Después de estrenarnos por todo lo alto con un lanzamiento doble, regresamos con Wind Breaker y nuestra reseña del tomo n.º 3. Todo ello con una noticia muy presente en nuestras cabezas: tendrá serie de animación. En efecto, el manga recién licenciado por Distrito Manga se estrenará por todo lo alto en televisiones de todo el mundo poco después de que la editorial se haya hecho con su distribución en España.
Sin lugar a dudas, es una muy grata noticia. La casualidad ha querido que el anuncio se dé poco después de que aterrice en nuestro país, por lo que podremos disfrutar de ella de dos maneras muy diferentes. Es por esto mismo que —junto con un enlace a nuestra primera reseña— os queremos hablar de nuevo de la serie en general antes de empezar con el análisis.
Para empezar, Wind Breaker no es un manga. No. En realidad es un manhwa, puesto que es un escrito de origen coreano. Su creador es Satoru Nii, un mangaka con bastante poca experiencia (hasta la fecha solo está acreditado en Danshi Badminton-bu ni Joshi ga Magireteru: Secret Badminton Club, una serie de 80 capítulos) pero bastante talento.
Como tal, el proyecto nació en enero de 2021 y desde entonces se han publicado 11 tomos en su país de origen, por lo que es muy probable que nos pongamos al día dentro de ‘poco’. Lo curioso es que aunque se trata de un manwha, se publica en Japón, ya que la editorial responsable de su serialización es Shōnen Magazine Comics, de Kōdansha. Curioso, ¿verdad? Dicho esto, habiendo hecho las presentaciones, vamos con la edición.
Reseña de Wind Breaker n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
Haruka Sakura llega a la escuela de granujas por excelencia, el instituto Fûrin, con el fin de pelear su ascenso hasta la cima y convertirse en el nuevo líder. Pero cuando descubre que los alumnos del instituto han creado una banda llamada Bôfûrin, cuyo único propósito es la protección del barrio y de su gente, Sakura acepta formar parte de la causa y, por primera vez, decide usar sus puños para ayudar a los demás. La Bôfûrin y una banda rival, la Shishitôren, se enfrentarán en un torneo de combates individuales hasta llegar a las dos peleas finales, en las que lucharán contra los líderes de la Shishitôren: el amenazante y orgulloso vicecapitán, Togame, y su capitán, Tomiyama.
Colección | Wind Breaker vol. 3 de 11 (en publicación) |
Autoría | Satoru Nii |
Género | Shônen, acción, comedia, vida escolar |
Formato | Rústica con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 17,9 x 13,2 cm con 192 páginas en b/n |
Maquetación | Matsuka-san (Drac Studio) |
Traducción | Rubén Suárez Abadín (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 04/05/2023 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Dicho esto, es turno de hablar de la edición. No sorprenderemos a nadie si decimos que Distrito Manga ha vuelto a hacer un gran trabajo. Una vez más, tanto la calidad del material como de la propia impresión habla por sí sola; es un producto que cumple con todos y cada uno de los estándares que nos podemos plantear como consumidores. Por supuesto, esta no es su única virtud editorial.
Una vez más, en la filial de Penguin Random Haouse han decidido confiar en Daruma tanto para la maquetación —a través de Drac Studio— como de la traducción. En ambas facetas responden con buena nota, siendo un manga bien adaptado, idiomáticamente hablando. La lectura es sencilla y cómoda, los márgenes están bien establecidos y, en general, se disfruta mucho con él.
El honor entre pandilleros
Ahora uqe ya hemos desgranado las singularidades de su edición, podemos hablar de su contenido. No obstante, en esta ocasión no podemos profundizar demasiado en varias de sus virtudes. A fin de cuentas, el tercer volumen de Wind Breaker se resume en una sola cosa: peleas. En esta entrega solo habrá combates 1 vs. 1 entre los diversos miembros del instituto Fûrin y el Shishitôren. Con esto en mente, ya podemos hacernos una idea muy general de cómo será la narrativa general del manga.
