Parece un género que, con el paso del tiempo, podría estar condenado a desaparecer, pero nos alegra ver que no va siendo así. El reducto de jugadores que disfrutamos con juegos tácticos en tiempo real sigue teniendo, de tanto en cuanto, alegrías con las que levantarse por la mañana. A través de este análisis de 63 Days intentaré explicaros por qué merece la pena este juego a poco que te guste la táctica/estrategia. ¡Vamos allá!
63 Days es la nueva obra de Destructive Creations, estudio que alcanzó la fama, sobre todo por su anterior trabajo War Mongrels. He de confesarme y decir que no he podido jugar aún a War Mongrels, a pesar de tenerlo esperando su turno en mi biblioteca de Steam. Pero también tuvo el estudio su cuota de protagonismo al lanzar el polémico Hatred, donde de nuevo se revivió el clásico debate de la violencia en los videojuegos.
Una historia de resistencia
En este caso estamos en una historia ambientada en la Polonia del inicio de la 2ª Guerra Mundial. Como sabréis, si alguien sufrió en primera persona los horrores de la guerra, éstos fueron los polacos. Pero aquí tendremos la opción de revivir la resistencia de pequeños grupúsculos que intentaron hacer, a su manera, más difícil el avance de los soldados nazis.
La trama sigue la historia de unos personajes a los que no tardaremos en cogerles cariño. No sólo por ser los débiles de “la película” sino que también por sus marcadas personalidades y como conjugan a lo largo de las misiones unas con las otras. Si bien la trama creo que en este tipo de juegos pasa a un segundo plano y si vienes aquí es por lo jugable, he de decir que ésta me ha resultado interesante y bien contada.
Análisis 63 Days: Jugabilidad clásica y exigente
Pero entrando de lleno en lo puramente jugable, 63 Days nos propone seguir las bases que en su día establecieron los autores de Commandos. Sin haber jugado a War Mongrels pero sí disfrutando mucho de los juegos de Mimimi Games, he de decir que aquí no tendremos habilidades de superhéroes o de supersoldados, no. Aquí todas las habilidades de nuestros personajes son plausibles y se ha apostado por un realismo en ese sentido que no hace otra cosa que elevar algo su dificultad.
De hecho, el breve prólogo que sirve para introducir a Muchacho y Lince (a los que posteriormente se unirán Heniu, Tormenta y Helga, conformando un total de 5 personajes jugables) ya deja intuir lo duro que será contigo el enemigo y la sensación de inferioridad que tendrás a lo largo de todo el juego.
No faltarán las bases del género: desde los clásicos conos de visión de los enemigos hasta el hecho de esconder los cuerpos en arbustos y demás. El juego coge prestado las canónicas bases de antaño y le añade ese toque que os comentaba de realismo y de crudeza que hace que la inmersión y la sensación de indefensión sea de los aspectos más logrados en el juego.
Un modo combate que tampoco encaja del todo
Quizás donde más arriesga el juego es en el llamado “modo combate”, en el que, si previamente nos hemos hecho con alguna arma de fuego, podremos disparar controlando la mira del arma y pudiendo acertar dependiendo de nuestra habilidad. Habrá jugadores que agradezcan dicha adición, pero en lo personal (y sólo porque soy ese tipo de jugador que utiliza una carga rápida si se da una alarma) me ha resultado que rompía algo esa inmersión y esa tensión. No digo que rompa el juego, pero sí que creo que quien se acerca a este tipo de juegos es para intentar utilizar el sigilo lo máximo posible.
Respecto a la duración del juego, ésta será algo variable, puesto que dependerá, como decía, del tipo de partida que hagas. Si decides ir 100% en sigilo, quemarás los botones de guardado y carga rápida y te puede durar fácilmente más 12/14 horas. Pero este tiempo puede ser algo menor si decides obviar los coleccionables (hay 3 en cada una de las 6 misiones) y decides ir algo más al grano: en unas 8/9 horas lo tienes hecho.
Así pues, y a modo de resumen en cuanto a la jugabilidad, estamos ante un juego que basa sus mecánicas en el uso de las habilidades de nuestro comando de 5 personajes. No se desvía mucho de los cánones de lo que encontramos en este tipo de juegos y es bastante fiel en cuanto a mecánicas ya establecidas hace años. Pero su fuerte creo que reside en lo real y plausible de lo que vemos en pantalla, recreando muy fielmente la tensión y las situaciones que viviríamos nosotros si estuviéramos en la misma situación que nuestros personajes.
Audiovisualmente cumple su cometido
En el aspecto audiovisual, he de reconocer que el juego cumple con creces y me ha gustado mucho la música que acompaña a la acción, adaptándose y subiendo de ritmo en situaciones en las que hay más tensión, y volviendo a desacelerar cuando parece que el peligro haya pasado.
El juego cuenta con subtítulos en castellano, pero sí que he notado que el trabajo de localización no es del todo correcto. Encontrarme frase como “enciende la alimentación” cuando se refería a “enciende el generador” (“false friend” de la palabra “supply”) sacan algo de la inmersión que, por otro lado, es de los aspectos más logrados del juego.
Visualmente no tengo ninguna queja y sin ser un triple A, el juego tiene unos escenarios muy detallados y que me han parecido muy trabajados. No tanto los modelos de los personajes, en especial el de los enemigos, que rallan a un nivel menor. Eso sí, detalles como el movimiento de estar de pie a estar agachado me ha gustado mucho como está resuelto y no resulta nada artificial como ocurre en otros juegos.
Análisis 63 Days: Conclusiones
A modo de conclusión, en este análisis recomiendo 63 Days a todos aquellos que disfruten con juegos «tipo Commandos» y que quieran un trasfondo duro en el que nuestros héroes no son superhéroes. Al contrario, unos hombres como tú y como yo cuyas habilidades no son para nada exageradas. Siendo algo duro en su dificultad normal (hay 5 niveles ajustables al inicio de la campaña), será todo un reto si eres de los que gusta de completar el juego en sigilo total. Quizás no sea el juego perfecto para entrar en este género, pero para los más habituados, es una propuesta que gustará sin miedo a equivocarme.
- Su ambientación real y el tono en general del juego
- La caracterización de sus personajes jugables y el surtido de habilidades que tienen
- Algún fallo en la traducción
- No es el juego más accesible para iniciarse en el género