Los juegos de rol han ganado todavía más peso con el paso de los años. Aunque títulos como Dungeons and Dragons o Pathfinder llevan años haciendo de las suyas, parece que son cada vez más relevantes. Su expansión es más evidente que nunca. Buena prueba de ello es que tenemos más manuales en español que nunca. Por supuesto, su influencia no se acaba aquí. Durante mucho tiempo hemos visto como estos se iban integrando al mundo de los videojuegos. Hoy, en mi análisis de Dark Quest 4, os quiero hablar de uno de estos.
No obstante, sería injusto para Brain Seal Ltd —la desarrolladora— hablar de su obra como un juego de rol más. A fin de cuentas, aunque su presentación nos recuerda al típico juego rol y figuritas con el que muchos hemos crecido, no se limita a hacer un corta y pega de sus mecánicas. De hecho, lo que obtenemos al iniciar nuestra partida es una reminiscencia, pues en cuestión de minutos somos capaces de comprobar que es algo diferente.
Para empezar, no hay tiradas de dados para medir tu carisma. No vas a ver un d20 surcando el tablero ni en mitad de la pantalla —como en Baldur’s Gate 3— cuando intentas superar una trampa o golpear a un enemigo. De hecho, se acerca más a un RPG convencional por turnos de la vieja escuela que a un DnD cuando ponemos todo sobre la mesa. Es más como una suerte de homenaje a su estética habitual que una norma dentro del propio videojuego.
Análisis de Dark Quest 4




Dicho esto, ¿qué es exactamente Dark Quest 4? De manera muy breve, podríamos definirlo como un juego de mazmorras por turnos en los que podemos controlar a distintos grupos de héroes. Como tal, podríamos decir que es una particular mezcla entre un dungeon crawler, un RPG y un título de cartas en el que tenemos que emplear nuestros distintos recursos para derrotar a los difernetes enemigos que vayan apareciendo mientras exploramos.
Su descripción como dungeon crawler es fácil de entender: el 90% de la jugabilidad se resume en explorar mazmorras. Con grupos de hasta tres personajes (tenemos a diferentes héroes que podemos ir combinando conforme queramos, pero siempre teniendo en cuenta que al terminar de explorar terminan cansados o dañados) nos tocará desentrañar los misterios de diferentes dungeons mientras nos acercamos lentamente a nuestro objetivo: derrotar a un malvado hechicero.
Al adentrarnos en las mismas nos enfrentaremos a distintos enemigos, pudiendo utilizar una carta por cada turno de personaje. No es un deck builder como tal, sino uno juego que utiliza la estética de las mismas para construir pequeños mazos muy simples que hacen las veces de selector de acciones. Los combates van por turnos y se designan en cada ronda, por lo que no hay un orden fijo en cada combate. Va modificándose a medida que avanza.

El factor RPG lo ponen las habilidades y las estadísticas, pues cada personaje tiene su propia salud, daño y técnicas. No es lo mismo llevar en tu grupo al enano (especializado en evadir trampas, por ejemplo) que al mago, cuyo poder de ataque es bastante alto, pero tiene poca resistencia. Hay un caballero, un bárbaro, un arquero… las opciones son relativamente amplias por lo que podemos plantear diferentes partys para enfrentarnos a distintas situaciones.
Una aventura inspirada en HeroQuest
En ese sentido, el juego responde con soltura y se amolda mucho al juego de mesa en el que se inspira: HeroQuest, un clásico entre clásicos del que muchos de nosotros hemos disfrutado. Si conocías la saga o el juego de mesa en el que se inspira, en realidad ya sabes qué es lo que Brain Steal propone, pues es una versión mejorada de su anterior entrega y un homenaje muy sentido al título en el que se basa. Ambos se reconocen muy fácilmente en cada run.
A nivel narrativo, debo confesar que la trama tampoco es que dé mucho de sí. Es relativamente simple, sigue los estándares habituales y no sorprende en exceso. No obstante, sí que podemos decir que funciona como gancho para adentrarte en el juego, puesto que lo que buscas es otra cosa. Como fans de HeroQuest, lo que buscamos es un juego de estrategia y figuritas por turnos en el que podamos enfrentarnos a distintos enemigos mientras exploramos una mazmorra.



En ese sentido, las 30 misiones y más de 40 misiones que nos ofrece Dark Quest 4 cumplen bien con su cometido. El diseño de las mazmorras es adecuado, los personajes se sienten bastante únicos dentro de que no ofrecen tanta personalización o profundidad y los gráficos son bastante bonitos dentro de la estética que busca. En general, pues, podemos decir que cumple con su cometido y nos deja con buen sabor de boca. La propuesta funciona y es bastante sincera con lo que ofrece.
Viendo un tráiler o un par de imágenes, Dark Quest 4 te da lo que muestra, por lo que no hay engaños ni medias tintas. Es fácil inferir que te vas a encontrar a medida que avances y/o cuando te adentras en tu primera mazmorra. Esto es algo que valoro, puesto que las expectativas son muy realistas. Dicho esto, debo decir que su gran virtud al final es lo bien que representa HeroQuest y lo divertido que puede llegar a ser. Sobre todo cuando te juntas con amigos.
Conclusiones
En líneas generales, Dark Quest 4 es un buen juego dentro de lo que propone. Con textos en español y una interfaz muy intuitiva, es un juego fácil de entender y dominar, pero con un mayor grado de desafío del que cabría esperar de buenas a primeras. Lo digo en el buen sentido, puesto que este tipo de experiencias son mejores cuando te proponen un reto.



Bastante peculiar cuando tiras del cooperativo, ofrece una experiencia muy similar a la del juego de mesa, pero con todos los procesos y mecanismos automatizados. Tú te limitarás a guiar a tu personaje por las mazmorras mientras tomas decisiones tácticas. Simplifica la puesta en escena si lo comparas con el juego de mesa, pero no en el mal sentido, sino a nivel de iniciación e integración. Por supuesto, tiene sus peros, y es que cuando lo analizas en profundidad, te das cuenta de que es un poquito simple.
Al final se resume siempre a lo mismo: explorar, obtener dinero y comprar mejoras. Tiene algunas sorpresas por aquí y por allá, pero el grueso de la jugabilidad es relativamente simple. Eso no quita que sea divertido para quienes busquen un dungeon crawler de corte tradicional. Si es lo que querías, Dark Quest 4 es una buena opción.


- Es como vivir tu propia aventura de HeroQuest en PC.
- El nivel de desafío está bien diseñado.
- Artísticamente es llamativo.
- Como dungeon crawler es bastante entretenido.

- A veces puede sentirse un poco repetitivo.
- En ciertas fases se nota la falta de complejidad en el diseño.