El próximo viernes 15 de noviembre llega a nuestras salas Si yo fuera rico, una comedia española protagonizada por Álex García. Nosotros ya la hemos visto en un pase organizado por Paramount Pictures y a continuación os contamos qué nos ha parecido.
Si yo fuera rico; una comedia simpática
¿Qué haríais vosotros con 25 millones de euros? Puede que muchos ni siquiera se imaginen la cantidad que supone dicha cifra. Un valor que raya casi en lo obsceno y que permitiría a su flamante dueño darse cualquier tipo de capricho. ¿Creéis que lo podrías administrar, que lo podríais gastar adecuadamente? Dicen que el dinero no da la felicidad, pero seguro que semejante fortuna en algo ayuda.
Quizá el nombre de Álvaro Fernández Armero no os suene demasiado, pero puede que eso cambie si os digo que está detrás de varios episodios de ficciones televisivas como Vergüenza, Allí abajo o Con el culo al aire. Así, con la comedia por bandera, Fernández Armero da el salto a la gran pantalla con una cinta simpática que juega con la dicotomía de su protagonista, un hombre cualquiera que gana el bote del euromillones.
Si yo fuera rico (Álvaro Fernández Armero, 2019) construye una comedia, con la tradicional (y manida) moralina acerca del dinero y su efecto en las personas. Una propuesta liviana que cumple con lo esperable dentro del subgénero cómico romántico, haciendo de su rutinaria trama un lugar agradable por el que transitar en sus ajustados 97 minutos.
Cumpliendo con lo justo
No sería justo, valga la redundancia, decir que Si yo fuera rico es una comedia que sienta cátedra -tampoco lo pretende-, pero lo que sí es cierto es que cumple con lo que propone. Estamos ante una historia de contrastes, obviamente desde el punto de vista de un don nadie (con las preocupaciones que tenemos todos) que de pronto se topa con una fortuna que le puede cambiar la vida; aunque la cinta no se esfuerce en demostrarlo, algo entendible por las exigencias del guión.
De este modo, entramos de lleno en un costumbrismo formal con elementos que son fácilmente identificables por el espectador (los amigos, los trabajos y la pareja; no necesariamente en orden de importancia). Este escenario plantea situaciones cómicas que funcionan en ciertos momentos y pasan inadvertidas en tantos otros, algo también bastante habitual en este tipo de películas.
Del lado interpretativo, nos topamos con Álex García en el rol protagonista dando vida a un personaje, bastante arquetípico, que debe lidiar con la tesitura de ser millonario pero no poder contárselo a nadie. Se muestra solvente, aunque la cinta tampoco requiere demasiado de él. Lo acompañan una acertada Alexandra Jiménez, un algo por debajo del nivel a que nos tiene acostumbrados Adrián Lastra y un Jordi Sánchez que, ésta vez sí, suma más que resta. Cierran algunas caras conocidas como las de Antonio Resines o Diego Martín.
Veredicto
Si yo fuera rico es una comedia simpática que funciona la mayor parte del tiempo por su presentación de la disyuntiva en torno a su protagonista: ¿ser millonario pero sin poder contarlo? Una película agradable que, todo y no sobresalir en ningún apartado, sí que proporciona argumentos suficientes como para ser tenida en cuenta.