La estrategia en la Segunda Guerra Mundial regresa a nuestros ordenadores con una de las sagas más afamadas dentro del género. En nuestro análisis de Company of Heroes 3 os contamos cómo se ha convertido en un referente donde se mezclan las características clásicas con otras innovadoras que le han sentado de maravilla.
¡Hola gente! Después de varios días disfrutando del juego y habiendo seguido el desarrollo estos últimos meses, podemos ya realizar la review de Company of Heroes 3. Lo nuevo de Relic nos devuelve a la Segunda Guerra Mundial, donde tendremos que enfrentarnos a los nazis en dos frentes: Italia y Norte de África.
Al igual que ocurrió en 2006, la gente de Relic ha querido darle una vuelta de tuerca al género mezclando varias características innovadoras con las ya clásicas de la saga. Consiguiendo de este modo traernos este 2023 una propuesta muy interesante candidata a ser referencia en los juegos de estrategia. No obstante, hay importantes fallos que comentar; pues aunque la base sea buena, la ejecución está dando mucha polémica. Para los que quieran hacerse con él, en Steam podéis conseguirlo por 59,99 €.
Análisis de Company of Heroes 3: Una campaña hibrida como punto fuerte
La principal atracción del Company of Heroes 3 es, sin lugar a dudas, el modo un jugador que nos ofrece. Para ello tenemos dos opciones de campaña: la que nos ubica en la conquista de Italia por parte de los Aliados y la del Norte de África. Lo bueno de ambas es que están muy bien definidas una de otra, haciéndonos sentir experiencias completamente diferentes; dando así sentido a que se produzcan en lugares, contextos y ejércitos distintos.
Por un lado, la campaña italiana destaca por incluir una de las mayores innovaciones dentro de la saga, como es el mapa táctico estilo Total War. Elemento que casa realmente bien con la filosofía de Company of Heroes 3. La profundidad que nos aporta a la hora de pensar los avances por Italia, permite rejugar la campaña bastantes veces porque nos irán saliendo eventos temporales. En función de nuestras decisiones, afectará a las relaciones entre los generales aliados, partisanos y a nuestro avance.
Con lo que conviene prestar atención a la táctica a escoger porque si obtenemos un buen equilibrio podremos disfrutar de ventajas; de lo contrario todo se pondrá más difícil. En general, me ha gustado mucho la inclusión del mapa. Aunque también es cierto que todavía le faltan detalles de jugabilidad por mejorar, pues no deja de ser bastante tosco en la selección de unidades y en estrategias algo más complejas donde directamente no da de sí.
En cuanto a la campaña norte africana, tomaremos las riendas del Afrika Korps en Libia. Mucho más tradicional, centrada en la estrategia en tiempo real como en anteriores entregas, donde los tanques cobran una mayor importancia. Desde luego, para aquellos que disfrutaron de la primera y segunda entrega, esta campaña les gustará más que la italiana.
Tenemos que hablar de la jugabilidad
Si por algo es famosa la saga es precisamente por la jugabilidad con la que encandiló a millones de jugadores en sus dos anteriores entregas. En esta tercera entrega la fórmula sigue siendo la misma y funciona bien. Tomar posiciones poco a poco, pausar la partida y pensar bien los movimientos que queremos ordenar, usar la cobertura y gestionar bien los recursos. Ahora también se añade la importancia de los carros de combate y de la artillería, ya que al poder destruir todos los edificios su uso es fundamental para tomar posiciones.
No obstante, la IA tiene fallos importantes que condicionan la experiencia, especialmente a los jugadores más veteranos. Fundamentalmente, los fallos se centran en las reacciones a las diferentes situaciones de partida. Literalmente no responden con lógica, puesto que si lanzamos un bombardeo, lo normal es apartar a las tropas y la IA no lo hace. Ataques sin sentido a posiciones fortificadas y movimientos muy toscos que limitan su capacidad táctica.
En cuanto al modo multijugador, en líneas generales es un paso adelante con respecto a la anterior entrega. No obstante, sus 14 mapas, aun siendo bastante variados entre sí, se quedan algo cortos cuando llevas varias horas jugando. Pero es divertido y para los competitivos, a falta de listas ranked, creo que cumple por el momento. También podemos jugar cooperativo contra la IA o entre los colegas, siendo un modo fundamental para darle horas de juego una vez completas las campañas.
Apartado técnico
Company of Heroes 3 debería ser un paso adelante notorio respecto a las anteriores entregas. Sin embargo, la atención prestada a ello me ha sorprendido para mal. Está claro que en los juegos de estrategia, los gráficos y el apartado técnico no juega un papel tan crucial como en otros, nunca está de más poder disfrutar de las tropas con buenas texturas.
Sin duda es el apartado donde más fracasa la tercera entrega. La interfaz cumple con lo básico, los menús parecen estancados en 2006 y, si no tenemos un «pepino» de PC, los problemas de rendimiento no tardan en aparecer. Caídas, fallos de textura y sonidos bien trabajados que en ocasiones también acarrean problemas. En líneas generales, me parece que han despreocupado en exceso todo este apartado para centrarse en otras cosas, descuidando muchas veces que la gente necesita que «los juegos entren por los ojos». De verdad, en alguna misión parecía que estuviera en el 1 más que en el Company of Heroes 3.
Conclusiones
Company of Heroes 3 es un juego que ha tenido una recepción bastante variada. Ahora bien, sería muy injusto decir que no es divertido o que es mal juego, en absoluto. Saca músculo cuando debe y sigue siendo adictivo, proporcionando muchas horas de juego y estrategia. No obstante si tiene fallos importantes a nivel técnico, una IA mejorable y una jugabilidad que podría pulirse.
Esto hace que gastarse 60 € de entrada me parezca, a título personal, demasiado. Teniendo en cuenta los puntos negativos vistos hasta ahora. Si nos ponemos muy perfeccionistas, algún mapa extra en el multijugador no vendría mal. Sin embargo, como decía, no quiero ser injusto y dejar el análisis con un mal sabor de boca cuando no estamos, ni mucho menos ante un mal juego. Por ello, mi nota final es…
- Campañas largas y divertidas que aseguran muchas horas de juego.
- La estrategia sigue manteniendo la fuerza de anteriores entregas.
- Adictivo y divertido como en las anteriores entregas.
- Apartado técnico muy descuidado en algunos aspectos.
- Detalles de jugabilidad pendientes de pulir.
- Fallos de la IA que condicionan la experiencia en ocasiones.
