
Tras un año nefasto en lo que a cine se refiere (hablando siempre de la testimonial presencia en salas), Wonder Woman 1984 llega para echar el cierre. Nosotros ya hemos visto la secuela de la cinta dirigida por Patty Jenkins y en esta entrada os contamos qué nos ha parecido.
Wonder Woman 1984, entretenimiento en pantalla grande
Empatía, de eso va el mundo. De tratar de simpatizar con aquellos que nos rodean; no sólo por tratar de mejorar como personas, sino también para poner nuestro granito de arena al bienestar colectivo. Tratar de satisfacer únicamente los deseos personales jamás nos traerá nada bueno. Es más, el egoísmo más exacerbado siempre acarreará terribles consecuencias.
Puede que Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017) sea una de las cintas superheróicas más estimulantes de los últimos años. Su clara personalidad centrada en la aventura hacía de ella un producto claramente diferenciado respecto a lo que DC y Warner venían ofreciendo. Algo que se ha intentado replicar en esta secuela con una suerte un tanto dispar.
Y es que, tras un espectacular arranque, el film se acomoda en aquella zona donde tantos de sus congéneres se sienten tan cómodos. No necesita más que un par de villanos y una trama anodina por momentos para mimetizarse con tantos otros productos que podrían engrosar la filmografía del UCM.
Algo que, siendo justos, no le resta ni un ápice de entretenimiento y diversión a un conjunto que merece ser disfrutado en pantalla grande. Gags acertados -con una Kristen Wiig muy inspirada-, secuencias de acción muy disfrutables y un romance que funciona a las mil maravillas. Sinceramente, poco más se le puede pedir a Wonder Woman 1984 (Patty Jenkins, 2020).
Un paso por detrás de su predecesora
Por tanto, dado el lugar del que veníamos, sería entendible comparar esta cinta con su predecesora. Una comparativa en la que sale claramente perjudicada una vez obviado el factor sorpresa y apostado por ciertas decisiones que la convierten en una película mucho más arquetípica (probablemente por culpa de Warner).
Sí que hay momentos realmente disfrutables, sobre todo en la primera mitad. Porque los personajes funcionan; Kristen Wiig está fantástica y el romance entre Gal Gadot y Chris Pine brilla tanto como lo hizo antaño. Incluso un sobreactuadísimo Pedro Pascal encaja con el tono que esos años 80 coloridos y estridentes le confieren a multitud de localizaciones. Una atmósfera resultona y que le sienta de maravilla.
No obstante, lo que en la original era aventura, incluso épica en aquella segunda guerra mundial, se traduce aquí en situaciones más o menos inspiradas que sirven sólo como pretexto para que sus personajes puedan respirar. No es nada alarmante, pero sí sitúa esta propuesta en un lugar de menos privilegio que el ocupado por su predecesora.
Veredicto
Todo y haber perdido algo de frescura, Wonder Woman 1984 se postula como el entretenimiento perfecto para estas Navidades. Mientras apuesta por la comedia, Patty Jenkins hilvana una cinta totalmente disfrutable que se sustenta sobre un correcto elenco liderado por una soberbia Gal Gadot. Sin embargo, cuando el film transita por los caminos conocidos en el género, la propuesta se resiente; algo que se minimiza con el efecto de visionarla en una enorme pantalla.