En tan solo tres tomos Sigue Adelante ya nos ha demostrado que no es el típico manga de romance en donde un triángulo amoroso hace las veces de protagonista. Con sus más y sus menos, Nagamu Nanaji ha sentado las bases de una historia que va más allá del romance, profundizando en algo tan sentido como el amor propio. Junto con un profundo ejercicio de introspección, el manga explora ámbitos pocas veces vistos en loas mangas demografiados como shojo.
De hecho, la mera existencia de Sigue Adelante constituye una prueba de que estas demografías —de origen nipón, adaptadas en España por causas de fuerza mayor— han perdido gran parte de su sentido. A fin de cuentas, aunque el trabajo de Nanaji ha sido descrito como un shojo, cualquier tipo de lector podría acabar disfrutando de su premisa. Cualquier lector adulto y/o con cierto deje de madurez, claro está, puesto que esta no es una obra para niños.
Y no porque haya contenido que un menor de dieciocho años no pueda ver, sino porque la construcción narrativa del manga es demasiado ‘compleja’ para un infante. Aunque el arte o las portadas no lo demuestran, Sigue Adelante tiene un diseño esencialmente complejo. Un diseño en donde la psicología humana tiene mucho peso y en donde hay que leer entre líneas. Un diseño en el que aspectos tales como la depresión, la envidia o el autoengaño cobran especial relevancia.
Es por esto y por mucho más que en apenas tres tomos, Sigue Adelante ha logrado construirse como una obra de carácter muy notable. Tiene la capacidad de no dejar a nadie indiferente y de conquistar a muy diversos tipos de lectores. Bajo el espectro de un tópico que dice que su dibujo ‘es muy de shojo‘, esconde un mundo complejísimo y muy interesante.
Reseña de Sigue adelante n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
Kuko ve sus creencias tambalearse cuando empieza a dudar de sí misma y de su manera de afrontar el día a día, mientras se pregunta de qué sirve ser fuerte todo el tiempo, si así solo consigue que los demás salgan perjudicados. Por otra parte, al darse cuenta de que está enamorada del joven Outa, Kuko llega a la conclusión de que quizá está siendo demasiado transparente con sus sentimientos… ya que uno de sus grandes temores es que la gente descubra la debilidad y las dudas que comienzan a apoderarse de ella, aunque varias personas de su entorno parezcan negarse a reconocer la realidad que la aflige.
Colección | Sigue adelante vol. 3 de 11 |
Autoría | Nagamu Nanaji |
Género | Shôjo, comedia, drama, slice of life |
Formato | Rústica con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,2 x 18,2 cm con 220 páginas en b/n |
Precio | 8,95 € |
Maquetación | Yelllowkidsworks |
Traducción | Marc Bernabé (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 04/05/2023 |
Reseñas | Reseñas de volúmenes anteriores |
Sea como fuere, todo eso no tendría sentido si no pudiésemos disponer de una edición a la altura del contenido. En este caso, Distrito Manga no ha decepcionado, ya que han vuelto a realizar un gran trabajo tanto en materia de impresión como de traducción y maquetación. Destacando la etiqueta que refleja que han usado material procedente de empresas responsables con el medio ambiente, valoramos el resultado final de manera positiva.
Y si bien es cierto que nos habría gustado que incluyesen márgenes interiores para facilitar la lectura, lo cierto es que la unión de las páginas es lo suficientemente fuerte como para soportar que lo manipulemos de manera más ‘dura’. Así pues, podemos leer incluso el interior de las páginas con relativa facilidad. Por si fuera poco, este volumen viene con contenido adicional a modo de historia corta (one-shot) autoconclusiva.
Una reflexión constante
Dicho esto, podemos proseguir con el contenido como tal y lo que este nos dice es que, en realidad, Sigue Adelante no arranca como un romance, sino una historia de desamores y aprendizaje personal. Así pues, los primeros compases del relato se construyen de manera muy diferente a lo habitual. Tanto es así que la mayoría de nuestros protagonistas se enfrentan de una manera u otra al rechazo.
Por un lado, tenemos a Kuko, nuestra protagonista. Aunque todavía no está del todo segura de sus sentimientos, parece que le gusta Ou, un antiguo amigo que intenta desarrollarse a sí mismo como pintor. No obstante, por muy diversas razones, la joven intenta negar sus propios sentimientos, pues siente que ‘no es lo correcto’. Esto le causa muchas inseguridades y un dolor que todavía no sabe cómo gestionar.
