Reseña del manga Tokyo Urban Fighters n.º 3, mátalos a todos

No es la primera vez —ni será la última— en la que os diga que no todos los mangas necesitan un argumento especialmente trabajado para funcionar. De hecho, esta misma idea la he repetido con anterioridad tanto en el primer como el segundo tomo, por lo que no resulta extraño que lo vuelta a decir con la reseña de Tokyo Urban Fighters vol. 3. A fin de cuentas, la idea de un tomo a otro es la misma: violencia desmedida, sangre por doquier y grandes batallas marciales que superan los límites de la lógica humana.

O lo que es lo mismo, os vais a encontrar con una remesa de tíos muy mazados y con muy mala leche (no en todos los casos, pues también hay almas nobles, como la de nuestro protagonista) dándose de leches hasta en el carnet de identidad. Y sí, es entretenido. Y sí, funciona. Porque a veces no queremos nada más complicado. Esta idea ya la he desarrollado en otras ocasiones, pero sigo pensando que es tan cierta como la vida misma. Si Baki o Kengan Ashura funcionan no es por la complejidad de sus diseños.

Tampoco por la profundidad de su trama. No. Funcionan porque nos dan combates cargados de emoción. Y si bien es cierto que es muy pronto para comparar Tokyo Urban Fighters con cualquiera de estas, la idea que subyace es la misma. Destacan el lado más primitivo del ser humano. Son, en cierto modo, el coliseo del siglo XXI, pero en lugar de gladiadores, hay dibujantes, tinta y muchas ideas muy locas. Así que, si lo que buscáis es un manga con tortas soberanamente espectaculares, estáis en el lugar adecuado.

Reseña del manga Tokyo Urban Fighters n.º 3 | Portada, sinopsis y edición

¡Una espiral de vida y muerte envuelve Tokio! ¡Se ha desatado la guerra urbana entre estaciones! Las estaciones de la línea Yamanote luchan por el poder en el torneo de los Tokyo Urban Fighters!

¡Koinosuke Yasuda, guardián de Kanda, haciendo uso de una técnica letal, ha parado el corazón de su contrincante, Gyokuzan Chikura, el guardián de Sugamo! Además, tendrá lugar un nuevo duelo: Akihabara contra Uguisudani. Comenzará de forma sosegada, pero pronto se desatará el caos…

Dicho esto, y antes de continuar, me gustaría hablaros de la edición. En líneas generales, puedo deciros que está bastante bien. Tanto la traducción como la maquetación cumplen con lo esperado y, más allá de algunos bordes que van demasiado justos para con el límite físico que imponen las propias páginas, el resultado es bueno. Aparte, la impresión también es de calidad, por lo que nos ha dejado con un buen sabor de boca.

Brutalidad sin parangón

Dicho esto, puedo regresar al manga, aunque lo cierto (tanto para lo bueno como para lo malo) es que no hay grandes novedades. Por un lado, considero que esto es algo positivo, ya que significa que las cosas que funcionaban bien lo siguen haciendo. O lo que es lo mismo, el dibujo sigue siendo tan bueno como siempre y los combates mantienen el buen nivel. Por el otro lado, el guion y los diálogos siguen dejándonos algo fríos.

Por ejemplo, cuando Koinosuke termina el tercer combate de su cuadro, no solo logra entablar amistad con su rival una vez más pese a que era un psicópata sediento de sangre, sino que, además, es capaz de resolverlo todo al más puro estilo héroe sentai. Esta dinámica ya la vimos con su anterior rival. Aparte, cuando nos presenta a uno de sus mejores amigos, el defensor de Akihabara, uno no tarda en darse cuenta de qué hará, cuál será su destino y qué función cumplirá dentro del desarrollo de la historia.

Sin más, es una historia relativamente previsible, más allá de ciertos combates. Esto es algo que suele suceder en historias de tales características, puesto que no suelen destacar por su trama. Ahora bien, aunque el argumento sea plano, eso no quiere decir que la narrativa no funcione. Más bien todo lo contrario. Tokyo Urban Fighters es una lectura bastante disfrutable y con un buen ritmo que mantendrá enganchados a todos aquellos que sepan a lo que van y gusten de este tipo de historias.

Con sangre entra

Esa es su forma de proceder, guste más o guste menos. A título personal, destaca de manera positiva en los ámbitos en los que pretende llamar la atención, por lo que cumple con las expectativas. Esto se traduce en combates, cuando menos, realmente espectaculares, primeros planos cargados de tensión y batallas que generan verdadera sensación de movimiento. Esta es su mayor virtud y una de las razones por las que sigo enganchado al manga.

Aparte, ya sabemos quiénes serán los luchadores del torneo final, por lo que no podemos decir que el autor juegue al misterio. Tanto es así que ya conocemos a uno de los finalistas de manera más o menos cercana y tenemos detalles de un tercero que hace las veces de policía. El resto de combatientes ya han confirmado su identidad, por lo que solo resta conocer su estilo. No ofrecen grandes cuestiones, como ya he dicho, pero sí que generan curiosidad.

De hecho, podríamos decir que esta es la otra gran virtud de Tokuo Urban Fighter. Además de construirse como una lectura bastante grata para quienes solo quieran disfrutar de una buena pelea, es capaz de despertar nuestra curiosidad. No sobre qué pasará, sino de cómo luchará el siguiente combatiente. Esta es una de las grandes razones por las que querrás seguir leyéndolo… si es que disfrutar, al igual que yo, de un buen festival de sopapos.

• La edición es de buena calidad.
• Las peleas son una auténtica salvajada. Si te gustan los mangas violentos, esto es para ti.
• El dibujo es de gran calidad. El mangaka gestiona muy bien la sensación de movimiento.
• Los combates son realmente brutales. El nivel de salvajismo es colosal.
• El ritmo de lectura es bueno. Es entretenido.

• La trama y el guion son muy simples. Los diálogos no son anda del otro mundo.
• Si no te gustan los mangas que se resumen en peleas, peleas y más peleas, no es para ti.