Reseña del manga Wind Breaker n.º 8: el anime no es su único punto fuerte

Seguimos con el que también se ha convertido en un anime relevación a través de nuestra reseña del manga Wind Breaker n.º 8.

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Aunque sea una serie de acción, no todos los volúmenes tienen que ser una vorágine de palos. De hecho, que Satoru Nii se haya tomado un pequeño respiro y nos haya dejado unos cuantos capítulos de transición es algo que agradezco. Siendo sincero, no sabía qué esperar antes de ponerme con la reseña del vol. n.º 8 del manga de Wind Breaker. Al final, el buen hacer del autor me ha dejado con una muy grata respuesta. Tras los últimos eventos acaecidos, Sakura, nuestro protagonista, tenía más dudas que nunca.

Su miedo a confiar en los demás y el pánico que le tiene al rechazo le impedían conectar del todo con sus compañeros de clase. Estos, en realidad, eran (y son) perfectamente conscientes de que le cuesta, pero le aceptan tal y como es. Dejan que vaya a su ritmo, pero es uno de sus senpai de segundo quien le termina de dar el último empujón. De hecho, el propio Sakura —sin saber bien por qué— se abre más de lo normal con él. Tal vez porque sienta que le entiende.

De una manera u otra, le acaba dando valor para dar un paso hacia adelante, y por primera vez en toda la serie (le ha costado, y en realidad me alegro de que el autor se haya tomado su tiempo con esto y lo haya hecho con tanta calma) se ha abierto de verdad. Ha aceptado que quiere confiar en ellos y que quiere que formen parte de su vida. Por supuesto, le cuesta mucho, y en realidad solo es el comienzo, pero es un paso enorme que nos demuestra que Wind Breaker es más que un manga de peleas y que aspira a ser algo más.

Reseña del manga Wind Breaker n.º 8 | Portada, sinopsis y edición

Reseña de Wind Breaker n.º 8

Haruka Sakura, que había llegado al famoso instituto de pandilleros Fûrin con la intención de abrirse camino hasta la cima, se encuentra confundido tras entablar sus primeras amistades y su cuerpo ha dejado de responder como lo había hecho hasta entonces. ¿Qué podrá decirle Kaji, el delegado de segundo, para apaciguar su temor a ser rechazado por los demás?

Por otro lado, Sakura y los demás se encuentran por primera vez cara a cara con Tsubakino, una de los Cuatro Reyes Celestiales de la Wind Breaker, quien les pide que la acompañen a cierto sitio… ¿Qué será lo que les aguarda allí…?

ColecciónWind Breaker vol. 8 de 17 (en publicación)
AutoríaSatoru Nii
GéneroShônen, acción, comedia, vida escolar
FormatoRústica con sobrecubierta
Tamaño y páginas13 x 18 cm con 192 páginas en b/n
MaquetaciónMatsuka-san (Drac Studio)
TraducciónVictor Gomà (Daruma)
Fecha de lanzamiento06/06/2024
ReseñasVolúmenes anteriores

La edición, como viene siendo habitual en Distrito Manga, ha vuelto a destacar por su buena presentación. Más allá de algún corte en determinados bordes físicos, la impresión es de un nivel muy alto. Del mismo modo, está bien maquetada, dispone de una adaptación idiomática muy acertada y, en general, funciona muy bien como producto. El resultado final nos vuelve a dejar con buenas sensaciones, al igual que la historia.

Un salto de fe

Por supuesto, esto no es lo único que nos deja el tomo. Se nota que Satoru Ni está plantando las bases del futuro, y es que ya en la anterior entrega descubrimos que hay una banda bastante más grande y más peligrosa que parece manejar todo en las sombras. Sería la antítesis del Fuurin, por lo que hemos podido entender en apenas un par de viñetas. Lo que no sabemos es si aparecerán ya, pero tiene pinta de que el manga va a dar un buen sprint de cara al futuro.

Tal vez por esto era tan importante que el autor dejase que las semillas de la relación con Sakura y el resto de miembros del instituto, y más concretamente con los líderes de su banda y los miembros de su clase, empezase a germinar de verdad. Durante el proceso también conocemos mucho mejor a Tsubakino, una de las Cuatro Retes Celestiales de la Wind Breaker. Gracias a ella entendemos que una de las máximas de este manga es aceptar a todo el mundo tal y como es, cosa que, por desgracia, no siempre pasa en el mundo real.

La gente tiende a rechazar lo que considera no normativo, y eso es algo que entendemos mejor que nadie, gracias tanto a Sakura como a Tsubakino. Cuando era más joven, sufrió bastante porque no se sentía capaz de aceptarse a ella tal y como era. Nació siendo chico, pero no le gustaba lo que se consideraba normal para la gente de su edad. No fue hasta que conoció a una pareja de ancianos que fue capaz de ser ella misma.

Pensando en el futuro

No sabemos cómo sucedió después, pero queda claro que encontró un hogar en la Wind Breaker y que nadie le da ‘importancia’ al tema, pues en realidad «no la tiene». No deberíamos mirar a nadie de manera distinta por quién es, por lo que le gusta, etc. Y esto es algo que Satoru Ni (con sus errores, porque tiene algún derrape, pero se nota que lo hace todo con la mejor intención posible) nos demuestra en todo momento.

Sí, Wind Breaker es una historia de peleas, pero también de como un grupo de jóvenes aprenden a entenderse y quererse a sí mismos y a respetar a los demás. Lo raro es que toda esta premisa choca con la idea original del manga. A fin de cuentas, recordemos que resuelven muchísimos conflictos a palos. Al final, estas dos ideas son bastante dispares en su origen, pero acaba funcionando. A su manera, pero lo hace. Y es que, en realidad, muchas de sus peleas no son violencia al uso.

Es raro, porque parece que no les gusta recurrir a ella, pero lo hacen mucho, y siempre con la intención de ayudar al resto de las personas e, inclusive, a sus rivales. A veces sientes que todo se mira desde un prisma demasiado irreal en donde todo siempre tiene una solución. Aunque es agresivo y deja escenas bastante duras, parece como que quiere verlo todo desde una perspectiva relativamente pura. No sabría bien cómo describirlo, pero al final responde de manera adecuada y te deja con un buen sabor de boca.

  • Entretenido, divertido y dinámico.
  • Las peleas son muy visuales y el planteamiento inicial es llamativo.
  • Desarrolla bien los eventos iniciales y la narrativa está bien planteada.
  • El dibujo tiene potencial y los diseños, salvo alguno concreto, son buenos.
  • Está progresando en la construcción de personajes y la narrativa.
  • El buenismo y el ‘todo saldrá bien’ a veces son un poco cargantes.
  • Aún sigue teniendo algunos problemas en la manera de contar la historia.

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