De hecho, hasta cierto punto se puede entender como un amor tóxico, pues Ou, sin que ella lo sepa, siente envidia de Kuko. Este, que todavía está dando sus primeros pasos como artista, siente ‘celos’ de la particular visión del mundo de Kuko, quien es capaz de verlo todo desde la perspectiva de un animal. Ou, frustrado, le ‘copia’ esa perspectiva en algunos de sus cuadros, lo que provoca que todo vaya a peor.
Es por esto mismo que en ocasiones, aunque Ou aprecia mucho a Kuko, intenta alejarla de su lado e, inclusive, tiene detalles tan feos como «pedirle que no sonría siempre». De esta manera, ambos jóvenes se enfrentan a un momento muy complicado en el que deben aprender a gestionar sus sentimientos. Sobre todo Ou, quien sabe que está haciendo mal, pero es incapaz de modelar su comportamiento.
Mal de amores
Esto refleja de manera muy hábil una realidad que a veces se nos olvida cuando nos enfrentamos a un manga shojo: nuestros protagonistas son adolescentes que todavía no han terminado de desarrollar su personalidad. En el caso de Ou, nos encontramos con un chico con las ideas muy claras, pero que no ha terminado de desarrollar su inteligencia emocional. Aún no ha madurado del todo, pero no es mala persona. Sabe que ha hecho mal se ve cómo intenta arreglarlo con pequeños gestos.
Por si fuera poco, Ou está enamorado de Una, la esposa de su maestra. Y aunque ‘renunció’ a ella —no es el mejor término, pero es para que nos entendáis—, sigue enamorado. Esto lo acaba descubriendo Kuko, quien no solo se lleva un mazazo enorme, sino que, además, entiende de golpe el porqué Ou siempre parece estar triste. Por ello se propone intentar hacer que sonría, redescubriendo de manera todavía más notable cuáles son sus sentimientos. ¿Por qué quiere que Ou sonría y sea feliz?
¿Es porque son amigos, porque quiere intentar olvidarse de él o porque quiere ser feliz junto a él? La joven se pregunta esto a sí misma mientras dejamos fuera de la ecuación a Kiyo, su mejor amigo de la infancia. Recordemos, pues, que este se declaró a Kuko en el segundo volumen, pero fue rechazado. Y aunque intentó mantener la normalidad, inevitablemente se han alejado. Tanto es así que ya no se ven todos los días como antaño, lo que genera sentimientos todavía más complicados en nuestra joven protagonista.
Todo esto provoca que la compleja relación de Kuko consigo misma sea más compleja que nunca, dando nuevas expresiones de depresión. Aunque no lo parece, los ojos y la sonrisa de la joven siguen escondiendo un dolor que no sabe cómo gestionar. De hecho, como todo el mundo le pide que sonría, es que ni puede hacerlo. Todo esto, junto con las conversaciones con Ou y Kiyo, hacen que su estabilidad (internamente) empiece a desmoronarse.
Reseña de Sigue adelante n.º 3: conclusiones
Con esto en mente, Sigue Adelante se sigue construyendo como uno de los shojo románticos (aunque nos sigue sin gustar cómo funcionan las demografías niponas) más interesantes de 2023. Licenciada por Distrito Manga, ha sido capaz de presentarnos algo diferente… Y eso que apenas llevamos tres volúmenes. Lejos del amor idealizado propio de este tipo de historias, la autora nos presenta un relato de realidad en donde los sentimientos son más complejos que el simple amor-odio.
Nuestros personajes, personas muy jóvenes sin mucha experiencia en la vida, sienten, sufren y padecen debido a su inexperiencia, entre otras cosas. Gracias a esto somos capaces de disfrutar de una historia capaz de presentar algo distinto, cosa que nos encanta. Sobre todo porque la autora se esfuerza en explorar la psicología de sus personajes; no los convierte en titeres del romance ni crea una atmósfera en donde hasta el desamor es bonito.
Con una narrativa sensible y un dibujo muy agradable, la mangaka es capaz de mostrarnos el lado más doloroso del amor sin apenas expresar nada. Solo con gestos, miradas y alguna que otra palabra fuera de tono, expresa con mucha solvencia cómo funcionan las relaciones humanas. Al menos en muchos casos, puesto que hay mil maneras diferentes de reaccionar. Sea como fuere, lo que queremos decir es que se siente orgánico y natural. Es creíble, y eso es lo que más nos fascina.
- Va más allá del simple romance. La historia profundiza en otros sentimientos tan o más importantes que el amor.
- La introspección psicológica y la presentación de su protagonista, Kuko.
- El dibujo es limpio, claro y muy bonito.
- La narrativa sigue siendo ágil y entretenida. Los diálogos han mejorado mucho.
- La trama da algún que otro traspié y todavía es pronto para determinar su potencial. Es una incógnita.
- Los escenarios no están tan trabajados.