Hoy nos toca traeros el análisis de uno de los indies más psicodélicos de los últimos años, Ultros. Lo último del equipo de desarrollo Hadoque. Pasamos a ver sus características fundamentales y nuestra opinión tras jugarlo.
¡Hola gente! Como comentaba en la entradilla, hemos tenido ocasión de probar uno de los indies más interesantes del último mes. Estamos hablando de Ultros, lo último del equipo de desarrollo Hadoque. En líneas generales, tenemos entre manos uno indie que nos aporta un aire fresco en cuanto a mecánicas de juego.
Pero antes de entrar en materia, os recuerdo que podéis haceros con una copia para PS4, PS5 y PC (verificado para Steam Deck). Todo por un precio 24,99€ y está completamente en español. Así pues, no hay excusa para dedicarle las 8-10 horas que dura la aventura y descubrir su mundo.
Análisis de Ultros y su mundo
Lo primero que tenemos que saber es que Ultros es hijo de los metroidvania y los roguelike. En esa mezcla nace un juego que «juega» con nosotros y los ciclos temporales durante su aventura. La gracia de esta mezcla tan bien traída es el propio mundo y su dinámica orgánica. El hecho de que modifique su comportamiento cada vez que cumplamos los objetivos que nos propone.
En este sentido, la premisa, aunque aparece con esquivos y no de forma muy clara, te invita a explorar. A conocer cada rincón del mapa yendo y viniendo hasta descubrir que las plantas y «la vida» que hay en ellas son las que nos permiten avanzar. Es decir, reforestar ese extraño lugar se anticipa como algo importante, pero, para conocer toda la historia habrá que explorar todo bien.
La jugabilidad es su punto fuerte
A medida que avanzamos en la historia, tendremos una especie de esferas/habitación donde descansaremos. Por cada descanso pasará un ciclo y el mapa cambiará de alguna manera. No obstante, son fundamentales porque son los espacios que tendremos para guardar los progresos y mejorar nuestras habilidades pasivas y de combate.
Con cada reinicio habrá que recordar las habilidades y para obtenerlas habrá que cumplir unos requisitos que cumpliremos si comemos las plantas y órganos que vamos recolectando. Una forma interesante de saber escoger bien lo que queremos potenciar en función del estilo de juego que queremos potenciar.
El combate por su parte, pese al tono filosófico de la aventura, brilla con luz propia y es un activo constante en la aventura. Recuerda en muchos momentos a un oxidado hack and slash donde podemos hacer combos simples, pero sin logar la profundidad que mereciera. Es dinámico y entretiene, aunque en los jefes finales flojea bastante al ser excesivamente repetitivo.
Un apartado visual brillante y conclusiones finales
El apartado visual es algo que me ha encantado. Sencillamente es precioso dentro de su enorme particularidad. Es cierto que puede resultar algo extraño y psicodélico, lo cual no debe agradar a todo el mundo, pero me ha parecido muy original. Especialmente por cómo articula toda la narrativa al puro estilo Souls donde cada objeto, por extraño que sea, describe el mundo de forma críptica.
Un juego que nos propone de forma colorida y recargada una historia profunda y filosófica que cumple de forma notable con lo que propone. Sin destacar mucho el combate, pero siendo entretenido en su finalidad. Una mezcla exitosa de tres géneros que dan como resultado un indie hecho a medida de los amantes de los metroidvania, roguelike y souls-like.
- Un apartado visual original y precioso.
- La mezcla de géneros en su apartado jugable.
- El combate cumple, pero flojea con los jefes.
