Resulta un poco extraño escribir otra introducción para una serie que ya se hace llamar centenaria en España. Parece que fue ayer cuando arrancó nuestra aventura junto con Eiichiro Oda y sus mugiwara, pero ya han pasado 25 años. Unos cuantos menos sí hablamos del primer episodio de anime en la península o la licencia oficial, pero no importa. Lo que de verdad me hace ilusión es poder deciros «eh, ya está aquí nuestra reseña de One Piece n.º 101 y n.º 102».
Cuando entré en la redacción lo vi imposible, aunque esa realidad se ha hecho tan fuerte que hoy puedo decir con orgullo que llevo el timón de un barco repleto de sueños y esperanzas. Sí, me he puesto un poco nostálgico, pero es que hablar de One Piece es hablar de algo diferente. Da igual que no sea mi serie preferida, puesto que tiene algo único. Es especial.
Más aún si volvemos a recordar que ya hemos superado el centenar de volúmenes en España y que, además, Planeta Cómic ha confirmado que reeditará la serie en formato 3×1. Sin duda alguna, una noticia brutal con la que encabezar aquesta nuestra reseña. Dicho esto, como no quiero irme mucho más por las ramas, voy al quid de la cuestión. Empecemos, pues, con la review.
Reseña de One Piece n.º 101 y 102 | Portada, sinopsis y edición
Sinopsis #101 ¡Convencidos de que Luffy regresará al campo de batalla y derrotará a Kaido, sus camaradas continúan la lucha contra los lugartenientes de la tripulación de la banda pirata de las Cien Bestias! Mientras tanto, en la cúpula de Onigashima, Yamato intenta que su padre pague por todo lo que le hizo.
Sinopsis #102 ¡El rey de los piratas, será él! ¡Completamente recuperado, Luffy parte de nuevo para enfrentarse a Kaido! ¿Cuál será el resultado de la batalla culminante entre estos dos increíbles oponentes? Mientras tanto, en varios lugares de la isla de Onigashima, las feroces batallas libradas por los camaradas de Sombrero de Paja contra la gran banda pirata de las Cien bestias llegan a su fin. ¡El arco de Wano está en su apogeo! ¡Continúan las aventuras de Luffy en busca de One Piece!
Tomo 101 | Tomo 102 | |
Fecha de publicación | 14/09/2022 | 30/11/2022 |
Formato | 11,1 x 17,7 cm |
Tinta | Integradas en b/n. (192 páginas ambos) |
Presentación | Rústica sin solapas con s/cub |
Frecuencia | Trimestral |
Precio | 7,95 € |
Reseñas anteriores | Reseñas volúmenes anteriores |
Resulta imposible encabezar este apartado con una mención a los volúmenes #99, #100 y #101, ya que entre los tres han compuesto una portada unificada para celebrar, precisamente, el centenar. Ya en el #102 se apaga esta dinámica, pero es algo bonito. Tanto o más que la edición de la que estamos disfrutando. Sí, lo digo aun a sabiendas de que One Piece sufre desde el primer día por ‘culpa’ del formato original.
Recordemos, pues, que la serie lleva años entre nosotros y que por aquel entonces las cosas eran muy diferentes. Esto es algo que sigue arrastrando, pero que le da cierto encanto. Nos gusta, sin más. Como también nos gusta el trabajo que están realizando desde Daruma, con Ayako Koike a la cabeza en este caso, con la traducción.
Una vez más, la adaptación idiomática ha cumplido a la perfección con nuestras expectativas. Es lo habitual, todo sea dicho, ya que Planeta Cómic acostumbra a realizar un gran trabajo en ese sentido. No es el único, pues la maquetación vuelve a ser muy resuelta. En general, funciona muy bien más allá de algún pequeño corte en algún que otro borde exterior. Por lo demás, es un producto de calidad.
Wano: el crecimiento de Momosuke y la importancia de los mugiwara
Y hablando de calidad, otro «imposible» que nos hemos encontrado tiene nombre propio: Eiichiro Oda. A estas alturas de la película nada debería sorprendernos, pero lo sigue haciendo. El nipón tiene un don para crear historias y Wano… Vale, esto lo he dicho ya varías veces, pero lo repito: Wano está siendo uno de los mejores arcos de la historia de One Piece. Su mayor defecto es que es confuso, siendo este casi un dogma en las guerras de Oda.
Por mucho que el mangaka intente esclarecerlo todo, el caos bélico se suele adueñar de estas sagas. Consecuentemente, es algo compleja de seguir, aunque en esta ocasión ha mejorado respecto a contiendas anteriores. Por lo demás, One Piece está en un momento increíble. Durante el tomo #101 asistimos a algunos de los momentos más duros del enfrentamiento, pero es en el #102 donde nos terminan de romper.
Con Momosuke habiendo adoptado su forma de dragón tras realizar ciertos sacrificios, parece que la situación ha dado un vuelco. Luffy, completamente entregado a su enfrentamiento, delega en él una de las misiones más importantes de toda la saga. Es más, en las manos del daimio (o daimyō) de Wano ahora están las vidas de todos sus ‘súbditos’.
Reseña de One Piece n.º 101 y 102: conclusiones
Luffy es perfectamente de ello, pero vuelve a demostrar una fe ciega y absoluta en sus compañeros. Momosuke es uno de los suyos y es consciente de cuáles son sus capacidades, por lo que no duda en lo más mínimo. Mientras, Law y Kid siguen con su particular duelo con Big Mom. Ambos están en una situación complicada, pero la yonkō no está en una situación mucho mejor. El poder de Los Cuatro Emperadores es brutal, pero no absoluto, y la nueva generación está hecha de otra pasta.
Entretanto, Zoro sigue con su particular duelo con King, el combatiente más poderoso y capaz de Los Piratas Bestia de Kaido. No es el único, porque Sanji sigue su combate contra Jack. Ambos combates son los grandes protagonistas del tomo #102, pues ponen de relieve la evolución de los dos personajes. Sanji sigue con su ‘drama’ familiar, queriendo renunciar a su ‘legado’, pero siendo consciente de lo que podría ganar si aceptase esa parte de su persona.
Mientras, Zoro continúa enfrentándose a un obstáculo que parece invencible, pero demostrando por qué es uno de los espadachines más poderosos del mundo y la ‘mano derecha’ de Luffy. Él es el único que podría hacer frente a King y desvelar los grandes misterios que se esconden tras su máscara…
Con todo eso en mente, los dos últimos volúmenes publicados de One Piece vienen a recordarnos la gran calidad de Oda como narrador y su excelsa capacidad para manejar varios eventos de manera simultánea. Sin más, sigue siendo ese manda «diferente y especial» con el que tantos de nosotros nos hemos criado.
- El dibujo sigue siendo increíble.
- La edición y la traducción son muy notables.
- El ritmo narrativo de su autor, los grandes momentos y el desarrollo.
- Las peleas son de otro mundo.
- Su gran capacidad para mantener varios hilos argumentales simultáneos.
- El caos sigue siendo una constante.