No podíamos despedir este año sin dejaros el análisis de Born of Bread, una de las mejores sorpresas de este 2023. Estamos ante un nuevo indie con gráficos en 2.5D, un RPG por turnos con algunas mecánicas muy dinámicas.
Nosotros ya hemos devorado esta aventura tan divertida y colorida donde la harina y el horno juegan el papel más importante de todos. WildArts Studio regresa con un título inspirado en grandes obras del género como Paper Mario y Undertale y consigue impactarnos con soltura. Prepararos para una aventura gran cuyos únicos ingredientes no son solo harina, levadura y agua.
Análisis de Born of Bread | Este pan está recién horneado
Que investigar tumbas y sarcófagos antiguos puede liberar antiguas maldiciones no debería sorprendernos a estas alturas de la vida. Sin embargo, que esto mismo provoque que una barra de pan cobre vida, si es que es motivo de asombro.
Sin embargo, la alegría de Pan y su creador, el cocinero real, dura poco, pues el reino ha sido asaltado por un grupo de malvados y amenazan con destruir la paz. Aquí dará comienzo nuestra misión, pues quien mejor que un gólem amasado con harina para poner fin a sus fechorías.
Como podéis ver, cuenta con una premisa de RPG clásica, sin demasiadas pretensiones pero muy amigable. Born of Bread no busca sorprendernos por su trama, pero si por su calidad narrativa, que cuenta con varios puntos muy graciosos e incluso haciendo referencias a otros títulos muy conocidos del mismo género.
Ni siquiera en combate se te puede pasar
Si bien es cierto, no destaca especialmente por la trama, si lo hace por el sistema de combate. Estamos ante un RPG por turnos donde al atacar o al defendernos tendremos que sincronizar en el punto exacto para beneficiar nuestro golpe/parada. Esto se efectuará de diferentes maneras, bastante clásicas y nada especiales, pulsar el botón en el momento juntos, mover la palanca rápidamente… todas ellas dependerán de la habilidad que usemos.
Además, esto le da un toque dinámico, primero porque no estamos ante el clásico RPG donde solo nos preocupamos de dar órdenes. Y en segundo, porque cada vez que aprendamos una nueva habilidad tendremos que «dominar» la sincronización de esta. Cada miembro que se une al grupo, aporta sus propias mecánicas y nuevas habilidades, y para darle un toque más rolero, se respeta muy bien el sistema de debilidades y fortalezas.
Esto ayuda a que creemos un grupo más personalizado, acorde a nuestra propia estrategia, todo ventajas. Si conocéis cualquier entrega de rol de Super Mario os sonará familiar todo esto, pero incorpora su propio toque. Por ejemplo, las habilidades se desbloquean con el equipo que llevamos, y estos se añaden mediante un sistema de paneles que recuerdan al Tetris.
Para ello tendremos que usar una planilla donde encajamos las piezas que representan a las habilidades, algo bastante ingenioso que nos hará estrujarnos los sesos muy a menudo. Por poneros algún ejemplo cercano, nos ha recordado al sistema de armas de «Resonance of Fate» pero con algo de cosecha propia. En definitiva, al juego no le faltan mecánicas, y es divertido por su dinamismo y por sus combates.
La exploración también está muy potenciada
Antes os hemos comentado que cada personaje cuenta con habilidades únicas, pero hay más. Y es que fuera del combate también tienen su especialidad. Excavar, saltos más altos… en definitiva, los escenarios invitan mucho a la reexploración. Y es que seremos muy conscientes desde el principio de que no podemos explorar el 100% del mapeado en un principio, por lo que una segunda pasada será necesaria para los más completistas.
Pero tampoco nos volvamos locos, su dificultad no es apabullante, ni dentro ni fuera del combate. Igualmente se disfruta en ambos sentidos, pero si que echamos de menos algo más de dificultad.
Un apartado técnico horneado a fuego lento, y con un resultado precioso
Algo que no pasa desapercibido en esta aventura, es el apartado gráfico. Diseños hechos a mano con una mezcla muy acertada en 2.5D. Además, hace un buen uso de la paleta decolores, dando como resultado un escenario muy animado que desprende simpatía. También desprende humor, tanto en los escenarios como en las situaciones, algo que lo hace más apetecible una vez que tenemos claro a que género pertenece.
Si tuviéramos que echar algo en cara, es que los diseños no están demasiado elaborados ni parecen tan entrañables, al menos en ciertos márgenes. Las animaciones no están mal, pero tampoco son nada del otro mundo. En definitiva, diríamos que se ajustan bien a la estética del juego, y se combina de maravilla con la banda sonora, que es divertida y clasiquera.
Otra cosa que nos ha encantado es la traducción al castellano, muy divertida y acorde a lo que ofrece la aventura. Sin este buen trabajo de localización, no sería ni la mitad de disfrutable, por lo que debemos de dar la enhorabuena a los traductores, que han conseguido muy buen resultado con chistes, chascarrillos y referencias a otros grandes juegos.
Conclusiones finales | Análisis de Born of Bread
Born of Bread ha resultado una experiencia mucho más grata de lo que esperábamos. Un sistema de combate muy complejo y lleno de matices, a la par que dinámico y adictivo, una historia divertida y cargada de simpatía, y un mundo colorido y alegre. Si bien es cierto, el juego tiene claro cuáles son sus inspiraciones, también tiene esencia propia y combina a la perfección.
Por sacarle alguna pega, algunos diseños no destacan tanto como otros, al igual que la dificultad, que a veces brilla por su ausencia. Igualmente, es disfrutable para todos los amantes del género, y aunque no ofrezca un gran reto, te gustará igualmente por lo divertido que es.
Además, llega con un precio muy atractivo para todo lo que ofrece, 29.99 € en consolas y 24.99 € en PC a través de Steam. Por último, queríamos aplaudir una vez más la traducción tan buena que tiene al castellano, así da gusto jugar a juegos de rol.
- Una historia divertida, cargada de humor y buenas referencias.
- Un sistema de combate adictivo y nada monótono.
- Buenas ideas nuevas que podrían permanecer en el género.
- La dificultad brilla por su ausencia.
- Los diseños no están tan bien planeados como nos gustaría.
