Quienes decimos ser amantes de las aventuras gráficas llevamos mucho tiempo sin poder disfrutar de una buena época bien cargada de lanzamientos. La edad de oro de las mismas pasó hace tiempo, y es que desde Grim Fandango, Monkey Island o Hollywood Monsters —por citar algunos ejemplos— llegaron al mundo han pasado unos cuantos años. Y si bien es cierto que muchas de estas han vuelto a través de ports, remasterizaciones y remakes, ‘no es lo mismo’. Siempre es más interesante disfrutar de una historia inédita, como en el caso de PRIM, juego del que hoy quiero ofreceros un análisis.
Lo primero que debéis tener en cuenta es que estamos ante un título de carácter independiente, por lo que no ha contado con un presupuesto especialmente alto. Por suerte, este tipo de producciones no suelen adolecer tanto este tipo de situaciones. En este caso hablamos de Common Colors y Application Systems Heidelberg, quienes han tenido bien de traernos una experiencia cortita, pero muy interesante, protagonizada por la hija de la muerte. Todo empieza cuando la madre de Prim muere.
Como última voluntad, esta le pide a la Muerte, Tanatos, su antiguo amante, que cuide de su hija ahora que no está. Este acepta a regañadientes, pero las cosas no salen demasiado bien. Como es lógico, a Prim no le gusta el cambio y lo pasa bastante mal. Extraña a su mejor amigo y su familia, pues no solo la acogieron cuando su madre falleció, sino que, además, siempre la trataron con cariño. Por otro lado, su padre estuvo ausente durante años, por lo que su reencuentro no es precisamente idílico… ¿Aprenderán a entenderse padre e hija?
Análisis de PRIM: dance with the devil
Aunque parezca una tontería, esta última pregunta es una de las bases principales de una historia cuyo principal defecto es que te deja con ganas de más. En sus pocos menos de ocho horas de duración, PRIM no tiene tiempo (del todo) para desarrollar bien el trasfondo de sus personajes, por lo que a veces palidece un poco. Y es una pena, la verdad, puesto que la idea es bastante interesante. De hecho, te deja con ganas de más, pues el ratito que pasas junto a Prim y sus conocidos es realmente bueno.
Como aventura gráfica, cuenta con la historia de un padre muy poco normal intenta aprender cómo criar a una hija de la manera adecuada. Al mismo tiempo, trae las vivencias de una joven que se siente desplazada. Aparte, no solo ha perdido su lugar en el mundo, sino también a sus seres queridos. La narrativa enfatiza mucho esos aspectos, construyendo una historia con mucho tacto y bastante impacto en donde hay mucho más de lo que parece.
Sin duda, esa es una de sus principales bazas. El guion de PRIM es divertido y gracioso, trabaja muy bien los conceptos de familia y amistad, pero no se olvida de que en la vida (y la muerte) también hay desgracias, problemas y contratiempos. Buena parte de nuestro paseo por el mundo de los muertos gira alrededor de todas estas ideas. Lo mejor de todo es que dispone de una ambientación simplemente genial, y es que la manera en que recrea el mundo de los muertos y la forma en la que funciona es muy interesante.
Una aventura gráfica con mucho tino
Dispone de un buen elenco, los diálogos están bien diseñados, los personajes tienen una construcción interesante y hasta dispone de doblaje en inglés (con textos en español). En resumidas cuentas, tanto por mundo como por argumento tiene mucho que ofrecernos. Además, narrativamente funciona bastante bien, siendo este el motivo por el cual habríamos agradecido una historia un poco más larga. Cierra de manera notable, pero se deja demasiadas cositas en el tintero y te deja con la sensación de que se podía haber aspirado a un poquito más.
Dicho esto, ¿cómo se juega? Pues lo cierto es que no tiene mucho misterio. A grandes rasgos, PRIM es una aventura gráfica tradicional en la que tendremos que ir interactuando con distintos elementos de un escenario para ir resolviendo puzles lógicos, muchas veces distorsionados por el carácter del propio reino de los muertos. Así pues, lo mismo nos toca combinar una guadaña en miniatura con forma de navaja con el brazo de un esqueleto para cortar un hilo al que no llegaríamos de otra forma.
Se aplica la lógica, pero de aquella manera. ¿Y funciona? Lo cierto es que sí. Y si bien es cierto que no va mucho más allá, funciona. Lo que sí se queda algo más por detrás son sus pocos minijuegos, como el de las cartas. No haré demasiado énfasis en este porque lo dejé bastante de lado al final, y es que es un añadido que no termina de arrancar y no suma demasiado en realidad. Más allá de eso, PRIM Ees un juego divertido, y los acertijos lógicos que nos plantea en todo momento te dejan con buen sabor de boca. Se deja explorar y disfrutar, siendo un proceso mayormente entretenido.
La historia de un padre y una hija no muy normales
Buena parte de esto es gracias a su apartado gráfico, uno de sus puntos fuertes. Aunque la historia es interesante, mecánicamente no ofrece nada nuevo. En ambos casos cumple, pero tal vez no destaca tanto. Es ahí cuando entra la dirección artística. A través de un estilo que nos recuerda muchísimo a los mejores tiempos de Tim Burton, PRIM se presenta como una novela gráfica en donde todos y cada uno de sus elementos han sido dibujados a mano. Y se nota. Vaya que si se nota.
Aunque algunas animaciones pueden ser un poco más toscas de lo que nos gustaría, ver como todos y cada uno de sus elementos en blanco y negro se desplazan a través de sus escenarios es una auténtica delicia. Sin duda es lo que más me ha gustado, puesto que tiene una personalidad tremenda. Pero… ¿No era como Tim Burton? La respuesta es sí, pero es una inspiración. No es que haya copiado y pegado el genio creativo del cineasta, sino que recuerda mucho a su estilo… si este fuese un dibujo animado con escenarios estáticos.
La gracia es que el juego tiene identidad propia, personalidad y carisma. Por eso hablamos de «inspiración» y no de copa. Lo toma como referencia, posiblemente, y ya está. Dicho esto, puedo deciros que PRIM es una muy buena aventura clásica cuyo mayor defecto es que a veces se queda un poco corta, pero que responde con buena nota en casi todos sus apartados. Lo bueno es que tiene una demo, así que si te ha llamado la atención, pero no estás seguro de probarlo, puedes darle una oportunidad gratis antes. Si me preguntáis a mí, os lo recomendaré en el 100% de los casos, puesto que creo que hace muchas cosas bien.
- El estilo artístico y los dibujos a mano.
- La construcción de personajes.
- El ritmo narrativo.
- Los diálogos.
- La premisa y la base argumental.
- Se queda un poco corto.
- Minijuegos como el de las cartas.
Análisis de PRIM. Hemos podido realizar este análisis tras recibir una clave del juego a través de Game Press