicho), que explorar. El mensaje que trata de transmitir más allá de la trama emotiva es sobrecogedor de la misma manera que lo hacía In Rays of the Light. La crudeza de la guerra y los actos humanos se reflejan mejor que nunca en este título. Es cierto que no es uno de los mejores exponentes de su género por las limitaciones que conlleva en muchos aspectos, pero sí presenta un buen producto final al que echar un ojo. Eso sí, teniendo en cuenta que se trata de un juego con un ritmo lento y de gran peso narrativo carente de acción dinámica.
Espero que os haya gustado el análisis de Paradise Lost y si os animáis a probar el juego comentadnos vuestras experiencias. ¡Nos vemos pronto!
Análisis de Paradise Lost. Clave de juego para PS4 cedida por All In! Games a través de terminals.io