Tanto para lo bueno como para lo malo, no parece que el autor se vaya a complicar demasiado. Siendo sinceros, los motivos por los cuales ambos institutos se están pegando entre ellos es bastante… nimio. El autor no necesita muchas excusas para dar rienda suelta a la violencia, por lo que no podemos esperar un contexto especialmente trabajado. Sin duda, ese es uno de sus mayores defectos: no le importa no justificar lo que ocurre.
De una u otra manera, Satoru Nii se perfila como un mangaka un tanto ‘dejado’ en ciertos aspectos narrativos. De hecho, no podemos decir que la historia sea demasiado profunda ni que el trasfondo sea uno de sus puntos fuertes. Es por esto mismo que podría parecer que Wind Breaker deja algo que desear, pero es capaz de compensarlo muy hábilmente gracias a su ritmo. Sin duda, el autor sacrifica muchos aspectos en favor del puro entretenimiento.
Directos al grano
Su obra va directa al grano y no se detiene casi en ningún momento. Esto favorece el dinamismo y la ‘diversión’, ya que en todo momento parece que está sucediendo algo. No se anda por las ramas, lo cual también es positivo. Sea como fuere, estos primeros defectos que hemos detectado tienen arreglo y, siendo sinceros, esperamos que mejore bastante con el tiempo. Satoru Nii parece un autor con talento, pero sin mucha experiencia, que solo necesita tiempo. Pensamos que aunque le ha costado arrancar, tiene mucho potencial.
Es por esto mismo que, en estos momentos, podemos decir que Wind Breaker nos da una de cal y otra de arena. De momento, nuestras impresiones son mucho más positivas que otra cosa, ya que el manga cumple con su principal función de manera notable: entretener. Sin más, hemos devorado el tercer volumen de manera bastante rápida, casi sin darle descanso. Con estas tres primeras entregas ya podemos decir que seguimos queriendo más.
Sobre todo porque parece que Satoru tocará aspectos tan importantes como el desprecio social y la aceptación. Nuestro protagonista siempre ha sido un paria social por culpa de su aspecto (nació con heterocromía y el pelo dividido en colores). Esto provocó que desconfiase de todo el mundo, pero en su nuevo hogar se encuentra una realidad muy diferente. Gracias a este choque, empieza a ver las cosas de otro modo, pero muy a su ritmo.
Reseña de Wind Breaker n.º 3 | Conclusiones
Esta dicotomía nos ofrece un relato interesante en el que se puede vislumbrar cierta crítica social. Es, sin duda, un aspecto muy interesante que le da algo más de sentido a su exacerbado deseo de pelear. En general, pues, el manga funciona de buena manera y nos deja con un buen sabor de boca. Sucede lo mismo con el dibujo. Aunque se nota la falta de experiencia y algunas secuencias son un tanto confusas, el resultado general es bueno.
Es decir, hay secuencias de combate en las que el trazo y los movimientos no quedan del todo claros y tenemos que darles una segunda vuelta. Pese a ello, el resultado general es muy positivo. Satoru tiene un estilo bastante interesante que, aunque abusa demasiado de los diseños extravagantes, entra por los ojos. Es agradable de ver y es relativamente fácil de seguir salvo en ciertos compases.
Es por todo esto y más que seguimos pensando que Wind Breaker podría ser un muy buen shonen con algo de tiempo. Y si bien es cierto que la influencia de Tokyo Revenger es muy clara, tiene personalidad. Se nota que ha heredado retazos tanto de esta como de otras grandes obras, pero desde un punto de vista muy personal. Esto es algo que nos agrada. Por eso mismo seguiremos esperando por el cuarto volumen. Queremos ver cómo sigue, porque de verdad que nos ha llamado la atención.
- Entretenido, divertido y dinámico.
- Las peleas son muy visuales y el planteamiento inicial es llamativo.
- Desarrolla bien los eventos iniciales y la narrativa está bien planteada.
- El dibujo tiene potencial y los diseños, salvo alguno concreto, son buenos.
- Se nota que es la obra de un autor menos experimentado; necesita seguir creciendo tanto en la trama como en el dibujo, pero tiene potencial.