Con un desarrollo que duró aproximadamente cuatro años, Ary and the Secret Seasons llegó a PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch el día 1 de septiembre de 2020. El videojuego de aventuras y acción en tercera persona nos sumerge en un cuento de hadas. En él deberemos salvar a un mundo trastornado por la repentina furia de las estaciones. La obra de Exiin presenta una narrativa alegre e intrigante a la que se le añaden pequeñas fases de rompecabezas y plataformas que son los principales pilares del título. Sin embargo, está lejos de ofrecer una experiencia de juego completamente satisfactoria.
Los problemas técnicos que afligen a la aventura son muchos y prominentes en Nintendo Switch, sistema en el que he analizado la obra. Ary es una niña que desprende determinación y optimismo: no se lo pensará dos veces antes de asumir el peso del destino de todo el Reino de Valdi.
Ary and the Secret Seasons
Dividido en cuatro regiones que viven sumidas en una estación perenne, las tierras de Valdi deben su estructura al resultado de la batalla épica entre el Guerrero Legendario y el Mago Maligno, que tuvo lugar hace un milenio. Centeneras de años en paz después, el equilibrio de todo el mundo se ve perturbado de repente, y una lluvia de cristales escarlata desciende del cielo, alterando la configuración estacional de todo el continente. En cada uno de los cuatro reinos la temporada de referencia cambia, estableciendo el caos en la vida de los habitantes.
El hogar de Ary no es una excepción. El Reino de Yule, anteriormente cubierto de nieve y frío constante, ahora está iluminado por el abrasador sol de verano. Tal situación solo puede solucionarse con la intervención inmediata del consejo de guardianes de las estaciones; el organismo designado para monitorear el equilibrio climático y combatir el resurgimiento de las fuerzas oscuras.
Formado por cuatro héroes antiguos, la institución protege a todo el Reino de Valdi. Entre los miembros del consejo también se encuentra el padre de Ary, el guardián del invierno, aunque no está en condiciones de afrontar esta nueva amenaza. Por si fuera poco, Flynn, hermano de Ary, ha desaparecido, y nuestra protagonista está convencida de que está sano y salvo y de poder salvarlo. Así, responderá al llamado de los Guardianes para embarcarse en su búsqueda y de paso tomar el relevo de su padre.
Un cuento contado a medias
Aunque la premisa inicial contextual de Ary and the Secret Seasons desprende epicidad y los motivos narrativos de una gran aventura, en realidad no termina de profundizar en la trama. La estructura narrativa permanece algo lineal durante el título. Sin giros argumentales o arcos de personaje que se sientan en progreso, e incluso se siente que la obra culmina con un final apresurado. Además, durante el transcurso de la historia ayudaremos constantemente a los habitantes de Valdi completando innumerables misiones secundarias. El problema de estas misiones es que a parte de no contener ningún tipo de carga narrativa, se podrán completar en su mayoría en un espacio cortísimo de tiempo. En menos de un minuto realizaremos con éxito los encargos, haciéndonos sentir que ninguna de estas misiones tiene importancia real en la trama.
Pero la sensación de que Ary and the Secret Seasons desaprovecha una oportunidad perdida no proviene exclusivamente del apartado narrativo, sino también, y sobre todo, de la jugabilidad. Desde que empezamos la aventura y se nos concede el control de Ary, nos damos cuenta de que liberar el reino de Valdi será una tarea ardua. Esto es debido en primera instancia a la errática en la interacción y respuesta sobre la personaje. Parece que nuestra heroína flote por los entornos por una mala calibración de su peso. Lo cierto es que en los saltos se acentúa la apreciación, con un gamefeel poco pulido y desconectado de otras mecánicas o aspectos de la obra.
Una cámara que no ayuda demasiado
La cámara tampoco ayuda en ningún momento, con un movimiento manual que nos perjudica y acrecienta el desespero en los escenarios cerrados. La hecatombe sucede cuando las deficiencias de la cámara se combinan con un espacio limitado en el que debemos enfrentarnos a uno o más enemigos. Aquí, tanto el set de movimientos de Ary como su puesta en escena dejan de funcionar en consonancia. Aparte, las batallas contra jefes de zona o enemigos numerosos pueden volverse caóticas y descontroladas. La inteligencia artificial de dichos contrincantes es paupérrima, con enemigos que desconectan del enfrentamiento y te dan la espalda.
Saltando de estación en estación
Es innegable que desde el punto de vista de las mecánicas jugables, notamos un crecimiento y una expansión progresivos de nuestras habilidades. Inicialmente solo tenemos el cristal en invierno, que nos permitirá generar un espacio de frío y hielo con el que interactuar. Más tarde podremos conseguir también a las otras piedras elementales, adquiriendo gradualmente el control total de las estaciones. Dependiendo del clima en los escenarios de Valdi, será posible transformar masas enteras de agua en capas de hielo o hacer brotar flores y capullos. También se puede hacer con elementos como raíces para poder trepar por las paredes.
Además, no faltarán los accesorios y objetos adicionales que vayamos encontrando por el camino. Por ejemplo, las botas especiales nos permitirán realizar doble salto o un collar mágico nos permite nadar bajo el agua sin peligro de ahogarnos. Todas las herramientas a nuestra disposición deben utilizarse correctamente para completar las distintas mazmorras, una tras otra. Estas últimas ofrecen una selección de acertijos ambientales con los que interactuar. Colocar cubos sobre soportes, ajustar el nivel del agua o, de nuevo, evocar el invierno para crear estructuras de hielo, son un ejemplo de ello.
La implementación de nuestros poderes en estos rompecabezas nos recuerda mucho a la saga de Link, y aun no llegando a las cotas de calidad de los juegos de Zelda, se defiende con lucidez trasladando las mecánicas a la resolución de puzles.
Un apartado artístico con luces y sombras
Ary and the Secret Seasons viene acompañado de una banda sonora realmente agradable, con tonalidades cálidas que confluyen a la perfección con el sentido aventurero del título. El apartado técnico, por contra, no nos da un rendimiento al mismo nivel. Aquí las escenas se alternan abruptamente con momentos de juego, rompiendo totalmente con la línea narrativa. Saltan a la vista varios bugs y fallos, popping o dibujado de diseño inestable: el mundo del juego se carga poco a poco con fenómenos emergentes que sin duda son llamativos. En definitiva, si hablamos de su nivel de pulido final y otros tantos detalles, Ary and the Secret Seasons está claramente lejos de ofrecer un óptimo nivel.
Conclusiones
En general, podemos decir que Ary and the Secret of Seasons está más orientado a la exploración y a completar las misiones secundarias, que a lo que sería puramente un verdadero juego de acción y combate. Para las personas que busquen un juego agradable, no muy longevo, y puedan pasar por alto los defectos que apuntan a la narración o el control de la cámara, puede ser una buena opción. Aunque si eres un jugador experimentado, o asiduo a las mecánicas características del género de aventuras y acción, muchos aspectos de Ary and the Secret of Seasons se te harán tediosos e imprecisos, llegando a frustrar la experiencia de juego.
Análisis de Ary and the Secret Seasons. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por Dead Good Media.