Soñar con construir la ciudad más grande, bonita y funcional del mundo es algo que muchos llevamos dentro. Por desgracia, ser el arquitecto de una urbe completa es bastante complicado, por no decir imposible. De hecho, si somos realistas, tampoco es nada fácil dejarse seducir por el aroma de un cementerio, la magia de una granja o las bondades de una carpintería. Pese a ello, el mundo de los videojuegos nos permite hacerlo, y esto es —precisamente— de lo que quiero hablaros en mi análisis de Cities Skylines 2.
Desarrollado por Colossal Order y editado por Paradox Interactive, se las prometía todas consigo. A fin de cuentas, es el sucesor de uno de los mejores simuladores habidos y por haber en la industria. Es más, si le echamos un vistazo a Steam, veremos que el 93% de los jugadores le dieron el visto bueno a la primera entrega. Un resultado muy notable, sin duda, que nos hacía prever que su secuela sería (como mínimo) igual de buena.
La pregunta, llegados a este punto, es si lo consigue o no. Aquí, sin duda, se plantea una cuestión muy importante. Tiempo atrás, por desgracia, la desarrolladora confirmó que era necesario aumentar los requisitos mínimos y recomendados para poder adecuarse a las singularidades de la nueva generación. Del mismo modo, tal y como informó PCGamesN, avisaron de que no habían logrado alcanzar sus expectativas de cara al rendimiento.
Es decir, que no saldría tan pulido como les gustaría. También explicaron que, pese a todo, seguirían trabajando en el juego hasta alcanzar el estado que ellos querían, prometiendo una mejora constante en el rendimiento. Esto es algo que, tras probar el city builder, entiendo bastante bien, pues está lejos de alcanzar su mejor nivel.
Análisis de Cities Skylines 2 | Un monstruo en la edición de ciudades
Por lo tanto, lo primero de lo que debemos hablar es de —válgase la redundancia— el rendimiento, pues en PC sufre mucho. No, perdón. Muchísimo. Cuando Colossal Order nos dijo que había engendrado un juego con unas exigencias muy altas, no mintió, por lo que hablamos de un título que le va a pedir todo (y más) a nuestro ordenador. Esto es algo que debéis tener en cuenta desde ya mismo, puesto que cumplir con sus especificaciones mínimas y recomendadas es indispensable teniendo en cuenta que, incluso con estas, le cuesta.
Posiblemente, sea uno de los títulos que más esfuerzos necesita a la hora de funcionar. En mi caso, lo he jugado con 32 GB de RAM, una RTX 3080 y un AMD Ryzen 7 5800X3D de ocho núcleos. Es decir, con un ordenador de gama alta. Pese a ello, la tasa de frames por segundo raramente superaba los 40 FPS en modo 1080. Teniendo en cuenta que mi monitor es 2K, intenté jugar con una resolución superior, bajando hasta los 30 FPS como norma general. Para ello, tuve que reducir la carga gráfica mediante una configuración menos ambiciosa, lo cual nunca es plato de buen gusto.
Por lo tanto, está claro que el problema más evidente de Cities Skylines 2 en estos momentos su rendimiento. Por desgracia, el estudio explicó que no era posible retrasarlo, siendo este su mayor defecto. ¿Tiene solución? Sí, la tiene, y el estudio ha prometido que trabajara en ello activamente. En consecuencia, es posible que dentro de unos meses es muy posible que estos comentarios estén obsoletos, pero de momento es lo que hay.
El rendimiento es deficiente, pero es un portento
Por lo tanto, podemos decir que el rendimiento es, en efecto, deficiente. Pese a ello, podemos decir que Cities Skylines 2 es un auténtico portento cuando hablamos de simulación pura y dura. Si no te importa jugar con gráficos bajos (tampoco es una gran pérdida, todo sea dicho, porque la belleza de este juego no recae en la potencia final, sino en su concepto global) lo cierto es que tiene muchos puntos bastante positivos.
Sobre todo si tenemos en cuenta que es un juego relativamente continuista. Si lo comparamos con su predecesor, Skylines 2 es más de lo mismo, pero mejor. ¿Y eso qué significa? Pues que nos ofrece un complejísimo y muy profundo constructor de ciudades en el que podremos manejar prácticamente cualquier cosa que se nos ocurra. Desde la distribución del agua y la luz, pasando por los servicios básicos o la definición de cada zona urbanizable, prácticamente todo es personalizable.
Es un sandbox que ejecuta un all in ofreciéndonos todos sus contenidos desde el primer minuto. Poco apto para jugadores novatos o sin mucha paciencia, nos lanza de lleno a su mundo para que entendamos sin medias tintas en qué consiste gestionar una gran ciudad. Y cuando hablo de «gran ciudad» lo cierto es que me estoy quedando corto, porque es simplemente inmenso.
