
Allá en su momento, cuando os hablé por primera vez de la obra de Masakazu Katsura, os expliqué que —por desgracia— nunca había leído nada suyo. Video Girl AI fue mi primer contacto con él y, ciertamente, me dejó gratamente sorprendido. Sin obviar ciertos tópicos muy propios de los años noventa, me volvió a recordar las bondades de un clásico. Ahora, en mi reseña de Video Girl AI n.º 2, no solo he podido ratificar aquellas mis primeras impresiones, sino que me ha convencido todavía más.
Con una evolución inesperada que va más allá de las dicotomías del romance nipón en pleno siglo XXI, es capaz de explorar la psicología de sus personajes con relativa profundidad a través de ese único tema. O lo que es lo mismo, aunque invierte casi todos sus esfuerzos en construir su propia definición del amor, esto le basta para que seamos capaces de entender que sus personajes son más que un conjunto de trazos en blanco y negro.
Así pues, Masakazu no sollo ha logrado mantenerme enganchado a su trama, sino que, además, me ha planteado dudas narrativas lo suficientemente consistentes como para dejarme con ganas de más. Aunque parecía que el amor entre Yota y Ai era más que seguro, el mangaka ha sido capaz de introducir variables, matices y giros argumentales lo suficientemente realistas como para hacernos entender que el amor no es tan simple.
Siempre bajo el amparo de la ciencia ficción, y consideraciones que van más allá del sentido común (muy al estilo Chobits), expresa las dudas y contratiempos que cualquier joven adolescente puede sufrir al enfrentarse al llamado mal de amores. ¿Un clavo quita otro clavo? ¿Cuándo hay que decir basta? Estas y otras cuestiones se plantean durante la lectura, pero antes de seguir, hablemos de la edición.
Reseña del manga Video Girl AI n.º 2 | Portada, sinopsis y edición

Al entrar en contacto con el corazón puro de Yota, Ai comienza a tener emociones humanas. Así, Ai desafía su propia misión como Video Girl y regresa al vídeo. Determinado a recuperar a Ai, Yota se adentra en el mundo del vídeo. ¡Pero allí le espera una dura prueba!
Colección | Video Girl AI vol. 2 de 9 |
Autoría | Masakazu Katsura |
Género | Ciencia ficción, comedia, drama, ecchi, romance, slice of life |
Formato | Rústica sin solapas con s/cub. |
Tamaño y páginas | 14,8 x 21 cm con 336 páginas en b/n |
Precio | 16,95 € |
Maquetación | Planeta Cómic |
Traducción | Geni Bigas y Sayuri Suzuki |
Fecha de lanzamiento | 06/03/2024 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Las dificultades de un amor de ciencia ficción

Dicho esto, y volviendo al tema que nos acontece, la segunda entrega de Video Girl AI me ha hecho valorar todavía más el trabajo de Masakazu Katsura. Siendo sincero, me ha sorprendido mucho la naturalidad con la que la historia ha evolucionado, introduciendo diversos elementos disruptores que han hecho que la lectura se sienta todavía mejor. Agregando varias dosis de drama a la receta, e incluyendo nuevos personajes, ha logrado construir una dinámica realmente entretenida.
Y eso que, en realidad, utiliza algunos recursos que hoy día se sienten demasiados tópicos. Véase, por ejemplo, el tema de agregar a un nuevo interés amoroso que surge de la nada, por ejemplo. Esto lo hemos visto en decenas de historias de romance. Sin embargo, como Girl Video AI lo hice hace más de 30 años, lo sientes diferente. Recordemos que comenzó a publicarse en 1989 y que, desde entonces, ha llovido muchísimo.
Esto hace que lo que por aquel entonces era muy original, hoy se sienta menos innovador, siendo este uno de los motivos por los que resulta tan complicado entender al 100% este tipo de trabajos. Si somos capaces de contextualizar adecuadamente el trabajo, seremos muy conscientes de que Masakazu —al igual que otros muchos autores— sentó bases que se han ido utilizando (y han evolucionado) durante todos estos años.
Contratiempos inesperados

En lo que respecta a este segundo tomo, debo decir que las circunstancias introducidas por el autor son bastante curiosas. Sabemos que Ai lo está pasando mal (sin caer en la breva del spoiler) porque se ha enamorado de Yota y que tiene prohibido estar con él, mientras que el propio Yota está hecho un lío. No sabe qué es lo que siente por Moemi, pero tiene muy claro de que Ai no es una persona cualesquiera en su vida.
Esto le hace actuar y avanzar, siendo algo que valoro mucho en los mangas de romance. Sin más, estoy harto de los personajes que nunca reaccionan ni hacen nada. Son demasiado parados en muchos casos y, aunque entiendo que representan diferentes tipos de personalidad, dentro del espectro de la literatura nipona es demasiado exagerado. Es por eso que cuando aparecen protagonistas como este, que son capaces de dar un paso al frente cuando la situación lo amerita de verdad, se agradece. Y mucho.
No importa que haya dudado durante años con Moemi y su declaración. Es joven y es normal que se equivoque, dude o tenga reparos. Lo ha pasado mal en el pasado y esto es algo que descubrimos durante el segundo tomo. Pese a ello, cuando se le plantea un dilema de verdad a vida o muerte (no de manera literal) no se deja llevar por las dudas. Actúa y lucha por lo que quiere. Esto provoca que la trama avance a un gran ritmo, dejándonos con momentos realmente intensos y escenas muy emotivas. ¿Conclusión? La trama sigue mejorando, los personajes no dejan de evolucionar y, en general, la lectura es cada vez más entretenida.


- El dibujo es realmente bonito.
- Es un manga clásico que ha envejecido muy bien.
- La edición le sienta de lujo.
- El romance funciona y la historia es muy tierna, pero tiene sus dramas.
- La lectura es entretenida y dinámica.

- Usa el ecchi sin necesidad y su humor a veces es un poco verde.