Los metroidvania en España tienen nombre y apellidos: Blasphemous de The Game Kitchen. Por méritos propios, este singular indie hispano construido en torno al folclore de la Semana Santa en España y, más concretamente, en la cultura andaluza. Con fuertes influencias del catolicismo romano, se aprovecha muy hábilmente de la iconografía propia de la susodicha festividad para construir un mundo ficticio tan rico como sorprendente. No obstante, esto es solo el principio, pues resumir el análisis de Blasphemous 2 en sus muy diversas referencias es quedarse corto. Muy corto.
Tanto es así que gran parte de esta introducción la podemos aplicar al primer juego sin ningún de reparo. En efecto, tal y como habréis podido inferir, Blasphemous 2 es una secuela directa, pero de un DLC. Aunque pueda resultar contradictorio, la historia original nos dice que después de la primera entrega tuvieron lugar los eventos de Wounds Of Eventide, el tercer contenido expansivo de la saga.
Este, por cierto, es completamente gratuito. Solo son de pago los dos primeros. Ahora bien, teniendo todo esto en cuenta, cabría preguntarse si es necesario haber disfrutado de la primera parte (y sus expansiones) para hacer lo propio con la segunda. La respuesta es un tanto ambigua. Si somos fieles para con la verdad, no es obligatorio. Así pues, Blasphemous 2 funciona muy bien como juego independiente.
Pese a ello, también es cierto que hablamos de un juego netamente superior cuando se dispone de un bagaje previo. En general, la experiencia de Blasphemous como saga es mucho más enriquecedora cuando se han disfrutado de todos sus contenidos. Consecuentemente, si no habéis probado el primero, os lo recomiendo encarecidamente, pues es casi tan bueno como su secuela.
Análisis de Blasphemous 2
Palabras mayores, la verdad, puesto que aquella primera excursión al macabro mundo de The Game Kitchen estuvo muy bien. Por suerte, el paso del tiempo le ha sentado bastante bien. Siendo muy parco, lo primero que os puedo decir que estamos ante un juego tan divertido como desafiante. Al menos en la gran mayoría de secuencias, puesto que también es verdad que hay secciones concretas y bosses determinados en los que una migaja más de dificultad habría estado bastante bien.
Algo lineal por momentos, sobre todo cuando superamos el ecuador del juego, Blasphemous 2 se vuelve algo más fácil a medida que avanzamos. Y si bien es cierto que esto es algo bastante habitual en no pocos metroidvania, pienso que la primera entrega —aunque tal vez sea Nostalgia quien me haga pensar así— manejaba mejor ese punto. Más allá de esto, lo cierto es que mi conclusión más sincera es que me he divertido mucho con lo nuevo de los españoles.
El juego es divertido. Esta es la review más sincera que os puedo ofrecer y el elemento más importante de todos. Si no fuese entretenido, de nada importaría que tanto su apartado gráfico como su banda sonora me hayan conquistado de principio a fin. Y es que, en efecto, el estudio ha vuelto a demostrarnos que son muy buenos en lo que hacen. Artísticamente hablando, The Game Kitchen tiene un talento descomunal.
Como creativos están en un nivel muy alto y casi todo lo que tocan es precioso. Al menos a su manera, puesto que una de las grandes premisas de Blasphemous 2 es que es grotesco. Es muy bonito, pero a su manera. A fin de cuentas, no siempre es fácil crear un mundo bañado en sangre y crueldad que resulte agradable a la vista. Por suerte, ellos lo hacen muy bien.
Una experiencia metroidvania que merece mucho le pena
Dicho esto, puedo deciros que las casi 20 horas que me ha durado el juego han merecido mucho la pena. Es más, os puedo dar otra conclusión bastante concreta: si te gustó la primera parte, la segunda te va a gustar todavía más. Sobre todo porque ofrecen más de lo mismo, pero mejor, y con varias ideas relativamente novedosas dentro de su idiosincrasia interna.
Bien acompañado de una narrativa que respeta la historia original y la amplía de manera orgánica a través de un desarrollo lógico y coherente, el juego es capaz de renovarse a sí mismo, pero sin alejarse demasiado de sus preceptos originales. Tal vez vuelva a fallar en lo mismo: es complicado entenderlo todo a la primera, siendo necesario darle más de una vuelta al escenario para conseguir entender bien del todo qué está pasando.
No es tan confuso como Hollow Knight, mas tampoco es esencialmente explícito en algunos apartados. Sea como fuere, seguir el hilo principal es más sencillo, por lo que no deberíais tener problemas a la hora de comprender cuál es vuestro cometido. Por supuesto, en ese sentido es bastante importante haber superado el primer juego, puesto que de lo contrario sí que es algo más difícil seguir la secuencia inicial de manera directa.
Vuelve el metroidvania andaluz por excelencia
No obstante, al final aquí lo importante es la jugabilidad. En ese sentido, The Game Kitchen ha vuelto a dar con la tecla a través de un juego de acción simplemente colosal en donde tanto la exploración como el combate y el plataformeo funcionan a las mil maravillas. Pertrechado con un apartado pixel art precioso y unos controles muy preciosos, responde ante todas y cada una de nuestras exigencias con muy buena nota.
La hit box y las áreas de impacto de la mayoría de enemigos están bien diseñadas, el gameplay está muy pulido y todo funciona como debe. Consecuentemente, podemos decir que han sabido mantener el nivel e, inclusive, aumentarlo. Al menos si lo comparamos directamente con la primera entrega. Si lo hacemos, notaremos que hay pequeñas mejoras en distintos apartados que hacen que todo se sienta mucho mejor en líneas generales.
De esta manera, podemos decir que han cambiado muchas cosas (todas para bien) y que otras tantas se han mantenido iguales. Donde más hemos notado la diferencia es en el movimiento, pues es más fluido y preciso que nunca. Lo malo es que estos cambios también han tenido impacto en el desarrollo del juego, ofreciendo una primera parte muy metroidvania y una segunda algo más lineal. Se mantiene bien, pero pierde cierto fuelle.
Análisis de Blasphemous 2 | Conclusiones
¿Cómo? A través de una secuencia más preestablecida en donde se limita la libertad de movimiento entre zonas. Esto le quita algunos puntos, mas sigue siendo un juego excelente. Dicho esto, tampoco quiero extenderme mucho más, pues mi idea era ofreceros una impresión general de qué me ha parecido sin llegar a desvelaros todo su contenido. Entiendo, pues, que este juego, aunque lo puede disfrutar todo el mundo, está especialmente pensado para los fieles de la saga.
En ese sentido, con doblaje en castellano perfectamente integrado desde el principio y una buena dosis de caracteres tipo RPG, Blasphemous 2 nos ofrece más y mejor de casi todo. Sigue siendo ese juego que nos enamoró allá en 2019, pero con varias novedades muy interesantes y un claro salto evolutivo hacia adelante en donde destacan —para bien— los controles
- La jugabilidad ha mejorado muchísimo y se siente mejor que nunca.
- La estética es una verdadera maravilla.
- Es más y mejor respecto a la primera entrega.
- El nivel de desafío es interesante.
- La segunda parte del juego es demasiado lineal.