Así es cómo se gestiona una ciudad
Si vamos a lo máximo y optimizamos el terreno de manera enfermiza, dispondremos de 159 kilómetros cuadrados de terreno urbanizable que podremos ir desbloqueando poco a poco a medida que obtengamos dinero y recursos. Es decir, que aspira a lo máximo, siendo este uno de los motivos por los que le cuesta tanto mantener el rendimiento técnico.
Es una auténtica bestia capaz de consumir miles de horas de nuestra vida sin ningún tipo de problema mientras nos pone en la piel de un ser humano cualesquiera que, de golpe y porrazo, se ha encontrado gestionando la ciudad más grande del mundo. Y si bien es cierto que empezaremos con un núcleo urbano más bien pequeño, la cosa escala muy rápidamente si sabemos cómo desarrollar la metrópoli adecuadamente. Spoiler: no es nada fácil.
Y lo digo tanto para lo bueno como para lo malo, aunque se acerca más al primero. A fin de cuentas, cuando tratamos con un juego, lo que queremos es que vaya a más… Y Cities Skylines 2 lo hace. Especialmente si tenemos en cuenta que, aunque es muy complejo, también es muy amable. O lo que es lo mismo, la interfaz es muy sólida y la navegación es relativamente intuitiva.
Un city builder que va a por todas
Su «problema» es que nos exige mucho como jugadores, por lo que la curva de aprendizaje es bastante alta. Tardaremos un tiempo en dominarlo todo pese a que la idea básica es simple debido a que, sin más, hay muchos apartados que podemos gestionar. Lo bueno es que lo ha decorado todo con un sistema de ayudas bastante intuitivo que nos dará pistas y explicaciones bastante pertinentes cuando sea su turno.
Aparte, ha pulido la experiencia cogiendo todo lo que hicieron en su precuela y trayéndola a esta nueva edición con, inclusive, alguna idea proveniente de la comunidad y sus mods. En consecuencia, podemos decir que es un juego verdaderamente completo que, aunque es algo parco en lo que respecta a decoraciones y cosméticos, es muy completo en cuestión de mecánicas y construcciones. O lo que es lo mismo, habrá muchos tipos diferentes de edificios, carreteras, etc. con las cuales gestionar nuestra ciudad, pero no será una esencialmente bonita.
Al menos no fácilmente, siendo esta una ardua tarea que solo los mejores podrán acometer con propiedad sin quebar su economía. Como consecuencia, podemos decir que Cities Skylines 2 es la evolución natural de Cities Skylines, mejorando todo lo que vimos en aquella primera entrega de manera muy natural gracias, entre otras cosas, a la mayor IA de sus ciudadanos, el mayor número de opciones, la naturalidad con la que interactúan diversos elementos, etc.
Análisis de Cities Skylines 2: conclusiones
En conclusión, Cities Skylines 2 es un grandísimo juego de construcción de ciudades que necesita mucho mimo en el apartado técnico, pero que satisfará las necesidades de los usuarios más exigentes. Al menos en términos de simulación, ya que es un título muy dedicado a un público en específico. Mejorando casi todo lo que vimos en la primera entrega y sus DLC, ha abordado su lanzamiento con un sobresaliente en contenido, inteligencia e interactividad.
Por desgracia, en estos momentos no podemos decir lo mismo de su rendimiento en PC, su gran némesis. Sin más, no está a la altura de las expectativas, pero nos quedamos con la promesa de Colossal Order: mejorarán el juego gradualmente hasta que el apartado técnico esté a la altura de sus propias expectativas. Si tienes un ordenador modesto, será mejor que esperes un poco, pues es muy posible que no seas capaz de disfrutarlo.
De hecho, es una verdadera pena, porque, por lo demás, es una verdadera joya. Si no fallase tanto en el rendimiento, hablaríamos (probablemente) de uno de los mejores city builder de la historia. Solo los usuarios con ordenadores más potentes podrán sacarle partido del todo. En caso contrario, tocará jugar con calidades y resoluciones bajas, lo cual nunca es agradable. Aun con todo, me lo he pasado muy bien con Cities Sklylines 2 y considero que, en efecto, es un gran juego que, eso sí, necesita pulido.
- Es más juego que nunca. Es netamente superior a la primera entrega y la mejora en casi todos los aspectos.
- La interfaz es más intuitiva y, aunque sigue siendo complejo hacer a él desde cero, es realmente amable con el jugador.
- La IA de los ciudadanos es superior. Podemos mover zonas enteras y que la gente se adapte a ellas de nuevo tal cual lo haríamos nosotros. Está diseñado de manera muy inteligente.
- Las mejoras en calidad de vida son de gran calidad.
- Tiene muchísimo contenido.
- Cuando el rendimiento no nos traiciona, es un auténtica bestia del género.
- El rendimiento. Colossal Order necesita seguir trabajando en este apartado hasta pulirlo del todo.
- Se pueden extrañar ciertos contenidos tipo DLC de la primera parte.